Te odio? -WooSan-

֍𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 18֍

Narra la escritora

Mientras hacía la historia Wooyoung acariciaba la cabecita dándole círculos en todas las zonas de aquel cuero cabelludo. El mayor adormecido por las caricias que daba el menor, dio sus últimos párpados y los cerró cayendo en un profundo sueño.

Igual que el menor iba por el mismo camino que su mayor, con solo ver la perfección de San durmiendo lo hacía sentir cansado y agotado.
Acurrucó a San a su pecho y ambos jóvenes cayeron en un dulce sueños.

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Un día antes de navidad

El invierno había llegado, haciendo que toda la población se fuera de viajes o simplemente estuvieran en casas tomando un delicioso chocolate caliente acompañado de unas galletas de vainillas.

Pero ese no fue el caso de los chicos.

La madre de San tuvo una llamada de urgencia del hospital donde trabajaba, tenía que hacer una misión en Canadá, la solicitaron a que fuera por toda la temporada invernal ella no tuvo de otra más que aceptar. Dejando a su hijo solo en la casa y sin nadie para pasar las fiestas que se aproximaban.
El podría contar con su amado primo pero se fue de viaje junto con su tía Choi.
No tuvo de otra mas que quedarse solo y ver películas hasta las tantas horas de la noche.

Claro, todos tenemos problemas más que otras personas. Aquel castaño se encontraba en la sala de su departamento comiendo helado de fresa mientras veía una película de navidad que ponían todos los años para los infantes de las casas.

Se encontraba solo en todo el departamento ya que sus amigos se fueron a su ciudad natal para pasar las fiestas con sus familias. El podría ir a casa para pasarla en familia pero no podía, no este año. Sus padres se encontraba en un viaje de negocio, dejando su casa sola sin nadie. Que chiste tenía estar en su antigua casa sin sus padres? Pues nada, no gana nada a cambio.

Eran las 10:30PM y San se moría del frío. Por la ventana de la sala entraba un ligero aire frío haciendo que el pequeño de estatura temblará del frío. Con más que cerrará la ventana de su hogar siempre se abría, por que? bueno con su mala suerte la ventana se había rotó. Bueno desde que Jongho le tiró una manzana a Yunho la cual nunca le llegó a su preciado cuerpo sino a la ventana ovacionado un gran agujero en el.

No solo su mala suerte lo acompañaba en el frío, su estómago reclamaba algo caliente y delicioso para saborear.
Alcanzó el móvil y marco el número de una pizzería para ordenar dos pizzas para esta noche.

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X: Oye niño tienes un trabajo. -Apaga el teléfono y se pone a trabajar en la cocina-

X: A donde tengo que ir? -Lo mira atentamente mientras se colocaba el cascó-

X: -Le da un pequeño papel- Hay esta la dirección donde debes ir, ese será tu último pedido a si que no vulvas hasta que te llamemos para que vuelvas a trabajar.

El sujeto empieza a elaborar la pizza que le ordenaron y aquel chico prepara las cosas para irse dentro de 10 min a su último pedido de la noche.

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San: Maldito frío. -Protestó aquel pelirrojo saliendo de su habitación camino a la sala-

No que odiaba el invierno, todo lo contrario lo amaba. Le hacía recordar cosas de su pasado y eso lo ponía nostálgico. Pero no se esperaba que su nuevo hogar fuera tan frío.
Había tomado un delicioso baño de agua caliente para desaparecer cualquier rastro de frialdad, pero eso no duró tanto en cuanto salió del baño a vestirse adecuadamente.

Sus labios se tornaron pálidos y sus manos a igual que sus pies se encontraban congelados. Al parecer los calcetines y los guantes que llevaba no lo calentaba bien.
Solo rezaba a que aquella pizza que hace menos de 10 min había pedido llegará lo mas rápido posible.

Moría de hambre y de frialdad, no solamente de eso sino también de soledad. Pasar la navidad y el año nuevo solo es super triste. Por lo menos tiene sus helados guardados en la nevera por si se aburre y se dedica a comerlos mientras ve películas navideñas. Es un poco tonto comer helado con el frío que hacia, pero así es Choi San un chico raro desde que nació.

Toc toc

La puerta principal había sido tocada dos veces. El chico se exaltó un poco a escuchar aquel ruido proveniente de la puerta. Camino con lentitud y pesadez hacia la mesa de madera roble a coger el dinero que tenia. Sabía perfectamente de quien se trabaja, sin mas que el repartidor de pizza.

Al llegar a la puerta la abre con suavidad y lentitud, parecía de película aquella escena. Cuerpo a cuerpo, alma a alma, ojos a ojos; sus miradas se habían encontrado en cuestiones de segundos. Ninguno de los dos se creían de lo que estaban viendo. San pensaba que esto solamente pasaba en las películas dramáticas y románticas.

San: Tu eres el repartidor de pizza? -Su voz había sido temblorosa dando a entender que estaba nervioso por la presencia del menor-

Wooyoung: Si, son el repartidor de pizza. -Le sonríe ampliamente, le entrega el pedido- Y como estas pasando el invierno? -Le pregunta mientras saca una pequeña libretita donde el pelirrojo tenía que firmar-

San: Estoy solo en la casa ya que toda mi familia se fueron de viaja. -Hace una mueca y hace un leve garabato en aquella libreta-

Wooyoung: Te entiendo, yo igual estoy solo. Los chicos se fueron a nuestra ciudad natal para pasar la navidad con su familia. -Rodea los ojos mientras guardaba el pequeño cuaderno-

San: Que horrible navidad. -Bufo-

Wooyoung apoyaba a San, nunca habían pasado una navidad tan borrosa como esta. Estarían solos para año nuevo y para navidad.

La mente de Wooyoung le llegó una idea muy buena.

Wooyoung: Quieres que pase el invierno contigo? -Le propuso a aquel pequeño de estatura-

San lo miro por unos segundos analizando lo que el dijo. La idea que dio aquel alto no estaba mala. Ambos ganaba, no estarían solos y se divertirían un poco en su compañía.

San: Buena idea cara de tucán. -Wooyoung no dudó ni un segundo y darle un zape al contrario haciendo que este se quejará-

Los chicos entraron a la casa, parecía el polo norte por la frialdad que había adentro. Como San pudo aguantar este frío todo este tiempo!?