Daddy Superhero

2.8K 293 140
                                    

Un nuevo día para la familia Kang, todos dormían aún plácidamente en sus camas, Sana y Momo abrazadas en la cama de la mayor, Daniel con la cara clavada en la almohada, y Jihyo junto a Mina tiernamente abrazadas en su lado de la cama.

Estaban todos tan relajados y cómodos en sus calientitos aposentos, tanto que Jihyo descuidadamente dejó pasar la alarma esta vez para disfrutar un poco más del cálido abrazo de Mina ¿Cómo deshacerse de algo así? No podía y, efectivamente, no lo hizo, cerró los ojos un poco más.

El detalle en esto es que si Jihyo no despierta, tampoco lo hace Daniel ni Mina, y Daniel debe preparar el desayuno mientras Mina va a molestar a sus hermanas para que despierten de mejor humor y vayan a la escuela. Un plan perfectamente equilibrado que solo tiene una pequeña falla que nunca nadie espera, nadie podría anticipar que Jihyo se quedaría dormida, sobretodo con su gran sentido de la responsabilidad.

Este mismo sentido la hizo despertar minutos después, varios minutos después, vio la hora y pegó un salto que asustó a su hija.

-¡Rayos! Daniel, Daniel, ¡Daniel! ¡Despierta~!- Removió a su esposo.

-¿Qué~?- Se quejó el mayor.

-¡Vamos tarde!

Jihyo esperaba que Daniel saltara de la misma forma que hizo ella, pero no, el mayor se tomó su tiempo para siquiera sentarse en la cama, mientras que ella ya estaba vestida. Era una suerte que Mina reaccionara más rápido y ya haya corrido a despertar a sus hermanas.

Ni un insignificante café alcanzó a prepararse Jihyo, una cafetera había entrado en su lista de deseos en ese preciso instante.

Momo, Sana y Mina seguían comiendo su leche con cereales bastante rápido, y hasta que sintieron la puerta cerrarse se percataron de un detalle bastante importante, se quedaron viendo a su padre que estaba afirmado en la encimera con sus ojos aún entrecerrados.

-Papá, no estamos peinadas- Dijo Momo.

Daniel abrió sus ojos de inmediato, posó la vista en ellas y en sus cabellos aún algo alborotados, Jihyo al parecer lo olvidó con todo el ajetreo de la mañana. Rascó su nuca y pensó en qué hacer, aunque se sentía algo atado de manos.

-¡Papá! ¡No hay tiempo!- Advirtió Sana señalando el reloj- Yo sé peinarme, puedo hacerlo yo sola y ayudar a Momo- Se fue corriendo por una peineta y ligas- Tú ayuda a Mina, papi

-Sí, buena idea ¡Que ingeniosa hija tengo!- Felicitó a Sana.

Daniel en realidad nunca había hecho algo como eso antes, así que intentó copiar todo lo que estaba haciendo Sana con Momo. Delicadamente pasaba el peine por el cabello de su hija, no quería hacerle daño, y de alguna forma muy hábil logró imitar con éxito el peinado.

-¡Gracias, papi!- Mina le dio un beso en la mejilla.

-De nada, bebé, ahora vamos al auto

Corriendo fueron todos a subirse al vehículo, ya iban tarde, aun así Daniel condujo a la velocidad habitual para no provocar un accidente. Dejó a sus hijas a la entrada de la escuela, les hizo señas hasta que las vio desaparecer por detrás de la gran puerta.

Momo, como tenía bien instruido, tomó la mano de Mina y como buena hermana mayor la llevó hasta su salón, aún todos consideraban que era muy pequeña para ir sola. A la menor no le molestaba para nada, por allí caminaban niños mayores que ella y podían empujarla, con Momo se sentía siempre protegida. Con un beso en la frente se despidió de la menor y se fue a su salón.

Sabía que iba tarde y la mejor opción parecía correr, la mejor opción para una niña de su edad siempre es correr. Con lo que no contaba, era que una orda de niños de distintas edades que también iban tarde corrían con ella, y en un mal movimiento un chico la empujó haciendola chocar de lleno con una pared.

J-Sisters / MiSaMoWhere stories live. Discover now