Manipulado por mi Secretaria © [COMPLETA ✔️]

Capítulo 11 Incluye Morir

Ámbar

09 de Junio 2019

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Y la sangre de quien se atreva a entregarse, será quien limpié los errores de todos.
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— ¿Cómo? — Pregunta una vez más. Creo que ha estado medio bobo estos meses.

— Mintió y no entiendo porque hasta el momento no habías ido a ver al detective — Recrimino sintiendo los leves dolores en mis brazos — la cosa es que tú, tenías que saberlo. Pero veo, que hasta ahora nada — Sus ojos me ven atentos para después caminar cerca

— Lo sé... Maldita sea — intenta golpear la pared pero lo detengo

— No lo hagas... Solo te haras daño — Le puño izquierdo no impacta contra la pilastra de cemento — Basta de esa actitud, te lastimas date cuenta — Baja en puli mirándome molesto por mis duras palabras, pero son reales y duras — Tenemos un problema, muy grande y tú lo sabes tanto como yo — Me levanto para no seguir sentada ya que me siento muy incomoda, quiero mi camita. — Tenemos que buscar una solución y de las rápidas. Si ella sigue en la empresa, sacará todo lo que su hermano le pida. Peor, que ella tiene eso — Me acerco a él — No eres un adolescente de 16 años, Octavio — Le sorprende mis palabras, que tal acto, retrocede — Y poniendo que todo lo que me has dicho es verdad..

— No te estoy mintiendo — Y cuantas veces he deseado escuchar eso, no se cuanto tiempo tardo en decir, pero no puedo confiar tan rápido en él, ni en su palabra

— ¿Con qué garantía? — Le digo decidida — ¿Cuál garantía me das para que yo confíe en ti una vez más? — Veo y noto como los ojos le brillan por lo que le dije — ¿Puedo confiar en ti una vez más? — Tengo temor, más bien pavor a la respuesta que me dé. Siento como mi propio cuerpo, se siente ansioso por la respuesta. — Quiero hacerlo... Octavio, quiero confiar en ti, pero se me hace imposible. Yo... — Y antes que la vergüenza y la tristeza de no recibir respuesta, él me agarra, avanza hacia mí y me toma de las muñecas

— Mi garantía es... — Bien, creo que es el día en que nos quedemos con palabras en la boca. Una de sus manos, lentamente sueltan mi muñeca y por alguna razón, el pánico se concentra en no tener su tacto.

Tan rápido como pudo, saco algo su cuello, que colgaba aquel medallón que me dió. Traía una que otro arreglo.

— Esto es mi garantía — Y com aquella mano libre, logra abrir el medallón donde ya no sé que pensar. El corazón tiene ahora, una parte esta vacía — Aquí — me dice decidido — Ira la foto de nuestros hijos. Y tú lo llevarás — la mano que me sostenía se suelta y las pone tras su cuello para de seguro, quitarse el collar — Date la vuelta — Creo que muero lentamente y esas pulsaciones en el corazón como en la cabeza son muy importantes.

Le hago caso, creo que me veo ridícula al sentir lo frío del collar, en mi piel siendo puesto por él.

Un hormigueo recorre por mi espina dorsal, llegando a mis manos y pies. Sus suaves dedos, tras poner el broche del collar tocan mis hombros delicadamente para pasar a mis brazos lentamente y bajarlos para tomar mis manos y apoyar su mentón entre mi hombro derecho.

Le estoy dando la espalda, pero aún no verlo, me hace sentir muy nerviosa. Como la primera vez

— Te amo tanto — Suspiro sintiendo un alivio muy reconfortante — Te amo tanto y lamento tanto a verme alejado tanto tiempo — cierro los ojos sintiendo ese cosquilleo en mis ojos. — Quiero mi vida junto a la Tuya. Quiero ver crecer a mis hijos contigo, tomados de la mano — y  las aprieta, aprieta mis manos con notorio anhelo