⍉𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 39⍉

731 45 4
                                    

El castaño no permitió que su contrario continuase desafiándolo y de una sola pegó sus labios con los de el tomando sus mejillas para hacer el beso más creíble.
Su amante demoró un par de segundos en corresponderle después empezó a mover con delicadeza y suavidad sus labios para profundizarlo.
El menor anhelaba explorar la boca del contrario con su lengua, hacia que ambos explotase de la pasión y locura.

Wooyoung aún no ha querido decirle al pelirrojo que el fue su primer hombre. Es verdad que el se ha enrollados con varios chicos, pero nunca a estado en la intimidad como lo estuvo con San.
Nunca sintió esa sensación especial que le provocaba el mayor hacia el, San también fue la primera vez de el para decirlo así. Se sentía realmente bien hacer esas cosas que hacia ellos dos juntos.

Con lentitud el castaño despoja el pullover del pelirrojo para así no tenerlo como estorbo. Wooyoung se sentía nervioso y no sabia el porque de su nerviosismo, sus manos temblaba con solo tocar la delicada y suave piel de San. Logró eliminar su pullover de la ecuación y la mirada del activo se poso en el rostro del pelirrojo que se mantenía abajo de el mordiéndose un poco los labios aguantando la vergüenza.
Porque si, San se sentía avergonzado por la situación. Aún no se acostumbraba al echo de que dejo de ser virgen, pero la verdad que disfrutaba estos momentos de placeres.

Wooyoung: Si no quieres.... -San lo interrumpió dándole un beso en los labios dando a entender que lo que estaba haciendo le gustaba a pesar de que aún no se acostumbraba a esto-

San: Si quiero. -Se mordió el labio aguantando que de su boca saliera algún gemido al sentir como su miembro y el del menor se rozaran-

El pelirrojo se inclina hacia delante quedando horcajadas del castaño y nuevamente el toma la iniciativa de besar al activo.
El castaño cola sus manos a las caderas de su amante y las subió lentamente hacia su tronco acariciando su piel pálida hasta que llegó a su cuello donde lo tomó con ambas manos para profundizar el beso y convertirlo en pura pasión.
Ahora ambos ya no sentían nerviosismo o cualquier cosa que impidiese que esto continuase con lo que estaban haciendo.
El beso ya no tenia absolutamente nada de tierno e inocente, era puro fuego y pasión. Incluso San ya empezaba a sentir un poco de calor internó a igual que su enamorado.

Las caderas del pasivo empezó a moverse de alante hacia atrás rozando ambas intimidades, haciendo que el miembro del alfa explotase en cualquier momento.
El menor tomo por la espalda del mayor y la inclino hacia atrás para poderlo acostar y poder tener más facilidad de poder actuar.
Empezó a dejar un rastro de besos por todo los rincones de aquel perfecto cuerpo que tanto el adoraba acariciar.
Levemente acaricio su entrepierna por encima de su pijama de abajo, justo cuando decidió meter su mano dentro, el dio un giró en un movimiento que ni el castaño se lo espero quedando el pelirrojo arriba de el.

Aprovechando que el se encontraba arriba inclinado ya que estaba depositando varios besos húmedos en todo el cuerpo marcado del menor. Este tomó sus glúteos, la parte preferida de la anatomía del pelirrojo, el dedo del medio del alfa empezó a ejercer presión en su entrada lo que arrancó otro gemido más justo cuando el se encontraba mordiendo y lamiendo con sensualidad en el cuello del contrario.
El castaño le entró tantas ganas de despojar toda la ropa que tenía el y poder hacerlo suyo.
Pero lo que más le sorprendió y le excito como un loco fue cuando San bajo su pequeña y delicada mano por todo su abdomen llegando a los pantalonsillos del contrario adentrándose a este tocando con levedad su miembro que se encontraba en un estado de dureza.
Y en menos de dos minutos el lo tomó empezando con un vaivén de arriba hacia bajo, dándole la mejor masturbación que haya recibido el menor.
Un par de gemidos escaparon de los labios gruesos y suaves del castaño mientras que los del pelirrojo se encontraba en el cuello del contrario dándole más placer del que sentía el, claro eso sin dejar de trabajar en el miembro de su amante.
Los besos del mayor llegaron a la clavícula y de ahí al pecho de su alfa donde le dedicó unas pequeñas lamidas y besos a su pezones.
Y así estuvo entretenido en los pechos del menor hasta que empezó a bajar hasta llegar a la entre pierna del menor.
Las manos del castaño ya no llegaba a los glúteos de su enamorado dejándolo sin hacer nada más que tomar las caderas de San.
Se imaginó que iba a tocar ahora a si que no se quejó y se mantenía atento a lo que el pelirrojo haría ahora.

Te odio?     -WooSan-Where stories live. Discover now