I Don't Want To Be A Hero, Year 2 - Etherian

Capítulo 4.- 12vo Cumpleaños De Harry - Parte I

El profesor Snape reunió al Cuarteto, se aseguró de que todos hubieran comprado los libros y los suministros que debían comprar, Harry mostró su nueva varita y luego regresaron a Prince Island.

Se prescribió una hora de siesta para cada joven, y sus gemidos resultantes, y excusas de "¡Soy demasiado viejo para una siesta!" se encontraron con una mirada de Severus que advirtió que instituiría pérdidas de puntos si no cumplían. Caminaron con gruñona resignación a sus habitaciones, y él sonrió con alivio cuando escuchó sus puertas cerrarse.

Severus se instaló en la sala de estar, estiró las piernas y cerró los ojos. No necesitaba una siesta, pero estaba a punto de abrir su casa para una fiesta de cumpleaños, un evento social que nunca había celebrado. Y, ciertamente, no era algo compartido con otras personas. Requería al menos una hora de paz antes de que las hordas descendieran.

La meditación simple le permitió fortalecer sus Escudos de Oclumancia dentro de su mente para preservar su cordura contra el clamor de voces, comentarios absurdos, posibles chillidos de deleite y los abrazos siempre envolventes de Molly Weasley.

El escudo mental de Severus estaba cambiando de la fortaleza casi impenetrable que había sido durante una época de guerra. Todavía era formidable, pero había más sensación de paz en un valle repleto de cientos de robles ingleses que eran depósitos de recuerdos y emociones. Un árbol era diferente a todos los demás, un árbol imposible que normalmente no existiría en Inglaterra; Un árbol baobab de África. Este árbol grande, algo caprichoso, era para todos los recuerdos y emociones que eran sobre Harry. En su mente, Severus se instaló en un nicho entre las grandes raíces. Se recostó contra la solidez reconfortante del baobab y se dejó llevar entre los recuerdos más agradables.

Pocos minutos antes de que terminara su hora de soledad, Severus fue sacado de sí mismo por el tick-tick-ticking de los pies de una lechuza sobre la ventana de la cocina. Se despertó y caminó hacia la cocina para abrir la ventana de la lechuza de Minerva, Circe. Le dio a Circe algunas golosinas, se sentó a la mesa de la cocina y leyó la última misiva de Minerva.

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Severus,

Esta mañana ha sido una oleada de actividad. Albus está en casa y, para mi sorpresa, besó mi mejilla y luego me entregó su renuncia formal al cargo de Director de Hogwarts. Inmediatamente hice una copia para mí, envié el original a la Junta de Gobernadores y luego una copia al Ministerio. Nuevamente me ofrecieron el puesto de Directora, y después de hablar largamente con Remus y Albus, acepté el puesto.

Ahora me queda libre el puesto de Director Adjunto para ocupar y he enviado una recomendación a la Junta de Gobernadores de que tú debes ser mi Subdirector. Espero que consideres la posición y aceptes.

Ahora, un toque de noticias tristes; Albus vivirá en Hogwarts. Me enteré de que toda la riqueza que pretendía tener era en vano. Durante once años pagó a los Dursley un salario de 500 galeones al mes para mantener a Harry de su propio bolsillo. Lo que queda es una escasa porción de galeones, knuts y sickles, algunos ahorros. Todas las casas de seguridad fueron regalos para la Orden del Fénix de Xenophilius Lovegood. En este momento no podemos recuperar las casas debido al hecho de que eran compras muggles, por lo que nunca se registraron en Gringotts, y los marcadores Fidelius para cada uno... bueno, el pobre Albus no tiene idea de ninguno de ellos. Xenophilius, querido hombre disperso que es, cree que podría tener títulos, pero no puede encontrarlos. Por lo tanto, Albus es indigente.

No lo arrojaré a la merced de los elementos. Invité a Albus al cumpleaños de Harry, y puedo escuchar tu indignación incluso ahora, Severus. Sin embargo, Albus se negó a venir conmigo ya que siente que Harry y tú no le darían la bienvenida. Te hablaré en la fiesta, Severus. Para entonces podrás pensar en tu respuesta y tenerla lista.