Paralelo - Nomin

Capítulo 7

Subí otro capítulo antes que este:)

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—Jeno, sabes que comienza a doler en serio, ¿No? 

Jeno sonríe y por supuesto Jaemin no puede verlo, está sobre sus manos y rodillas completamente a su merced, así que Jeno repleto de calentura y mucho enojo bien acumulado y guardado balancea su mano para que golpee contra la piel de Jaemin y pueda escuchar el sonido del golpe seguido de un pequeño gemido de el menor, ama hacer esto. 

—Oh, sigues siendo un pequeño chico malo que no puede callar su linda boquita—dice subiendo un poco más en la cama, colocándose muy cerca tras Jaemin, apegándose a su espalda, logrando tener a su alcance su oído— ¿Eso es cierto? 

La respiración de Jaemin es muy rápida y puede sentir su corazón golpeando, y como muerde su labio tratando de hablar.

 —¿Creíste que no obtendrías consecuencias de ello? 

Jaemin jadea, Jeno acaricia su oído con sus labios, luego puede sentir su sonrisa contra esta y en un segundo la humedad de su lengua en esta, junto con la textura de su encantador piercing.

—Apuesto que quieres sentirlo—Jeno tiene la voz mucho más rasposa, y sin querer está apegando mucho su erección al trasero desnudo de Jaemin—quieres besarme, y que ponga mi lengua en esa preciosa boca tuya. 

Jaemin gime con fuerza, el necesita esto y se encuentra atrapado en el momento de mandar todo a la mierda porque no puede esperar más por ello, sólo se deja sentir, se deja ser y suplicar. 

—Sí, por favor, bebé—Jeno deja a un lado el sobrenombre, ignorándolo y tomando el cabello de Jaemin para llevar su cabeza hacia atrás, su boca está abierta y un poco seca, los jadeos se colan por ella y Jeno siente sus labios arder por el deseo de besarlo, el se distrae un montón de tiempo observando la boca de Jaemin, en como en un momento determinado el menor lo nota y lame sus labios, porque él sabe exactamente como provocar a Jeno, el sabe el lugar indicado y como disimularlo en lugares públicos, en cómo hacerlo desesperar sólo para reírse un poco o para obtener mucho más un rato después, hay miles de ejemplos, miles de lugares dónde Jaemin pone a prueba sus tácticas.
Hay centros comerciales, recepciones de hotel, propios conciertos, en el garaje que antes ensayaban, en el estudio, en la cocina, allí mismo hace unos segundos antes agachándose perfectamente ante Jeno, mordiendo su labio luego sólo para que el mayor pudiera seguir su juego, pasaron unos días más mientras Jeno se recuperaba y Jaemin no obtuvo nada, el no consiguió ni un toque hasta el día de hoy en el que Jeno podría pronunciar cada palabra sobre su oído perfectamente. 
Jaemin conocía a Jeno lo suficiente para saber que amaba ser provocado, muy en el fondo lo hacía, pero que sería de ellos sin todo esto, estarían aburridos, aunque Jaemin muchas veces quiera llegar a cruzar la línea coqueteando con otras personas, Jeno se enojaba más de lo debido, y era curioso el hacía eso todo el tiempo, y era un cretino, ambos eran unos cretinos, ambos podían llegar a golpearse sólo porque el orgullo no soporta perder, y eso les impulsa más de lo debido. Así que dentro de todo esto siempre tenían que haber dos ganadores, de alguna forma, o simplemente era una batalla infinita. Jeno se muerde el labio y suelta a Jaemin con mucha más fuerza de lo debido. Se mueve a un lado y se deja caer sobre la cama, recostado a la pared. 

—Prepárate—Jeno demanda, el menor se pone sobre sus rodillas alejando las manos del colchón.

Jaemin traga saliva, estaba tan caliente que no podía realmente protestar por ello, aunque amaba los dedos largos de Jeno de verdad no iba a protestar porque él sólo necesitaba estallar ahora, era como tener una bomba de tiempo contado en el. Levanta sus dedos temblorosos de calentura a sus labios y los lleva a su boca, el los humedece con paciencia, arriba, abajo y deja que su lengua juegue con la punta de sus dedos y gime por su propia acción. Los baja rápidamente y abre un poco más sus piernas y los coloca con esfuerzo en su entrada, apoyándose con la otra mano sobre el colchón para inclinarse y obtener menor ángulo. Cuando deja entrar uno el simplemente no puede callar su gemido, es fuerte y pudo escuchar a Jeno gemir también bajo su propio ruido. 

Levanta su rostro y observa a Jeno con la mano sobre su entrepierna en la tela de sus bóxers, está mordiendo su labio y le observa con el pecho subiendo y bajando. Jaemin está sonrojado y su cabello está revuelto, su boca está abierta y sus gemidos son entrecortados a cada movimiento. Se acostumbra y utiliza el siguiente dedo, su cabeza cae hacía atrás y gime con fuerza, sus caderas se mueven con más profundidad. 

—Jeno, por favor, sí—Jaemin gime para su propio beneficio y para el de Jeno, sabe que lo tiene al borde y por eso de nuevo dirige su mirada en su dirección.

Hay un golpe en la pared, es fuerte y constante. 

—Maldita sea, Jaemin, quiero dormir por la mierda cállate—Yukhei grita desde el otro lado de la pared en su habitación.

Jeno suelta una pequeña risita y Jaemin lo fulmina con la mirada. Podrían compadecer todos a Yukhei, estaba en medio de ambas parejas de la banda y no es como que no se encuentre ocupado al igual, el solo no encuentra nunca un buen horario para dormir. Al día siguiente tendrían el primer concierto de su gira y Yukhei estaba más que hecho por las fiestas a las que procuró ir en los últimos días. 

—Estás listo—Jeno le dice—vamos a terminar con esto. 

Jaemin le sonríe y pone ambas manos de nuevo sobre la cama, se impulsa con ellas y sus rodillas para ir hacia Jeno. El menor pone ambas manos sobre los muslos de Jeno y se acerca aún más. Deja una mano pasearse por su entre pierna con la misma sonrisa llena de picardía. 

—Vamos a ello campeón—dice mientras se sube sobre Jeno, y deja sus labios en su oído, perfectamente alineando su trasero con la entrepierna del mayor y se mueve sobre esta—¿Ahora lo ves? Siempre cumples mis deseos, y aunque lo niegues, es porque tenemos los mismos. 

Jeno gime cuando Jaemin hace aún más presión en su entrepierna y tiene que tomarlo de la cintura mientras este lo toma del cuello y lo besa salvajemente y ambos no pueden evitar gemir, se siente como tocar el cielo.