XV

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PROV ARISTOTELES

Me encontraba de admirando el perfecto rostro de Temo quien dormía profundamente a mi lado, grababa cada parte de su rostro en mi memoria, podía observar sus largas pestañas caer sobre sus parpados, sus cejas fruncirse cuando soñaba algo, así como sus labios entre abiertos que balbuceaban cosas sin sentido en ocasiones y sus profundos suspiros, me encontraba tan enamorado de cada parte de él que solo tenía ganas de meterlo en una cajita, donde nadie lo tocara, donde nadie pudiera lastimarlo.

Luego de nuestra reconciliación disfrutamos un momento juntos acompañados de las estrellas, nombrando constelaciones que conocíamos ambos, luego subimos a su habitación e hicimos el amor toda la noche siendo uno, volviendo a unir nuestros corazones nuevamente.

Ninguno de los López nos molestó, mis cuñados y mi hermano me habían ayudado a colgar las fotografías y acomodar las flores sin hacer ruido ya que Papancho vigilaba que Temo no se despertará, cuando lo hizo creó la cuartada perfecta para que bajará a encontrarse conmigo y así llegar hasta este momento.

Suspiré admirando su belleza conteniendo las ganas de besarlo para no despertarlo, miré mi celular dándome cuenta que era medio día, Pancho y Susana se habían quedado en nuestro departamento para dejarnos la casa sola pero no tardarían en regresar.

Temo suspiro hondo entreabriendo sus ojos encontrándose con mi mirada.

-Hola dormilón...-susurré- ¿dormiste bien?

-Estas aquí- me regalo una sonrisa cansada- no fue un sueño...

-No Temocles- besé su mano- nuestro amor es una realidad.

Asintió y suspiro hondo entrelazando nuestras manos.

-¿Quieres que bajemos a desayunar?- sonreí- prometo no quemar la cocina...

-me encantaría- me regalo una sonrisa adormilada- pero me siento muy cansado para bajar, ¿podemos quedarnos un momento más?

Asentí con comprensión mientras miraba como cerraba de nuevo sus ojos sin tardar en dormirse, sentí una extraña sensación en mi corazón y decidí bajar a preparar el desayuno. Hacia la comida para distraer mi mente pensando en todas las decisiones que se tomarían a partir de este momento

Teníamos que decidir si regresaríamos a nuestra casa, los tratamientos médicos que seguían, las terapias psicológicas que ambos debíamos tomar, las actividades que quería realizar con él y sobre todo cumplir sus últimos deseos, al pensar en eso me temblaron las manos y sentí nauseas por lo que me mojé mi rostro con agua controlando mi respiración. Tenía tantas ganas de llorar pero me había prometido ser fuerte por ambos y debía cumplirlo, ya habría tiempo para los lamentos luego.

Acomodé el desayuno y subí mirando a Temo dormir profundamente, me metí a bañar para luego ponerme ropa cómoda, no pensábamos salir ese día dela casa, en cuanto salí Temo estaba comiendo todo lo que había preparado.

-¡Oye debes guardarme un poco!- sonreí acercándome a él mientras me regalaba una sonrisa.

-No –rio con complicidad- es mío.

Se metió un bocado más a la boca mientras yo intentaba robarle un poco con el otro tenedor, al final tomó un poco y me alimento mientras yo le regalaba besos.

-¿y Papancho? –preguntó mientras daba un sorbo a su jugo

-No han de tardar en regresar Tahi- besé su frente- sabían que tenemos mucho de qué hablar.

-Lose –jugó con el tenedor sobre la comida mientras evitaba mirarme.

-Tranquilo-puse mi mano sobre la suya- todo va a estar bien...

SUNSET - ATARDECER /  Aristemo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora