Capítulo 5: Tragedia

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 Como cada mañana, el grupo se reunió en el cruce de caminos. Pero había algo extraño, y eso era que Lily, la animada mascota que daba nombre al grupo no dijo palabra alguna. Ni siquiera un "hola". Ella caminó cabizbaja al instituto. No pudo dirigirle la mirada a Alex ni a ningún otro compañero.

- Esto es extraño. ¿Y Lucy?

- Cierto. Ella nunca falta. Viene a clase incluso cuando está enferma.

La muchachita de cabello anaranjado se acercó a Alex, lo tomó de la mano y, llorando, se disculpó.

- Siento mucho lo que pasó ayer por la tarde. Se me fue la olla.

- Ya... No pasa nada. Pero con quien tienes que disculparte es con Lucy.

- En realidad las dos debéis disculparos. - opinó la voz de la razón blanca. - Ambas estuvisteis lanzando puyas. Era cuestión que alguna perdiera los papeles.

Ya había sonado la campana de las 8:15 y la maestra de lengua aún no había llegado. Ella era famosa por llegar tarde a clases, pero se estaba demorando demasiado. No fue hasta que sobre las 8:35, apareció.

- Lo siento mucho, chicos. Hemos recibido una llamada importante en la sala de profesores.

- ¿Qué pasó, maestra?

- Tsk.

Chasqueó la lengua. No sabía cómo ponerlo.

- El padre de Lucía Cotte ha fallecido en un accidente de tráfico esta madrugada.

- ¡¿Qué?!

- ¡Oh, Dios mío!

- No me jodas...

- Con razón no ha venido.

Todos se callaron. Alex era el que estaba más callado. Estaba pálido, igual de blanco que la pared del fondo de la clase y sudaba frío. Estaba a nada de desmayarse. Y tenía un muy buen motivo para ello.

- Han encontrado el coche al fondo del valle. Al parecer perdió el control. - explicó la profesora. - Se están llevando las operaciones de rescate del cuerpo. Se encuentra en una zona de difícil acceso y tardarán días.

La nota de asesinato. Es lo que venía en la nota de asesinato... "Cortar frenos", "Emborrachar conductor", "Carretera paso montaña". ¡¡No era ninguna broma!! ¡¡Era una nota real!!

- ¿Mm? - Sylvia se percató que algo andaba mal. - Alex, ¿te encuentras bien? Estás blanco. Incluso más blanco que yo. Estás temblando. Hey! - ella chasqueó los dedos varias veces. - Hey, hey, hey!

- Lo siento, tío. Qué mala suerte. Te echas novia y al día siguiente se te muere el suegro. Qué cenizo. Tío. - Franky le dio una palmadita en la espalda. - ¿Qué te pasa?

El joven se levantó mareado del pupitre y tropezó con su propia mochila, dándose de bruces contra el suelo.

- ¡P-profe, no me encuen...!

Alex terminó regurgitando el desayuno en mitad del pasillo de clase. Tenía la tensión totalmente descompensada y un tremendo dolor de cabeza; la visión se fue tornando borrosa hasta que las luces se apagaron.

- ¡¡¡Alex!!!

- ¡Llamad a una ambulancia! ¡¡Rápido!!

- ¡Aparta, Lily! - ordenó la albina. - ¡Yo me encargo!

* * *

- Ohh...

El joven de apellido García barría con su visión borrosa la habitación. En una butaca se encontraba la pequeña, animada y pelirroja Lily Gómez durmiendo. Su madre se encontraba chateando por el móvil muy nerviosamente. No era ella misma.

LucyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt