―Capítulo XIX

1.3K 83 39
                                    

Marik estaba en la guardería, cuidando a los niños para distraerlos de todo el conflicto, Mana curándose de sus heridas y contándole bromas a los bebés, cuando lo sintió

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

Marik estaba en la guardería, cuidando a los niños para distraerlos de todo el conflicto, Mana curándose de sus heridas y contándole bromas a los bebés, cuando lo sintió.

Akemi se hallaba jugando a las escondidas por lo que no estaba cerca de él en el momento en que dolor lacerante, fuego vivo, quemó su cuerpo de forma repentina, cortando su respiración, haciéndole caer de rodillas de golpe.

―¡Marik! ―gritó Mana al ver como se iba contra el suelo.

Alcanzó a sostenerse, su cuello ardiendo en fuego, y llevó su mano a ese lugar esperando ver sangre, un cuchillo, una bala, que lo explicara todo.

Pero no había nada. No había motivos para ese sufrimiento, excepto...

Excepto...

Golpeó el suelo con el costado antes de gritar cuando la marca, el enlace que compartía con Akefia, desapareció.

Golpeó el suelo con el costado antes de gritar cuando la marca, el enlace que compartía con Akefia, desapareció

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

Abrió sus ojos y sintió el dolor estallando en su hombro.

Gimió en voz baja, parpadeando, tratando de enfocar su vista, y vio el preocupado rostro de Atem sobre el suyo, lleno de miedo, demacrado, ojeras enmarcando sus ojos, pero también una chispa de alivio.

―¿Atem...? ―preguntó débilmente, su garganta seca.

―Shhh, tranquilo bebé ―arrulló el moreno con suavidad―, no te fuerces. Deja que te acomode y llamaré al doctor, ¿está bien?

Asintió, perdido, y permitió que el alfa lo ayudara a enderezarse, débil y tembloroso. Minutos después, Yugo entró con una mirada de tranquilidad, sonriéndole en señal de consuelo.

―¿Recuerdas el disparo, Yami? ―preguntó Yugo sentándose en la silla.

Miró el techo, aturdido todavía, recordando los gritos, el polvo, la sangre.

Aoi muerta.

Jin siendo golpeado.

Alfas tocándolo sin pudor alguno.

Akefia. Akefia llenó de sangre por todas partes, sus ojos desesperados, el dolor en su cuerpo.

Su garganta estaba seca.

𝐘𝐮𝐚𝐧𝐟𝐞𝐧 ❘ 𝐁𝐥𝐢𝐧𝐝𝐬𝐡𝐢𝐩𝐩𝐢𝐧𝐠 ❘Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ