I Don't Want To Be A Hero, Year 2 - Etherian

Capítulo 21.- Segundo Año De Harry, Halloween

26 De Octubre De 1992 - Noche

Regulus había sido dejado en la Cámara de los Secretos junto con su gigantesco amigo Hephaestus. Harry tenía su libro de historias maravillosas que contaban sobre la infancia encantada de Merlín mientras hablaba con animales, y aprendió muchas cosas maravillosas sobre la magia.

No habían salido de la Cámara de los Secretos (a través de un pasaje oculto que conducía a la torre de la Directora) hasta cerca de la cena, lo que significaba que todos se habían perdido las clases de la tarde. No se pudo evitar una reunión con Minerva, ya que era probable que los estuvieran buscando.

La armadura se hizo a un lado para permitir que el grupo ascendiera a la oficina de la directora, y cuando Lucius abrió la puerta, Minerva casi saltó de su escritorio para saludarlos a todos con preocupación. Estuvo a punto de abrazarlos, pero se detuvo y solo los examinó a todos.

—¿Qué les pasó a todos ustedes? —Exigió mientras transfiguraba algunos libros en sillas para los estudiantes.

Lucius, portavoz designado, le dijo—Después de que usted y el Sr. Lupin llevaron al Sr. Filch y su gata a la enfermería, descubrimos que Miss Granger había desaparecido. La curiosidad nos llevó al baño donde hablamos con Miss Tremble, el fantasma. En nuestra discusión supimos que la señorita Granger cayó en... la Cámara de los Secretos—.

—¿La Cámara de los Secretos es real? —Preguntó maravillada.

Severus asintió—Así es, directora. Sin embargo, gran parte está inundada, lo que destruyó la biblioteca de Salazar Slytherin con la que nos encontramos—.

—Oh querida, tal vez Madame Pince la bibliotecaria...—Comenzó la directora.

—Imposible, Profesora—Interrumpió Lucius suavemente—Después de trabajar a través del laberinto, Severus y yo decidimos sellar la entrada—.

—La mayoría de esos libros eran de Artes Oscuras, profesora McGonagall—Dijo Severus—Y el Ministerio probablemente los confiscaría para su eventual destrucción—.

—Pero, qué pérdida—Suspiró la directora mientras se sentaba lentamente en la única silla desocupada que quedaba. Entonces se dio cuenta de los estudiantes callados—¿Alguno de ustedes tiene algo que agregar? —Preguntó mirando por encima de sus gafas a cada uno de ellos. Uno por uno guardaron silencio y sacudieron la cabeza en negativo—Está bien, entonces—Agitó la mano para sacarlos de su oficina—La cena comenzará pronto. Coman una buena comida y luego vayan a la cama. Todos necesitarán recuperar el trabajo que se perdieron—.

Draco, Harry y Hermione estaban preparados para escapar, pero Severus los detuvo—Sr. Malfoy, Sr. Snape, 50 puntos cada uno por conseguir un maestro en lugar de explorar solos—Luego atravesó a Hermione con sus ojos—Señorita Granger, 30 puntos de Gryffindor por irse sola, y asegurarse de que se requiriera un rescate que finalmente nos pusiera en peligro a todos—.

Hermione lo fulminó con la mirada—¡Eso no es justo! —.

—Señorita Granger—Dijo Lucius, con un tono de advertencia en su voz—Debe contener su curiosidad y desarrollar un sentido de autoconservación—.

Hermione miró a su Jefe de Casa para algo de entendimiento, pero no encontró nada cuando Minerva agregó—Lo siento, señorita Granger, pero debería haberse quedado en el pasillo para esperar el regreso de sus amigos y nosotros. Estoy de acuerdo con los profesores y los puntos se mantienen. Ahora, váyanse—.

Hermione cerró la boca ante cualquier protesta, giró sobre sus talones y salió. Harry y Draco se miraron el uno al otro. Ambos se despidieron de sus padres y siguieron a Hermione.