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Tres meses.
Tres meses han paso desde esa fiesta en que se arreglaron los problemas. Tres meses en los que el amor había ganado todo.
Mina se encontraba caminando de la mano con su novia por aquel vecindario que había visto el crecimiento de la japonesa. Chaeyoung había teñido su cabello de rosado y se encontraba vestida con unos pantalones negros ajustados, una camisa a cuadros amarilla, una chaqueta de cuero negra y un lindo beanie gris adornando su cabeza.
Mina suspiraba nerviosa, era la primera vez que iría a visitar a sus padres luego de tanto tiempo, quería presentarles a Chaeyoung como su novia oficial y aunque sabría que a su padre no le agradaría la idea, tenía que sacarse un peso de encima.
Llegaron a aquella casa de dos pisos, un aire de nostalgia y melancolía invadió a la castaña a la hora de tocar el timbre.
Chaeyoung le dió un apretón en la mano para trasmitirle tranquilidad y la mayor le agradeció el acto con una sonrisa. Luego de unos minutos de silencio, la puerta se abrió dejando ver a una mujer muy parecida a Mina, sólo que con un par de arrugas adornando su cara y el cabello levemente blanco.
Sachiko: Mina... - susurró abrazando a su hija fuertemente.
Mina hizo una mueca de disgusto correspondiendo, su madre jamás la había abrazado.
Sachiko: Te extrañé, ¿por qué no venías? ¿quién es esta chica tan linda? ¿una amiga? - frunció el ceño mirando a la pequeña pelirosada.
Chaeyoung: Mucho gusto, señora Myoui, soy Son Chaeyoung - se presentó con una reverencia.
Sachiko: Oh, sin tantas formalidades, pequeña, sólo dime Sachiko - sonrió amablemente.
«¿Quién eres y qué hiciste con mi madre?» pensó la castaña confundida por la actitud de su progenitora.
Mina: Madre, Chaeyoung es mi novia - informó sin rodeos y la quijada de la señora cayó al suelo.
Y no porque su hija le estuviera contando que tenía novia, Sachiko siempre supo las preferencias sexuales de Mina, sino que se sorprendió al escuchar a la japonesa hablar fuerte y claro, sin trabas ni tartamudeos.
Sachiko: Me alegro que hayas encontrado a alguien que te haga feliz, hija - sonrió y se hizo a un lado para dejar entrar a la pareja.
Mina jaló el brazo de su novia y las tres se sentaron el sofá de la sala. Todo estaba como Mina lo recordaba, nada había cambiado... salvo unas fotografías de ella y su madre, se extrañó al no ver botellas de cerveza ni fotos de Siwon.
Mina: ¿Dónde esta Siw... papá? - se corrigió al ver la mirada de su madre.
Sachiko: Oh... él hace un mes salió de casa y hasta ahora no ha vuelto, no he sabido nada y ¿sabes? es mucho mejor así, ya estaba harta de ese maldito sin vergüenza - se quejó con amargura mirando un punto muerto.
