Capítulo 16

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Jaemin espera un segundo sin despegar la vista de su miserable reflejo y luego de el silencio solo el ruido de la puerta lo hace sobresaltarse, Jeno se había ido.
 
Camina hacia la habitación y toma su bóxer para colocárselo rápidamente, busca con la mirada su celular en el suelo no sin antes haber prendido la luz para poder verlo, cuando lo encuentra solo tiene un largo quiebre del lado derecho, su boca se frunce un poco.
 
Pero aún sigue temblando, y no quiere bañarse, el solo se limpió, mucho menos quiere recostarse sobre la cama, el quiere llorar de nuevo porque es ahora que siente su pecho contrayéndose y reconoce muy bien lo que es ese sentimiento ahora mismo, se da cuenta que cada vez que Jeno no estaba su pecho llamaba porque ese vacío fuera llenado, pero el siempre lo había ignorado de manera brutal, ahora es tan claro que lo odia.
 
Se odia a sí mismo por ser un idiota, y odia a Jeno por ser más idiota que él, odia el sentimiento y no quiere más que ignorarlo como si jamás hubiese estado allí pero sabe que si lo intenta aún más, se hará más fuerte y es porque está en su contra, en contra de lo que Jaemin ama de la libertad y el cero compromiso, el no está de acuerdo con el sentimiento porque no quiere a su corazón aún más roto, pero su corazón al parecer no aprende la lección.
 
Mira la hora cuando su celular decide encender de nuevo, faltan diez minutos para apenas las cinco de la madrugada, y no, el no quiere estar allí, mientras se sienta sobre la cama y el olor de Jeno le inunda las fosas nasales con una fuerza arrolladora…sabe que no puede seguir con esto, tiene que ponerle fin.

 

 

Jeno camina solo por la calle, mientras la capucha le cubre el cabello de color llamativo, su cabeza está gacha y no quiere que esta funcione, porque no hace más que torturarlo mientras le recuerda lo sucedido hace unos momentos, su pecho está gritando, y solo puede recordar el sentimiento de querer decirle a Jaemin cuanto lo ama en el momento en que sus ojos hicieron conexión, el sabe lo que pasa por la mente del menor en este momento, Jaemin siempre se lo ha dicho, no quiere a su corazón roto, Jeno siempre estuvo de acuerdo, el mucho menos quería enamorarse, pero ahora el mayor sentía esta necesidad de cuidar de él, porque no le haría tal cosa al corazón de Jaemin…pero sabe, muy en el fondo, que él no puede evitar romperle el corazón al menor, porque está en su sangre ser un desgraciado como está en la de Jaemin ser un cretino, por eso cuando era solo sexo no había problema, pero en esta sofocada madrugada ellos habían hecho el amor, y Jeno se había sentido como nunca en su vida, pero sí, odia el sentimiento, se odia a sí mismo y odia a Jaemin, maldita naturaleza y malditos sentimientos innecesarios.
 
Se detiene frente a una librería y observa un poster de ellos pegado al vidrio de la vitrina, anunciando su concierto, observa a Jaemin y su pecho es golpeado por miles de sentimientos, pero solo puede apretar la mandíbula, no lo va a aceptar, y Jaemin mucho menos, pero lo que si sabe es que a cuesta de todo, Jaemin querrá terminar con esto.

 

 

—Gracias por haber venido, Renjun—dice Jaemin, depositando un beso sobre la mejilla bronceada del chico, que voltea hacia el y sonríe.
 
—Descuida, no es un problema para mí.
 
Jaemin lo mira con ojos entrecerrados, está tratando de hundir el sentimiento en su pecho con la mayor de sus fuerzas.
 
—¿Aún cuando son las cinco de la mañana?—dice haciendo un puchero pequeño, pero bastante halagador.
 
Renjun se ríe, y pone su mano sobre la rodilla de Jaemin.

—Estaré para ti cuando quieras.
 
Jaemin asiente suavemente, mira alrededor y se muerde el labio inferior, mira a Renjun quien lo mira con una sonrisa traviesa porque ya conoce como es todo con Jaemin, bastante bien.
 
—Bien, voy a aparcar cerca entonces—dice Renjun, girando en una esquina el auto.
 
Jaemin se ríe.

—Buen chico.
 
Renjun lo mira de reojo con una ceja levantada.

—Aquí el chico malo es otro…—susurra y Jaemin hace un sonido estando de acuerdo, entonces se levanta en su asiento y se mueve hasta el asiento trasero.
 
Asegurándose de darle honor a su trasero en el camino, levanta su camisa tirándola el suelo del auto y se acerca al oído de Renjun.
 
—¿Quieres que me prepare para ti?
 
Renjun trata de mantener un gruñido de satisfacción por el tono de voz de Jaemin dentro de su garganta, detiene el auto rápidamente en un callejón y se gira hacia él.
 
—Tranquilo, déjame hacerlo yo, cariño. 

Jaemin asiente, se recuesta en el asiento de nuevo mientras Renjun salta rápidamente con él, y sin perder tiempo comienza a besarlo. Jaemin gime y rápidamente se coloca sobre Renjun, agarrando su mano y poniéndola en su trasero para que apriete, gime un poco fuerte, pero se siente más vacio que nunca.

—Sería un placer—gime Jaemin.
 


 

Jeno patea una botella en el suelo de la calle, ni siquiera sabe cuanto a caminado ni qué hora es, porque no trajo su maldito celular y mucho menos le importa una mierda. Se detiene cuando encuentra un café, está abierto y solo hay una pareja, y una chica dentro, no debería ninguno formar ningún alboroto y tampoco estaba para dar autógrafos, quería un café para su dolor de cabeza, y morir, probablemente eso no lo podría comprar en el café.
 
Entra y la campana en la puerta suena, solo la cajera voltea hacia él, ella le sonríe dulcemente está un poco ansiosa, hace su pedido y mientras espera se respalda con sus ojos en dirección hacia la chica en la mesa sola, la pareja acaba de irse de la mano pero él ni siquiera quiere voltear a verlos completamente cuando lo hacen. La chica tiene un libro y un té junto a ella, mira por la ventana, tiene ojos azules, muy conocidos realmente, eso revuelve el estómago de Jeno pero lo ignora, ella tiene un cabello largo, rizado y negro, tiene un lindo tatuaje en su muñeca, y vaya, tiene un piercing en el labio, los cuales son bastante rojos y Jeno está más dispuesto que nunca pero no sabe en qué momento mordió su labio mientras la miraba. La mesera le entrega su café y luego se dirige a la mesa de la chica.

—¿Puedo sentarme aquí?
 
La chica levanta su cabeza con cara de pocos amigos, cuando lo ve, su sonrisa se hace grande, y está tratando de esconder su emoción, lo nota en sus manos, ella solo asiente y él se sienta frente a ella. Toma un poco de su café observando como la chica trata de seguir con su libro, pero apuesta a que no puede salir de una sola línea.
 
—Estuve observándote, lo siento, eres muy linda.
 
Ella eleva su rostro, sus mejillas un poco sonrojadas, sus ojos muy brillantes y azules, Jeno siente su pecho tratar de romperse, pero lo ignora.
 
—¿Podría al menos saber tu nombre?—dice y se coloca un poco más cerca en la mesa, tomando un sorbo de su café.
 
Ella frunce su labio y levanta su ceja.
 
—Jess.

Jeno asiente.

—Soy Jeno...
 
Ella lo interrumpe.
 
—Te conozco.
 
Jeno se ríe, por supuesto que lo hace, entonces se siente impaciente por sacar un cierto olor especial y sensación de su piel, el se siente romper si no trata con ello lo antes posible.
 
—Dime, Jess…¿Te gustaría conocer un lugar?
 
Ella levanta una ceja.

—Solo si puedo saber cual es…

Jeno asiente en una risita.
 
—Creo que lo sabes.

Paralelo - NominWhere stories live. Discover now