Capitulo 2 Parte 2

356 45 210
                                    

Buscando a Slug

-Treinta minutos después, en una isla cerca del mar Caribe-

-Vamos, dense prisa y no se queden atrás.

A través de una calle poco transitada iba un hombre joven, no pasado de los 25; tenía piel bastante pálida, cabellos claros, unos cuernos color rojo saliendo de su cabeza y una serie de tatuajes alrededor de su brazo derecho, su ojo izquierdo estaba cubierto por un vendaje, al igual que su cuello y una de sus manos. Iba con un paso algo apresurado, volteando siempre hacia atrás.

Un poco más atrás de él, iba una mujer de cabello color pastel atado en un peinado alto, un traje de vestir de dama, con la ligera diferencia de que debajo de la falda cargaba unas calzas color azul y en vez de tacones cargaba botas; usaba adornos en el pelo y unos lentes oscuros. Además, llevaba en sus manos una cadena de la que tiraba un muy amargado oso color purpura, que cargaba un bozal de metal.

-Espera, ¡White! -el hombre de los cuernos se dio la vuelta rápidamente, cubriéndole la boca a su acompañante con el temor de ser descubiertos a flor de piel.

-Te dije que no me llamaras por mi nombre- le miro amenazante, advirtiéndole con la mirada-, si descubren que estamos aquí no tendremos manera de escapar; si mi hermano-, perdón, si Black Hat se enterara de que vine, allí sí que no tendremos oportunidad de ver a Slug otra vez.

Quito la mano de sus labios, indicándole con señas de que hablara en voz baja.

-Sí, eso lo sé- dijo bajando los lentes de sol, revelando los disparejos ojos de Clementine- Lo que pasa es que llevo dos minutos tratando de decirte que caminaras más lento y no me hacías caso. Es demasiado sospechoso que vayas volteando cada dos segundos y solo estemos nosotros dos, pareces un ladrón muy poco profesional.

Al darse cuenta de su error, el demonio solo carraspeo y les indico que continuaran caminando detrás suyo, pero esta vez con más calma y con ellos más cerca de él. Más adelante pararon en una avenida donde un semáforo indicaba luz roja, allí Clemencia aprovecho para preguntarle discretamente.

-Entonces, ¿Qué planeaste esta vez jefe? No pudiste tardar veinte minutos en arreglar los disfraces para nada. -se subió los lentes un poco, dándole énfasis a sus palabras. Estaba muy comprometida con su papel de mujer malvada y seria.

-Te lo dije mientras veníamos- respondió White Hat-, iremos a la plaza del sur, cerca de los edificios privados. Allí, hablaremos con algunas personas y diremos que lo estamos buscando- saco del bolsillo de su pantalón la foto más decente de Slug que encontraron, era un milagro que fuera de cuerpo completo. -Si alguien nos da una buena pista, lograremos dar con él; de no funcionar, usaremos la nariz de 606 para rastrearlo.

- ¿Y estas seguro de que él pueda estar aquí? Aquí no es precisamente el tipo de lugar tranquilo donde Slug se pondría a trabajar. Y también seria arriesgado traerlo aquí sin más, si lo hubieran secuestrado.

-Yo estoy seguro de que esta aquí, tengo una corazonada- dijo con seguridad, pero su subordinada solo lo miro con el ceño fruncido, nada convencida de su afirmación. - ¿Qué?

-No, no es nada. - el semáforo cambio a verde y empezaron a caminar nuevamente- Es que me parece extraño que por un presentimiento hayamos tenido que venir al sitio más peligroso del planeta, además del inframundo.

White Hat solo la ignoro, a pesar de que sus palabras tuvieran más lógica que lo que le decía su instinto; pero algo le decía que Slug se encontraba allí, no sería tan difícil de encontrar. Su figura se la sabía de memoria, su tono de voz grave y algo enojón era distinguible a mil leguas de distancia y, lo que ayudaba aún más, no había nadie en esa ciudad que se le ocurriera usar una bolsa de papel de supermercado para ocultar su rostro.

Another Villainous AntologyOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz