―Capítulo XXI

1.5K 76 13
                                    

Yūgi se sentó en el sofá con una expresión helada, como si fuera el rey de la casa, y Heba se ubicó a su lado en una posición protectora, sin quitarle los ojos de encima a Tea

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Yūgi se sentó en el sofá con una expresión helada, como si fuera el rey de la casa, y Heba se ubicó a su lado en una posición protectora, sin quitarle los ojos de encima a Tea.

Atem, por otro lado, sonrió ferozmente, acariciándole el cabello a Serenity.

―¿Realmente creías que yo iba a permitir que lo mataran, mamá? ―preguntó en un gruñido feroz―. Luego de todo lo que pasamos, ¿creías que iba a descuidarme así?

Yūgi se rió en voz baja.

―Me pilló por sorpresa ―le dijo Yūgi con aire indiferente―, pero ya sabemos de tus jueguitos, Tea. Ahora ―se volteó hacia Atem, como si estuvieran hablando del clima―, ¿está listo el divorcio, cariño?

Atem ladeó la cabeza mientras su madre y Tea permanecían en silencio, descolocadas todavía.

―Está en trámite ―dijo Atem―, necesitamos firmar sólo unos papeles y estará todo listo.

―No lo haré ―habló Tea por primera vez―, no creas que lo haré, Atem, no pretendo...

Firmarás todos esos papeles, Tea ―gruñó el alfa, la gracia desapareciendo de su voz, y la castaña se tensó, sus hombros crispándose―, vas a darme el divorcio sin reclamar.

―¡Atem! ―gritó su madre―. ¿Quién te crees que eres? ¡No creas que...!

―No me manejarás más, Isis ―escupió Atem―, esto se acabó, ¿no lo entiendes acaso? ¿Qué sigues pretendiendo? ―alzó su barbilla―. Heba ya es grande, ¿crees que al Gobierno le importará que esté vivo a estas alturas? A ellos les importará más saber que los Sennen les haya ocultado todo esto, con lo que respetan las tradiciones, supuestamente, y si nos quieren quitar la empresa... bueno, me importa una mierda. Nunca la he querido.

―Bueno, yo si la quiero ―reclamó Heba.

―Por dios, tú cállate bebé gordo ―espetó Atem.

Yūgi abrazó a Heba para que dejara de balbucear cosas, indignado.

Tea apretó su boca un instante, sus ojos llenos de lágrimas, pero dejó de mirar a Atem para enfocar su vista en Yūgi, el odio brillando en su rostro.

―¿Estás feliz ahora, bastardo? ―le escupió con ira―. ¡¿Estás feliz por todo lo que has hecho?!

El omega tricolor volvió a reírse.

―Deja el show, Tea ―habló sin borrar la sonrisa―, no eres una víctima aquí. Pero respondiendo... Estoy increíblemente feliz ―echó a un lado la cabeza, mostrando su marca―. Catorce años, y no pudiste lograr que Atem te marcara. No pudiste conseguirlo, pero yo... ―soltó una risa más fuerte―, un patético omega que fue usado, lo consiguió antes que tú. ¿No es eso divertido, Tea?

𝐘𝐮𝐚𝐧𝐟𝐞𝐧 ❘ 𝐁𝐥𝐢𝐧𝐝𝐬𝐡𝐢𝐩𝐩𝐢𝐧𝐠 ❘Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang