Capitulo 3

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"Vivencias de un peluquero: Primera cita"

*Beep* *Beep* *Beep*

- "¡Buenos días Hatsville! ¡es una aterradora y escalofriante mañana de abril, perfecta para despertar y ponerse a trabajar! Así que, ¿Qué rayos están esperando para activarse? ¡Despierten y pongan engranes a la obra, maquinas del caos!"

Las luces se encendían una por una en el gigantesco hangar donde reposaban miles de secuaces mecánicos, que se pusieron en marcha luego de su rutinario proceso de activación. Era realmente sorprendente ver como se movían de un lado a otro, preparándose para cumplir con sus labores diarias; algunos se enderezaban sus uniformes, otros se afilaban las garras, unos pocos holgazanes se contaban chistes junto a la dispensadora de combustible, antes de que llegara el Hatbot supervisor y los enviara a trabajar.

En fin, una mañana ajetreada.

Pero había un par de robots en particular que no seguían esta pesada rutina mañanera, no, no eran como los demás. Ellos tenían una función diferente pero igual de importante.

A uno de ellos lo conoce todo el mundo, ya que está en casi todas partes; ya saben, ese robot con la encantadora boina que se encarga de vigilar las cámaras y grabar los videos de orientación (además de ser famoso en línea por sus increíbles dibujos animados). Él tenía su propia habitación, donde podía editar videos, dibujar libremente y colgarse de los conductos de ventilación para pasear por la mansión.

El otro robot, por otro lado, es un poco más... singular.

-Bueno, ¿Dónde habré dejado mi perfume?... ¡Oh, aquí esta! - sostuvo el frasco lila entre sus manos mecánicas y roció un poco por su nuca- Listo, fresco como lechugin.

El robot humanoide camino hasta la puerta de su estación, colgando un cartel de "Bienvenidos" y encendiendo el aparato girador de rayas azules y rojas, luego volvió a entrar y dio energía a las luces sobre la puerta que rezaban "Salón de Belleza: Mi hermosa villanía".

-Veamos, ¿Qué hay en la agenda de hoy? - dijo el robot ojeando el calendario colgado a la pared- ¡Oh por mis tornillos, hoy esos 4 tienen cita! ¡Debo tener todo listo antes de que-

Las campanas sobre la puerta sonaron, anunciando que había llegado un nuevo cliente.

-Ay no...- susurro asustado, volteando con lentitud- por favor que no sea el, que no sea el, que no sea el...

Abrió los ojos con temor, relajándose al reconocer esa bata de laboratorio.

-¡Creador, bienvenido!- el robot se lanzó hacia el científico y lo envolvió por completo alargando sus brazos robóticos, luego lo soltó e hizo una leve reverencia-. Siempre es un placer recibirlo en mi humilde estación.

Flug se aliso la bata mientras se recuperaba del ataque amoroso de su empleado.

-Hola Alisbot 4.0, espero estés listo para tu revisión mensual- contesto revisando su tableta.

-Que cruel, ese nombre es muy largo, demasiado rustico, muy... mecánico, ugh- sus expresiones tan extrovertidas eran algo un poco cómico, gesticulaba con las manos dando a entender su desagrado- ¿Por qué no solo llamarme Alis? Pienso que ese nombre me va como anillo al dedo.

El doctor levanto los ojos de la tableta, observando a una de sus más curiosas creaciones. Programado para conocer los mejores procedimientos estéticos, su robot Alisbot 4.0 era la mejor máquina para dirigir el salón de belleza de la organización. Siendo un pariente cercano a Cam-bot, poseía extremidades similares a las suyas con la diferencia de que podía transformar sus manos en tijeras, peines, un secador de pelo, e incluso un dispensador de gel. Su diseño era bastante parecido a su personalidad, extrovertido, brillante, pero, sobre todo, con estilo.

Another Villainous AntologyWhere stories live. Discover now