Manipulado por mi Secretaria © [COMPLETA ✔️]

Capitulo 10 La embarazada soy yo

Ámbar

09 de Junio 2019

03: 32 a.m.

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Y el precio que hay que pagar.
Es con sangre
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— Puedes decir algo... — No, voy a pegarle por esto, porque aún dudo de su palabra.

Es una broma.

El auto sigue en marcha, pero yo quiero, quiero golpearlo por lo que me dijo hace momentos. ¿Cómo es posible?

— Es una broma ¿No? — lo miro para ver si me sigue mintiendo, porque no es nada bueno — Dime si me estás mintiendo, es un tema muy delicado — Digo en susurros,  viéndolo molesto también.

¿ahora él se enoja?

— No, no es una broma — No puede ser. Me acomodo otra vez en mi asiento mientras saco un dulce que había en mi cartera. El deseo de vomitar y tener la visión borrosa me tiene mal. — Hablaremos cuando lleguemos a tu casa — Logro escuchar

— Claro que hablaremos — Y sin más que aclararle, me callo.

Cierro mis ojos tras sentirme bien y perder las ganas de vomitar.

Los recuerdos de hace unas horas, me hacen sonreír.

Él llego por mí, aunque ni siquiera le pedí que lo llamarán, pero él vino. Vino y dejo lo que estuviera haciendo para ayudarme.

Casi se llevan a unas de las gemelas, Alexis recibió un golpe fuerte en la cabeza que lo dejo inconsciente por más de 15 minutos y a Roberto le golpearon salvajemente. Y yo, como siempre, poniéndome mal en momentos en que me necesitan, siendo la rescatada por mi príncipe azul, de la linda armadura manchada de mis lágrimas y penas. Quien siempre, es dueño de mis sueños, de mis anhelos de gritarle todo y a la vez abrazarlo siempre.

Me doy la vuelta para poder mirarlo sin que se de cuenta, acomodo la pequeña almohada hecha por sus camisas, que las tengo hechas bollo.

Él bosteza mientras busca algo en uno de los mil cajones que tiene este auto. Saca una pastilla y se la mete a la boca para después seguir con la vista al frente. Su mano izquierda agarra el volante mientras la derecha esta en la palanca de caja de cambio.

Mira hacía mí y yo cierro los ojos tan rápido como pude.

— Se que estas despierta — pero no respondo ante sus palabras. — Bueno... — Apoyo mis manos delante de mi vientre, para que no me golpeará y aunque es una posición muy incómoda, me da la satisfacción de tenerlo cerca.

Una mano se pone encima de las mías, sobando lentamente ellas y dejando pasar aquellos nervios que tengo al momento de tener una parte de su cuerpo pegado al mío.

Aunque tiemblo por las emociones contraídas, no abro los ojos. Me mantengo hecha la dormida mientras aquella mano sigue en ese lugar, quieta.

¿Por qué soy tan estúpida?

Tan débil soy, al seguir con este juego, que me seguirá dañando, que seguirá matándome poco a poco, hasta que no me quedé nada y sea un cuerpo solitario.

Por estúpida me gano esto, por ingenua llegamos a estos extremos.

.....

Son más de las cinco de la mañana, Alexis ayudo a llevar a sus hermanas a la cama y llevar lo que habíamos llevado.

Hace momentos me dio un beso y me dijo que cualquier cosa, gritara para que él viniera.

— Se ve que todos me odian — me giro al escuchar su voz tenaz y ronca.