-Epílogo-

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-Narra Escritora-

El aire le acariciaba el rostro, la sangre seca ahora sólo quedaba en el corte ocasionado por aquel salto en el risco. El pasto a su alrededor se movía y le acariciaba los pantorrillas sobre sus pantalones ajustados.

En cuanto tuvo en frente la roca de asfalto, le sacó con su mano las pequeñas ramitas y raíces que la habían cubierto en un año. Apoyó su rodilla en el pasto y acaricio aquella piedra con cariño, pasando sus dedos por el labrado de la lápida "Nicolas Parker, amado padre y esposo "

Sonrió en cuanto recordó su sonrisa y los buenos momentos que había pasado junto a su padre, se dio cuenta de lo mucho que había crecido y madurado sin él a su lado, se dio cuenta, que quizá estaría mejor con él aquí a su lado pero ella sabía que él seguía ahí, a su lado, apoyándola en un plano distinto al suyo.

Anna: Eh... papá –comenzó tragando gordo- Soy yo, Anna. Hacía bastante que no venía a verte, sé que estás aquí aunque no pueda verte –pausó- Me haces falta, y me lo seguirás haciendo cada día de lo que quede de mi vida. Extraño cuando sonreías y me abrazabas cuando todo estaba mal ¿sabes?. En los peores momentos, cuando ya no estabas aquí... me sentí muy sola, pero luego... me daba cuenta que nunca te fuiste, que jamás me has abandonado, que tú siempre estuviste y estarás a mi lado. –tragó nuevamente y miró al frente- He venido a decirte que lo he conseguido, he venido a decirte que tu hija por fin va a ser feliz con la persona que ama, he venido a decirte que tu hijo Camilo se casa, he venido a decirte que seré tía y tu abuelo... he venido a decirte muchas cosas que me encantaría decírtelas a la cara, pero lamentablemente el tiempo y la vida no me lo han dejado.

Anna acarició el pasto largo y arranco algunos tallos rompiéndoles posteriormente con sus dedos y volviéndolos a arrojar al suelo.

Anna: Me voy a África –mencionó- Me voy al medio de la nada, a la sabana. Conseguí una gran casa ahí, tenemos todo... y además no me encontrarán nunca. Sólo Mateo y yo, nada de preocupaciones ni malditos riesgos... sé que nos ves de allá arriba, sólo vine a decirte que te amo y que aunque esté lejos de aquí, vendré a verte a menudo. Nos vemos papá, nos vemos...

Se puso de pie y miró a un lado, otra lápida descansaba, está más dañada por el paso del tiempo pero jamás menos importante. Le acarició y le dio un suave beso, recorriendo otra vez con sus dedos el nombre "Anna Julia Parker, amada madre y esposa". Se alejó unos metros y volvió la vista atrás, observando como las dos lápidas descansaban juntas, una justo al lado de la otra. Era tiempo de partir, era tiempo de tomar el camino correcto.

Continuó caminando y cuando sus pies pisaron el asfalto de la carretera otra vez abrió la puerta del auto que la había traído hasta aquí. Se subió del lado del conductor, esto, era algo que quería hacer sola para poderle hablar con sinceridad a sus propios padres.

Encendió el vehículo y miró por última vez las lápidas que descansaban bajo el árbol, se colocó los lentes y emprendió la marcha observando por el retrovisor como el lugar se alejaba, trató de ser fuerte y lo fue, sin embargo mientras se alejaba una sonrisa se le formó en el rostro mientras les observaba felices a sus padres reír y abrazarse.

En cuanto llegó bajo del coche y se dirigió dentro, un joven la esperaba de espaldas mirando las maletas a su alrededor, en cuanto dejó las llaves sobre la mesa el volteó rodeándola con sus brazos. La presionó fuerte contra él, sabía que lo que ella iría a ser no sería fácil aunque ellos siempre estuvieran a su lado.

Mateo: ¿Estás bien? –preguntó-

Anna: Siempre que tú estés a mi lado...

Mateo: Entonces eso será para toda la vida –sonrió antes de besarle-

Mateo tomó las maletas y las llevó a la camioneta, desde el pasillo apareció un triste Archie.

Anna: Quita esa cara larga Archie –le golpeó el hombro-

Archie: No va a ser lo mismo sin ti, yo realmente amo mi trabajo... pero sin tí

Anna: No digas más –le interrumpió- Tú eres mi amigo Archie, mi hermano de otra madre. Yo sé que tú puedes, que tú eres el indicado para este trabajo. Si no lo estás ¿Qué carajo hice los últimos diez años de mi vida? –sonrió-

Archie: ¿Salvarme el cu-lo la mayor parte de veces?

Anna: Sabes que eso no es cierto, hombre. Ahora ven acá dame un abrazo –dijo abriendo sus brazos-

Archie la rodeó también, le extrañaría más que nadie. Pero, él realmente quería seguir en esto... seguramente porque aún no se había enamorado pero... sin Anna esto ya no sería igual. Era demasiada responsabilidad.

Anna: ¿Cuándo creciste tanto?, No estabas tan alto hace dos semanas –le dijo sonriendo mientras le abrazaba-

Archie: Recuerda que siempre tendrás un amigo aquí –le miró-

Anna: El que me vaya y no te vea por un tiempo no quiere decir que dejemos de ser amigos, tu siempre serás mi amigo ¿De acuerdo?. Esto no es un adiós Archie, esto es un hasta luego, no creas que no vendré a verte.

Archie: Lo sé –sonrió-

Ambos salieron fuera, dónde Mateo aguardaba con el auto ya encendido. Archie abrazó por última vez a Anna y Mateo se acercó para estrecharle la mano sin más, ambos se subieron al coche y ante la mirada sonriente de Archie este los despidió con la mano en cuanto el auto comenzó a andar.

Anna: ¿Dónde quieres ir ahora? –preguntó-

Mateo: A cualquier lugar, pero primero que todo, a ser felices de una jodida vez –sonrió-

Liberó una mano del volante y la cruzó al lado del acompañante tomando la mano de Anna que la acobijo entre las suyas, ella lo miró y él la miró a ella.

Mateo: Te amo con todo lo que soy, mi Julieta

Anna: Te amo con todo lo que soy, mi Romeo.

Y así, el vehículo se perdió en la carretera llevándose en su interior a dos jóvenes que se amaban con el amor más puro y sincero que podía existir. Para ser felices, sólo ellos dos en dónde nadie más les pudiera hacer daño, en dónde sólo existieran el uno... para el otro.

Mientras tanto, ella sigue allí, esperando ansiosamente al retorno de aquellos que alguna vez hicieron que su nombre se conociera en todas partes, espera ansiosamente a volver a mecer la cuna de aquellos a los que tanto ama. Ella sabe, que tarde o temprano, todos volvemos a donde comenzamos y nuevamente acunará a sus hijos bajo su ala y contará a aquellos que no saben la leyenda de esa mafia que aún sigue viva en algún lado y que su nombre sigue resonando en todos lados "Anna Parker". Ella sabe que algún día sus hijos volverán a ella y ese día, el mundo se enterará del retorno... de los Hijos de la Mafia.

...

FIN


Hijos de la Mafia -Mateo Palacios y Anna Parker (2da temporada)- FanfictionWhere stories live. Discover now