XI

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PROV ARISTOTELES

Las semanas pasaron demasiado rápido que el tiempo no se sintió a nuestro alrededor, las cosas con Temo fueron tomando su curso, el usaba mis pañoletas en la casa, o cuando íbamos con su familia y cuando tenía que ir a lugares públicos entonces se colocaba su peluca para no sentirse tan enfermo, la peluca era tan real que casi nadie notaba la diferencia.

Luego de nuestra plática las cosas habían cambiado, me dejaba acompañarlo a sus quimioterapias las cuales no eran nada bonitas, pero con el tiempo eran tolerables. Solíamos llegar temprano al hospital, conectaban el medicamento en su catéter mientras nos poníamos a ver alguna serie en la televisión, dejando que el tiempo de sesión pasara, ya no existían reacciones alérgicas como aquella vez, lo único que en ocasiones ocurría era la presentación de fiebre y sudoración por lo que siempre llevábamos ropa extra, mi Tahi a veces apostaba con los enfermeros a que no regresaría su desayuno ese día, en muchas ocasiones ganaba, en otras era inevitable que regresara todo mientras yo frotaba su espalda, el intentaba apartarme por miedo a que lo rechazara, pero nunca sentí asco como para mantenerme al margen en cuanto terminaba de vomitar me dedicaba a abrazarlo hasta que se sentía mejor. Cuando las sesiones terminaban lo llevaba a nuestra casa donde se daba una larga ducha para luego comer algo y dormir lo que restaba del día y noche mientras yo velaba sus sueños.

En ocasiones simplemente tocaba el piano en mi estudio mientras él dormía, procuraba que la música fuera tranquila para no molestarlo, preparaba la comida para ambos e incluso limpiaba en muchas ocasiones la casa para que cuando el despertara solo se preocupara por como matar nuestro tiempo libre. Habíamos cambiado en tantas cosas, y habíamos madurado en otras, ahora no solo él cuidaba de mi si no que yo cuidaba de él, me había convertido en lo que el quisiera, cocinero, limpiador, músico, enfermero, doctor, en todo lo que el necesitara para que estuviera bien, incluso había aprendido a manejar un poco su enfermedad, sabía cuándo tenía que correr al hospital por una intolerable fiebre, o cuando simplemente teníamos que quedarnos en el baño toda la noche mientras el tenia efectos secundarios de la quimioterapia sosteniendo su cuerpo contra el mío y lo más importante es que habíamos aprendido a lidiar con esta situación, incluso solíamos salir a caminar por las tardes abrigados tomados de la mano, terminando en algún parque para platicar como cuando éramos adolecentes.

Todo iba mejorando con el tiempo solo existía un problema que aún no podíamos tocar, la intimidad , en ocasiones nos dejábamos llevar por nuestros besos como cada mañana y noche sin embargo cuando estábamos apunto quitarnos la ropa, Temo me detenía diciéndome que se sentía cansado, y que debíamos dormir.

No necesitaba todo el tiempo tener sexo con mi novio, había pasado dos años a su lado sin tener intimidad sin embargo me hubiera gustado que me expresara lo que pensaba, que me contara sus miedos ya que los míos con el tiempo fueron desapareciendo, tenía miedo de lastimarlo si, pero también tenía unas ganas inmensas de recorrer su cuerpo, sentir cada parte de él y besar cada rincón del mismo, en ocasiones lo deseaba tanto que sentía que si no lo hacía explotaría y es cuando terminaba en la ducha arreglando el problema.

Desde su última crisis emocional llegábamos al acuerdo que no podía colocar el seguro a la puerta del baño por miedo que un día le pasara algo y yo no pudiera entrar, pero eso no cambiaba el hecho de que ya no disfrutábamos más de nuestras duchas juntos, desde la primera sesión de quimioterapia nunca más vi su cuerpo desnudo , incluso en el hospital entraba al baño para colocarse la bata y si se la tenían que cambiar era muy cuidadoso ocultando su cuerpo, sabía que el comenzaba a tener problemas da autoestima, en las mañanas cuando se levantaba de la cama para meterse a bañar lo escuchaba llorar mientras imaginaba que se miraba en el espejo, era leve y suave pero aún asi cuando estaba a punto de abrir la puerta, algo me detenía, había aprendido a respetar su espacio y le daba su tiempo, seguro de que en su momento tocaríamos el tema a fondo.

SUNSET - ATARDECER /  Aristemo (TERMINADA)Where stories live. Discover now