☻𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 27☻

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Eran las 10:20AM, aún se encontraba entré las sabanas el joven de 18 años.
Tuvo una noche horrorosa, milagro que durmió a las 2:01AM sin llorar.
La verdad que era inevitable poder llorar por la noticia de ayer. Aún pensaba que era una jodida broma o que tal vez el cartero se haya confundido de casa, pero sería demasiada casualidad que sea así.

Pensarán que hoy es un fin de semana pero no, hoy es Martes. Tendría que ir a la universidad para despegar un poco pero le da una pereza salir de su hermosa cama solamente para poder ir a la Universidad a pasar 5 horas en ella.
Se aferró más al peluche que Wooyoung le había regalado que ahora se llamaba Shiber, parecía un niño pequeño desde donde estaba.

Un aparato tecnológico estaba brillando y vibrando a la misma vez haciendo que la pequeña mesa de noche se moviera.
San giró su cabeza dirección a su móvil y se acercó a este viendo que en la pantalla salía el nombre de Jongho. Con pereza cogió el móvil y atendió a la llamada de su amado primo.

San: Hola. -Su voz se escuchaba totalmente baja-

Jongho: DONDE DIABLOS ESTAS CHOI SAN!? FUI A TU CASA Y NADIE ME CONTESTO!!! Y POR QUE DIABLOS FALTASTE A LA ESCUELA!?!? -La voz del chillón se escuchaba del otro lado del mundo de lo alto que habló para no decir que el estaba gritando-

San: Jongho, hoy no iré a la Universidad. Dile al profesor que se me presentó un problema personal. -Habló desganadamente-

Jongho: Sucedió algo? -El pequeño se empezó a preocupar de la manera que hablo su primo-

San: Solamente dile eso al profesor, ok?

Jongho: Esta bien, pero mi pregunta no se quedará en el aire San.

Finalizó el castaño y ambos colgaron a la misma vez. El pelirrojo tiró su celular al borde de la cama, sus ojos llegaron a parar al techó. Tenía ganas de llorar, los deseos de quitar este sufrimiento eran demasiado grande.

—Por que? Por que joder!?

Apretó sus puños con toda sus fuerzas para no tener que romper algo.

—Te odio, te odio con todas mis fuerzas.

Habló en voz alta a pesar de que el estaba solo en la casa y que nadie lo escuchaba. Cualquiera que lo viera pensaría que el estaba mal de la cabeza por estar hablando solo, pero el esta en su sano juicio solamente se siente mal de su pasado.

•°•°•°•°•°•°
Horas después por la puerta principal había aparecido una señora totalmente cansada con un maletín y varios papeles en las manos.

Omma: Hijo! -La mujer llama a su hijo dejando su portafolio en la mesa de cristal- Hijo ya llegué!

La hermosa mujer sin entender del silencio que se presentaba en su casa miró su reloj y vio que marcaba las 11:30PM.

—Tal vez este en el trabajó.

Pensó LeeMin y subió las escaleras dirección al baño para darse una ducha y poder comer algo ligero para así concluir y poder ir a dormir.

•°•°•°•°•°•°

LeeMin se término de secar el cabello y de vestirse, salió por la puerta de su habitación y se dirigió a la cocina pero no antes de entrar a la habitación del pelirrojo para ver si había llegado o no.

Omma: Hijo? Hijo éstas ahí? -Tocó la puerta suavemente-

No se escuchaba absolutamente nada en su interior.
Confusa ella le dio vuelta a la manilla para verificar si el joven estaba adentró.
Dejando la puerta abierta en par en par pudo divisar un bulto bajo la cama moviéndose de un lado a otro. Eso le hizo recordar aquellos tiempo cuando San sufría de pesadillas.

Rápidamente ella se acerco y se sentó en el borde de la cama y lo empezó acariciar la cabeza. El pelirrojo abrió los ojos y vio como su mamá le tocaba el pelo cosa que a el le gusto mucho.

Omma: Hijo, estas bien? -Encendió la luz de la lámpara de noche y logró ver como el mayor tenia los ojos hinchados y rojo- Hijo!que le sucede a tus ojos!? -La madre se alarmó-

San: Volvió. -Dijo en un hilo de voz- Volvió de nuevo Omma. -Otra lágrima se deslizó por sus ojos-

Omma: Quien volvió hijo? Hablame San no comprendo!? -Le acarició sus mejillas limpiando la lágrima-

San: Volvió... -Tragó duró- papá. -Apretó duró sus ojitos reteniendo sus lágrimas-

Omma: No puede ser hijo, aún falta un par de años para que el vuelva. -Quería tranquilizar a su hijo no quería que todo se fuera a la mierda como sucedió hace un par de años atrás-

San: PAPÁ VOLVIÓ Y ESTA VEZ NOS MATARÁN POR ACUSARLO A LA POLICÍA!!! -Se había levantado de la cama quedando sentado de una manera totalmente descompuesta- OMMA NO QUIERO MORIR NO AHORA. -Se ahogó en un mar de lágrimas por el echo de toda la situación-

Omma: San no te alteres, yo estaré aquí para cuidarte pero no puedes echar hacia atrás en todo lo que has progresado no te derrumbes. -Lo tomo por las mejillas obligándolo a que lo mirará- Eres fuerte se que lo eres. -Una lágrima de tristeza deslizó por su mejilla-

Ambos cuerpos fueron abrazados por el miedo. El pelirrojo se acurrucó en los brazos de su madre sollozando aún, ella lo único que podía hacer era pasarle la mano por toda su espalda tarareando una canción de Nana para que lograra tranquilizarse.
A pesar del sufrimiento del pelirrojo por fin logró dormir nuevamente en paz en el regazo de su mamá.

—Volvió de nuevo y esta vez se vengará.

Se dijo a si mismo aún pensando sobre el tema, pero no sabía como el joven sabia que su padre volvería.
Deja a su hijo acostado en la suave cama que el tenía, lo arropó con las mantas y le dio un beso en la frente.
Salio por la puerta de la habitación de su hijo y la cerró con delicadeza para no despertar a la criatura que tuvo en su vientre hace 18 años atrás.

Suspiró profundamente, con solo recordar aquellos años de terror la sangre se le congelaba y su piel se erizaba.
Rezó dos veces para que todo sea diferente durante la llegada de aquel hombre malisioso.

—Que sea lo que Dios quiera.

Aclaró su garganta y se dirigió a su habitación para poder dormir, su ansias de comer había desaparecido al ver a su hijo en esas condiciones.

Esperó que Dios no sea tan injusto con aquella familia de 2 que ahora será de 3.

Te odio?     -WooSan-Where stories live. Discover now