XVI

604 56 11
                                    

PROV. CUAHUTEMOC

El sol me dio completamente en la cara despertándome, abrí mis ojos desorientado y giré en la cama sonriendo al ver a Aristoteles a mi lado profundamente dormido, decidí admirar cada parte de su rostro guardándolo en mi corazón, hoy era su cumpleaños, un día de completa celebración y nada iba a arruinarlo.

Me levanté estirándome y me metí a la ducha, habían pasado pocas semanas desdé la mala noticia, pero no había tenido tiempo de pensar en ello porque todo el tiempo estuve planeado esté día, quería que fuera magnifico, inolvidable aunque una pequeña parte de mi sintió nostalgia desconociendo la razón.

Terminé de secarme y me miré en el espejo y por primera vez sonreí sinceramente a mi reflejo, donde tenía el catéter este ya no se encontraba más, incluso la herida estaba cerrando perfectamente, mi cabello aún no creía pero podía observar las raíces intentando hacerlo, mi piel aún se veía pálida, y aun podía verme sumamente delgado atraves de mi reflejo, pero al menos ya no tenía esos pequeños detalles que me hacían sentir diferente, comencé a cambiarme para luego dirigirme a la cocina donde preparé el desayuno favorito de Aristoteles, acomodé todo en una charola, pero al momento de levantarla me temblaban las manos, suspiré mientras las apoyaba en la barra del comedor, sentí un poco de frustración pero justo en ese momento Aristoteles se asomó por la puerta sonriéndome adormilado.

-¿Dónde estabas? –Se acercó abrazándome por la cintura mientras besaba mi mejilla- la cama se siente vacía sin ti.

-Le preparaba el desayuno a mi cumpleañero favorito.

-¿Ah si?- me giró para quedar frente a él- debería ponerme celoso...

-No creo..-susurré mientras nuestros labios se encontraba dándose suaves besos dejándonos envolver por ellos. –¡Buenos días cumpleañero.!

Desayunamos teniendo una plática amena mientras le comentaba que iríamos a un museo música, comeríamos en nuestro restaurante favorito y pasaríamos el día juntos antes de ir a la casa de mi familia donde estaríamos en su fiesta como cada año.

Hicimos nuestro pequeño Tour donde el comenzó a emocionarse como niño pequeño con cada instrumento que veía diciendo que aprendería a tocar cada uno y compondría más de mil canciones para mí. Sabía que debía sentirme emocionado por sus comentarios, pero algo oprimía mi pecho, era una sensación que no me tranquilizaba, sin embargo intentaba ignorarla lo más que podía por el bien de ambos.

Luego de salir de comer le coloque una venda y tomé sus manos para guiarlo hacia un parque cercano a nuestra casa, siempre a cada lugar donde íbamos encontrábamos nuestra propia banca, donde podíamos decir lo que sentíamos y compartir hermosos momentos como cuando éramos jóvenes.

Cuando llegamos le quité la venda de los ojos, esta tenia pequeños post it como hace muchos años que tenían escrito TE AMO TAHI también estaba acompañada de globos y regalos justo como cuando celebramos su primer cumpleaños.

-¡Wow Tahi! –Sonrió emocionado- no te hubieras molestado.

-No es ninguna molestia amor- sonreí ampliamente- lo hice con todo mi amor.

-¡Gracias amor! – beso mi mejilla mientras corría emocionado a ver sus regalos.

No importaba los años que pasaran siempre el reaccionaria efusivo por estos pequeños detalles, me quedé un poco mirando su perfil leyendo emocionado cada nota, un nudo se formó en mi estomagó mientras mordía fuertemente mi labio inferior, amaba cada actitud de Aristoteles, siempre lo amé desde que éramos adolecentes, caminé a su lado y nos sentamos en la banca mientras poco a poco abría sus regalos.

SUNSET - ATARDECER /  Aristemo (TERMINADA)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum