-Capítulo 18-

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-Narra Anna-

Mi vista se desvió a un lado para ver una figura tambaleante caminar hacia mi.

Archie: Una orden, es una orden -calló de rodillas frente a mí y me dio una sonrisa-

Sin dudarlo lo abrasé, jamás había tenido tantas ganas de abrazar al estúpido que siempre me ganaba a las escondidas cuando éramos niños. Míralo ahora, hecho un hombre.

Mateo: ¡KENAY! -gritó tan fuerte que logré escucharlo a pesar de casi no oír lo que a mi alrededor pasaba-

Anna: Pu-tamadre -fué lo único que alcancé a decir antes de ver a Mateo abalanzarse sobre Kenay quien huía sin ser visto-

Mateo se abalanzó sobre Kenay con todo su peso, ambos cayeron al suelo y Mateo comenzó a golpearlo.

Enseguida me puse de pie y tanto yo como Archie corrimos hacía ellos, Mateo lo mataría si seguía. Pero Kenay también sabía defenderse, el prácticamente es un asesino entrenado. Pero esta vez, Mateo era quien le estaba dando una paliza. Ambos se encontraban con sus rostros sangrantes mientras que la mujer, madre de Kenay jalaba de Mateo pero no había forma de separarlos.

Empujé a la mujer y ella cayó a un lado mirándome horrorizada, podía ver en sus ojos el miedo, miedo a que yo fuera a matarla a ella o a su hijo y la verdad, es que mucho no me faltaba para hacerlo.

Anna: ¡Mateo ya para! -dije jalando de su camiseta-

Archie intentaba agarrar también a Mateo pero ambos caímos de cu-lo sin éxito alguno, era la primera vez que no podía controlar a Mateo.

Anna: Tú agarra a Mateo y yo a Kenay -ordene-

Archie rodeó a Mateo por la espalda y con toda su fuerza tiró de él y ambos cayeron en el suelo, en cuanto lo hizo saqué un cuchillo y lo lleve a la garganta de Kenay colocando una rodilla encima de él haciendo que enseguida dejara de moverse.

Mateo: ¡Suéltame!, ¡Suéltame que lo mato! -gritó intentando zafarse del agarre de Archie-

Yo no dejaba de ver a Kenay directamente a los ojos y él a mí, él era un traidor y como tal se acaba con los traidores.

Anna: Tú sabes lo que les pasa a los traidores -murmuré en su rostro, en cuanto comencé a hablar Mateo se tranquilizó-

Kenay: No, espera... -dijo aterrorizado-

En eso la mujer se tiró a mi lado tirando de mi brazo y gritando, su cara de desesperación lo dejaba ver todo, si ella tuviera un arma, me dispararía y mataría, no había duda.

X: ¡Déjale!, ¡Zorra, bestia!, ¡Déjale! -intenté no darle atención pero cuando ya colmó mi paciencia con mi mano libre tomé mi arma y apunté directo a su cabeza haciendo que ella se quedara quieta-

Anna: ¡Quieta!, ¡Quieta o disparo y luego lo mato! ¡¿Me escuchas?!

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-Narra Mateo-

Tenía ganas de ir allí y arrancarle la cabeza, juro que lo mataría a golpes. Archie me agarraba pero yo no oponía resistencia desde el momento en el que Anna amenazó a Kenay.

Anna estaba destruida, sus manos temblaban y la parte izquierda de su rostro estaba cubierta de sangre y su mano derecha estaba morada.

Todos nos habíamos quedado inmóviles en cuanto ella apuntó a la señora aquella, el cabello de esta señora se encontraba alborotado y parecía haber estado en malos cuidados.

Anna: ¡No, para Anna por favor!, ¡No le dispares!, ¡Te prometo que desapareceré y no volveré nunca más!, ¡O mátame a mí pero no a ella por favor! -gritaba desesperado-

Hijos de la Mafia -Mateo Palacios y Anna Parker (2da temporada)- FanfictionWhere stories live. Discover now