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Sus labios aún posaban juntos, Armin, la rodeaba con un brazo, y con el otro acariciaba su mejilla. Sentir el cuerpo de Annie, tan cerca a su propio cuerpo, le estaba resultando difícil mantener la compostura para no poseerla completamente. Mientras tanto, Annie, sentía miedo a sus propios actos, le había concedido su primer beso Armin, él era el primer chico que tocaba su corazón. Sus delicadas manos temblorosas, tomaban de la sudadera de Armin, sus cabellos rubios se entrelazaron, y podía oler el aroma de aquel rubio de ojos brillantes. 

  Cuando Armin, separo sus labios, para mirar el rostro de Annie, un rostro completamente expresivo, con los ojos iluminados de vergüenza y sus mejillas del rojo vivo como un atardecer escarlata, su fleco desacomodado, y aun esas manos le sujetaban con fuerza. Las palabras no hacían falta para descubrir que él estaba flippado por Annie, y Annie, de alguna manera incomprensible, igual. 

    —Mañana iré a cortarme el pelo—dijo de la nada Armin. 

   Armin, se encontraba muy nervioso, tenía miedo de haber hecho algo malo. 

     —Este cabello largo ya no me gusta, Annie—volvió hablar, mientras ella alzó la vista a él.—Me gustaría mucho que fueras conmigo. 

  Annie, seguía procesando lo qué sucedió, y sus palabras le hacían temblar, sus manos no querían soltarlo, y él volvía agacharse para mirarla y descifrar su rostro. 

      —... Sí—Susurro.  

   Armin, sonrió ante su respuesta, y con delicadeza, tomo las manos de Annie, ella tembló por dentro y poco a poco, se acercaba a sus labios nuevamente... Se escuchó la puerta cerrarse en ese momento, a lo que Armin, se le heló la piel al pensar que podría ser Reiner y Annie, solo dio unos pasos hacia atrás, con la mirada en el suelo. 

     —¡Annie!—Gritó Hitch, desde la parte baja. 

   Ambos se miraron por un momento, sin saber qué hacer. Todo lo que sucedía en sus pensamientos, eran solamente confusiones y mariposas recién salidas de su capullo.

  Annie, volvió un poco en sí, y camino temblorosa por el pasillo, hasta llegar a las escaleras, volteando a ver a Armin, quien venía detrás de ella. Cuando Hitch, los miro, ambos, comprendió qué algo había sucedido en su ausencia, pues ambos tenían las mejillas rosas, y sus cuerpos parecían tensos, sin decir que era la primera vez, qué Annie, parecía tener un sentimiento expresado. 

     —Traje Bangers and Mash, no creían que volvería, ¿cierto?—Miró de reojo nuevamente a los dos. 

    —Claro que sí—rápidamente respondió Armin.  

  Annie, no dijo nada, y todos caminaron a la cocina, para hacer una comida incómoda con las observaciones de Hitch, detalladamente con cada uno. Armin, ponía los platos sobre la mesa, y Annie, sacaba la comida, mientras Hitch, ayudaba con unas copas. Armin, le dedicaba pequeñas miradas a Annie, y ella, únicamente se mantenía firme para no caer ante sus sentimientos encontrados. 

   Hitch, se las arregló para sentarlos juntos.

     —Cierto—dijo Hitch, sirviendo el vino:—Zeke, está en el grupo de apoyo, ¿cierto?—Preguntó.

     —Sí, ¿por qué?—Dijo Armin, extrañado. 

     —Ayer, su familiar, un tal ¨Eren¨—exagero la pronunciación.—Se mudó en el mismo piso que yo, y es un ser desagradable.  

     —¿Zeke?, ¿familiar Eren?—Preguntó curioso Armin. 

   Annie, disfrutaba de su comida, pero aun así prestaba atención a la conversación. 

     —Estaba pintando un cuadro muy difícil para mi trabajo escolar, y ellos comenzaron a hacer infinidad de ruidos. No toleré más y fui a pedirles que se callaran—, bebió de su copa y prosiguió:—la puerta se encontraba abierta, y solo me asome un poco, ahí Zeke, se percató de mi presencia, él me reconocía, me ha visto con Annie. Todo resultó muy bien con Zeke, pero—respiró profundamente—; cuando salió ese chico tan alto, de cabellos largos castaños, y esa mirada de pocos amigos, me dijo:¨ Acostúmbrate al ruido preciosa.¨ ¡Qué coraje!—Hitch, fruncía el ceño.

     —No deberías de preocuparte—, sonrió Armin. 

     Cuando sonrió, Annie, se detuvo a contemplar aquella sonrisa, era obvio, tarde o temprano Annie se enamoraría de él... O no. 

    —Si te molesta, solo dime Hitch—, se escuchó hablar claramente a Annie, con ese rostro nuevamente serio. 

      Y, Armin, disfrutaba su voz, era la voz más dulce para él.

     —¿Y seguir en ese grupo por mi culpa?—Preguntó con risas.

     —¿Por tú culpa?—Armin, miro a ambas confundido.

    —Annie, está en ese grupo de apoyo por mi culpa—, sincero Hitch:—cuando me inscribí para el grupo femenino de atletismo, choqué con una chica, una muy fuerte, y alta, de cabellos negros. Ella no se lo tomó muy bien, me empujó al suelo, a lo que Annie, salió a mi rescate, ambas se enfrentaron ese día, pero ninguna gano, él profesor Pixis, detuvo el enfrentamiento. 

   «Mikasa» pensó de inmediato Armin. 

     —Desde ese día, las chicas le temen a Annie.—Rió.  



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Él soñador y la chica de la mirada vacía.Where stories live. Discover now