Oficina. Un martes a las 3 de la tarde. Horario normal. Jimin está en casa y yo en el trabajo, en el gran puesto de CEO. No pasa mucho tiempo para que entren llamadas cada 10 minutos, es estresante.
—Señorita, su cita de las 3 está aquí. —Habla Sunhee por el intercomunicador.
—Dile que pase. —Le contesto presionando el botón adecuado para eso.
—Enseguida. —Corta la comunicación.
Yo organizo unas cuantas cosas antes de que la puerta se abra, detrás de ella esta Sunhee, ella dice un pequeño "adelante" y la mujer cruza mi puerta. No es una mujer joven, por lo contrario, es una mujer entrada en edad, no se tal vez unos 50 años.
—Que ironía —Me dice felinamente—, dos extremos de edad... —Se acerca a mi escritorio y se sienta en una de las sillas del otro lado del escritorio— . ¿Cuántos años tienes, querida?
—Tengo 23 ¿usted? —Le pregunto, ella me sonríe con diversión.
—Oh, tengo 52 cariño, supongo que es raro ver a una señora vieja siendo estafada, pero ¿qué más da? me conozco todo lo de ahora y lo antiguo, solo me hice la tonta y... terminé así...
—¿Así cómo? — Pregunto sentándome de mejor manera en la silla.
—Tks... —Chasquea la lengua y se detiene por un momento—. Ese Jimin y esa inmunda desgraciada... Casi me dejan en la ruina. Brutal.
—¿Había una chica? —¿Podrá ser?—. ¿Como era?
—Uh, no me digas ¡Ya la viste! Que degenerados... pero es, algo bajita, muy delgada y super plana, enserio no hay nada por esos valles. —Me asegura la señora.
—¿Recuerda su nombre?
—En realidad... no, lo siento.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
