AGNYS | descendants

CHAPTER V

CHAPTER V

( it's my candy store! )

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AGNYS CAMINABA POR LOS PASILLOS SEGUIDA por Kiara quien, como siempre, no paraba de hablar ni un segundo. La anteriormente peliazul la ignoraba llegando a los vestidores de las chicas, ya que su próxima clase del día sería gimnasia.

Al entrar se encontró con todas las chicas con las que compartiría la clase, para su suerte ni Evie ni Mal se encontraban allí.

— Para mi suerte soy buena en gimnasia, ya sabes, reflejos felinos, pero la profesora siempre se da cuenta si los uso, eso es bastante molesto, además...

— Kiara— la detuvo.

— ¿Sí?

— Para de hablar por un segundo, ¿quieres?

— Okay.

— Gracias.

Agnys se alejó dejando su mochila en uno de los bancos, sin saber muy bien qué hacer, al ver a aquellas chicas vestirse con el uniforme y algunas arreglándose. En la Isla la escuela era muy diferente a lo que era allí, era pura suerte que más de seis estudiantes se presentaban, obviamente ella no se encontraba entre aquel número. Siempre se encontraba recorriendo la Isla junto a Ace, el hijo de la Reina de Corazones, a quién realmente extrañaba horrores. Y no estaba de más decir que en sus escapadas, un sigiloso muchacho los seguía de vez en cuando haciendo sonar su garfio contra las paredes de las casas.

— ¿Harás la clase vestida así? — preguntó una chica castaña acercándose a ella, lo que la sacó de su ensoñación.

Era de su misma altura, castaña y con unos grandes ojos color café, estaba vestida con el uniforme de gimnasia, sin embargo, tenía su estilo marcado en él con algunos accesorios. Tenía los ojos delineados como un gato y sus labios se encontraban levemente rojos.

— ¿Hay algún problema con eso? — le preguntó cruzándose de brazos, ninguna niña de Auradon le diría qué hacer.

La chica comenzó a sonreír divertida para luego dejar salir una risa.

— Me agradas— dijo mirándola de arriba a abajo examinándola, no era como Evie y Mal—. Soy Zahid, hija de Jasmine y Aladdin.

— Eso explica el delineado y las joyas.

Zahid volvió a reír.

— Tengo un uniforme de más si lo quieres.

— El amarillo no es mi color.