XIV

632 52 11
                                    


PROV CUAHUTEMOC

No fui consiente de cuánto tiempo había dormido, pero cuando abrí mis ojos me sentía completamente agotado, me dolía la cabeza a causa del llanto, mi cuerpo se sentía sin fuerzas como si un camión me hubiera pasado encima, lo único que quería en esos momentos era cerrar los ojos y volver a dormir. Tal vez solo quería que él dolor ser fuera, pero ni durmiendo cien años desaparecería el dolor que oprimía mi corazón.

Giré mi cuerpo en la enorme cama de mi infancia sintiéndola vacía, esta vez Ari no aparecería por la puerta con el desayuno, no habría besos de buenos días, no se escucharía más música por los pasillos, no habría nada más porque él había tomado la decisión de marcharse, yo no tenía por qué juzgarlo, entendía que era una situación complicada y él no tenía por qué renunciar a sus sueños por mi culpa.

Me viré en la cama mirando la habitación, mi cuarto aún tenía las marcas de mi crecimiento del paso de los años, ahora que analizaba las cosas podía percibir que el tiempo se había ido demasiado rápido, en esta habitación había crecido y al parecer aquí pasaría mis últimos meses, cerré los ojos conteniendo las lágrimas mientras recordaba cómo había llegado aquí la noche anterior.

FLASHBACK

Conforme pasaban los minutos entendía que Ari no iba a volver, giré mi rostro hacía la ventana al ver el atardecer, pero por primera vez no me llenó de calidez, mis lágrimas corrían por mis mejillas mientras sentía enorme el espacio del departamento para mí solo, no quería quedarme aquí esta noche, sorbí mi nariz mientras estiraba la mano para tomar mi teléfono, mi corazón se rompió un poco más cuando vi que no tenía ninguna llamada de Aristóteles, con un suspiro desbloqué el celular y llamé a mi Papancho.

-¿Temochas?- contestó por la otra línea

-Papancho –suspiré- ¿puedes venir por mí?

-Claro Mijo ¿Dónde andas?-su voz denotaba preocupación- ¿no está Aris ahí?

-El se fue papá- mordí mi labio respondiendo con la voz entrecortada- por favor no me preguntes ahora, les explicaré más al rato, solo reúne a mis hermanos esta noche y ven por mi...por favor

-Tranquilo Mijo- escuche movimiento del otro lado- voy para allá.

Colgó y yo me levanté tomado una pequeña maleta, coloqué algunos cambios de ropa, lo de mi curación y medicamentos básicos, luego vendría por lo demás, la cerré y mire la enorme cama donde Ari yo hicimos por última vez el amor, no quería creer nada, no necesitaba afrontar en esos momentos que todo había terminado, y mucho menos que iba a morir.

Escuché el ruido del timbre, y salí a abrir encontrándome con mi Padre, solo pude correr hacia sus brazos para que me sostuvieran mientras lloraba entre ellos.

-Tranquilo Mijo todo se va a solucionar.

Como prometió no pregunto nada, simplemente me ayudo con mi maleta mientras nos subíamos a la burra y el conducía de regreso a su casa. En cuanto llegamos percibí los carros de mis hermanos estacionados, al parecer todos ya se encontraban ahí, tenía que sacar fuerza para contarles todo lo que había pasado, pero no sabía de donde, sin embargo en esta ocasión no retrasaría más lo inevitable, entre más rápido se enteraran, más tiempo compartiríamos juntos.

Sentí la mano de mi padre en mi hombro y al mirarlo entendí que pasara lo que pasara los tenía a ellos, porque mi familia nunca me abandonaría, suspiré hondo antes de salir de la burra y entrar a la casa. Cuando puse un pie adentro todos mis hermanos estaban en la sala, al parecer algo les dijo Susana porque ninguno de mis sobrinos se veían alrededor, solo estábamos los López reunidos para ese momento.

SUNSET - ATARDECER /  Aristemo (TERMINADA)Where stories live. Discover now