Te odio? -WooSan-

‡𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 42‡

Les recomiendo que lean esto escuchando "Drama Club" de Melanie Martinez. Por favor, lean la aclaración que hago en el final para evitar problemas y reportes.

Que los disfruten.

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Unas semanas después.

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Con una sonrisa de oreja a oreja, Park decidió contar uno por uno cada billete de a 500 que tenía en su poder. Saboreaba con la vista aquel dinero que llevaba en sus manos, ¿como es posible que el cuerpo humano costará tanto dinero?
Extrañaba aquellos tiempos donde el traficaba órganos y mataba persona a sangre fría. Era un sádico, que se puede decir, una persona con la mente enferma y sádica. Hombres con la mente enferma hay muchos en este mundo, pero crueles como el.... ninguno.

X: Jefe, nos falta el dinero de las drogas, ¿que hacemos? -Uno de los secuaces del que permanecía al clan había hablado de una manera tímida pero a la vez firme, le temía la sonrisa o miradas psicópata de Park, por lo que a veces unos de los seguidores de este hablaba con el de ese modo.-

Sing Je: Ve por el y lava el dinero negro, que no haya ningún problema durante su trayectoria.

X: Si.

Dijo por última vez aquel joven con bastante seguridad, salió del lugar con un poco de apuró para así poder realizar la tarea con rapidez que le había asignado su jefe.

El lugar donde traficaban las mercancías era tétrico, espeluznante y asqueroso, había mugre y manchas de sangre por todas partes, pedazos de telas por algunos rincones de aquella fábrica vieja y sobre todo, se podía escuchar con mucho detenimiento gritos ahogadores de personas implorando clemencia.

Cualquier Director de cine podría firmar una película del género Horror y saldría millonario de esta, cumple con todas las normas para poder realizar una película de este tipo. Y si buscan al asesino al que le de el toqué de terror, no podría faltar Park Sing Je.

Sing Je: Necesitamos más víctimas.

X: En la zona donde secuestrábamos a las víctimas ya no pasa ningún ciudadano, al parecer que ya corrió la voz de que las personas están desapareciendo, Jefe.

Sing Je: No se que harás, pero si no me consigues en dos días cuatro adolescentes cogeré a tus hijos y los mutilaré, te dejo claro?

Su mirada, en aquellos ojos fríos y sin vida expresaba más que odio, rencor y malicia; cualquiera que los miraría moriría en cuestiones de segundos.
El hombre de canas tenía en mente varios planes, varios proyectos que hacer realidad. Pero para ello necesitaría colaboración con su jefe para que aprobase con la idea.

Todo lo que tenía pensado estaba saliendo de bien para mejor, se esperaba mejor resultado al principio pero para empezar desde cero no ha estado nada mal.

Pero había algo en su cabeza que lo tenía trastornado, llevaba desde hace unas semanas atrás con el aquella persona en mente.

—San.

No lo extrañaba, ni tampoco lo quería como hijo suyo, simplemente lo veía como un objeto para usar sin sentimiento alguno.

Se sentó en una silla de metal que se encontraba en aquel horrible lugar, pensando un poco sobre su hijo y un pequeño bombillo fue encendido en cuanto había pensando en una idea nueva.