- ¿Podrías dejar el mapa o el libro un momento y hacerme caso? – Pregunto rodando los ojos mientras veo como Harry está embelesado buscando a Malfoy en el mapa del merodeador junto con el libro de pociones del príncipe mestizo. Mi novio me ha sustituido.
- Claro cariño – Susurra sin prestarme la mínima atención. Me levanto de su cama y agarro un papel donde le pongo que terminamos, dejándolo sobre su almohada y me voy sin que se dé cuenta.
Estoy harta de que siempre me esté dejando de lado. He aguantado mucho para estar juntos, pero parece ser que es más importante vigilar a Malfoy o averiguar quien demonios es una estúpida persona.
He ayudado a este cuatro ojos desde que Hermione y yo lo conocimos en el expreso de Hogwarts en el primer año. Contra el profesor Quirrell, contra Tom Riddle, contra los dementores, siendo la única que lo creyó en el Torneo de los Tres Magos, y el año pasado fui al Ministerio con él y los demás para proteger a Sirius. Pero ahora, necesito un poco de su tiempo, que me trate como su novia y no como una amiga. Realmente quiero un poco de su atención, la verdad.
- Hola Sophie – Me saluda Hermione cuando me siento a su lado en la biblioteca – ¿Cómo te ha ido con Harry? ¿No teníais una cita?
- Si, se supone que íbamos a dar un paseo alrededor del Lago Negro. Pero me ha hecho quedarnos en su habitación mientras vigilaba donde estaba Malfoy junto al dichoso libro – Susurro agarrando uno de sus libros para ojearlos y no ver la cara de Hermione de "te lo dije" – Lo he dejado.
- No te voy a judgar porque he visto a Harry ignorarte durante horas por ojear el dichoso libro – Dice Hermione agarrando mi mano para apoyarme en silencio, pero soy apartada de mi silla con brusquedad hasta encontrarme cara a cara con Cormac McLaggen.
- ¿Acabo de oír que estás soltera, Bellucci? – Pregunta sonriéndome asquerosamente.
Ruedo los ojos y me giro, despidiéndome de Hermione para alejarme del pesado este. Salgo de la biblioteca y noto como Cormac va detrás de mí sonriéndome de forma pícara antes de volver a rodar los ojos e ignorar su "ligoteo".
Llego a la sala común, aún con McLaggen a mis espaldas, y cuando voy a subir a mi dormitorio, Harry me agarra de la mano y me hace subir rápidamente hacia su habitación de nuevo.
- Explícame esto – Dice lanzándome el papel en el cual he escrito que lo dejaba – ¿Hablas enserio? ¿Realmente me has dejado después de dos años juntos?
- ¿Yo? Has sido tú, imbécil cabezón – Exclamo agarrando el libro de pociones que aún lleva encima y dándole en la cabeza con él – Se supone que hoy íbamos a tener una cita por fuera del castillo, pero tú simplemente has estado dos horas observando a Malfoy por el mapa o pensando en los hechizos del libro.
Harry se queda mirándome un rato hasta que suspira hondo y me abraza con fuerza. Esconde su cara en mi cuello y sé que está arrepentido y avergonzado. Siempre hace eso cuando está así.
- Lo siento, por favor, no me vas a dejar, ¿verdad? – Pregunta mirándome con sus ojos de cachorro herido.
- No puedo hacerlo – Susurro acariciando su mejilla – Es imposible dejarte, eres mi cabezón.
- Deja de llamarme así – Dice agarrando mi cintura y acercándome más a él – Llevas seis años usando ese mote en mí, es un poco molesto.
- Vale, pequeño miope – Susurro besándole brevemente. Harry rueda los ojos y me abraza con fuerza.
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Harry Potter one shots
RandomOne Shots de Harry Potter No son míos son de Nevada331 ella me la regalo así que mil gracias