Manipulado por mi Secretaria © [COMPLETA ✔️]

Capítulo 29 Me tienes en tus manos

Octavio

12:23p.m

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¿Esto es dolor?
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Mire una vez más las imágenes de la calle central de la ciudad.

Desde ahí, el coche se pierde rastro.

¡Maldita sea!

— ¿Al-Algun dato? — Mis manos caen sobre el mouse y repito la misma parte del video.  El coche acelera ni bien el semáforo cambia de color..

— no señor, estamos tratando de ver si el coche está registrado, para ver si lleva GPS en su caja y poder encontrarlo — me alejo de la computadora. La señorita empieza a teclear algo en la computadora — Buscaremos la placa — Asiento

— Vámonos — mis hombres se ponen en posición y salimos de la sala de controles de las cámaras de seguridad del centro.

Cuando estoy llegando al coche, Paúl aparece con el celular en mano

— te lo paso — le dice al celular. — Es Royer, el guardia que estaba herido — Extiendo mi mano y me da el celular

— Habla Octavio — Espero una respuesta... apenas suspiro de una persona me hace mirar desconfiado a Paul

— La señora... No huyó... —  su voz sonaba agotado, mucho. Una pequeña parte de mí, una pequeñita se alegra de que lo que presentí sea verdad, ella no es así. No huye de mí — Ella no... ¡Tengo que hablar! — toco mi frente, al parecer no dejan que el hablé. Los doctores se ponen más rígidos cuando uno necesita hacer las cosas.  Paul saca otro celular y empieza a llamar alejándose de mi — No huyó... Porque ella tiró los portadores al coche, y... No los traía en brazos — mi pecho se oprime ante ello...

¿Qué fue?

Las cámaras de seguridad de la casa estaban apagadas

Mi cabeza crea ciento de escenas que Ámbar pensó o hizo en esos minutos.

Ella tal vez tuvo que salir de ahí obligada, obligadamente o a la fuerza

— Eso puedo... Puedo decirle de verdad... Espero que los encuentre — Lo haré.

Aunque sea lo último que haga.

Cuelgo el celular y se lo doy a quien abre la puerta por mi.

— Me iré manejando este coche — les digo. — Busquen todo referente a salidas en bus o en avión de la ciudad. Carreteras y desvíos en las fronteras de Santa Cruz, nadie con los rasgos físicos de mis hijos y de mi mujer pueden salir del país — Todos los guardias salieron en busca de ellos.

— Estamos en contacto — Paúl se acerca a mí — Hay una testigo — Me muestra el celular — Es una vendedora ambulante... Ella está esperando en la casa — Una chica con aspecto de temor es quien está en la pantalla del celular — Ve tú y habla con ella, estaré con algunos hombres para seguir investigando — Asiento

....

— ¿Nada más? — La muchacha niega — Solo eso... ¿Estás segura? — Martha le soba la mano para que deje de temblar

— Mira muchacha... Estamos en un momento que cada maldito segundo que pasa nuestra amiga y nuestros sobrinos se ponen en mucho más peligro — Ezequiel se acerca a ella y le dice con voz amenazante — Su aspecto de la chica era de ella ¿ Si o no? — Liliana trata de calmarlo, pero no lo logran.