Llevamos planeando esto por un tiempo, las canciones de Jackson se han hecho bastante famosas últimamente, entonces los activos de la productora pidieron que aprovechemos el momento y que hagamos un pequeñísimo tour por América. La productora tiene otros artistas aparte de Jackson, algunos más viejos que otros y ellos también participarían en este viaje.
En cuanto a Jimin... bueno, han pasado más de 3 meses desde la última vez que me atreví a abrir el sobre de Cobra. Al parecer Jimin sale mucho entre semana. Pero yo no soy capaz de ver todo lo que hace.
Tal vez en un tiempo, o tal vez nunca. No lo sé. Estoy muy confundida.
Estoy en mi Porsche, conduzco devuelta al departamento para seguir organizando el tour por América. Creo que será relajante para todos los de la productora, según los informes los chicos y chichas trabajan muy duro al componer y crear.
—Jimin, ya llegué —Dije apenas crucé la puerta principal.
Unos segundos después ya tenía a Jimin a mi lado ayudándome a quitar el abrigo y los zapatos. Luego me extendió una taza con té.
—¿Como fue tu día, linda? —Me dice abrazándome por los hombros.
Sinvergüenza.
—Fue bastante bueno. Hay un 49% de probabilidades de que Jackson y los chicos de la productora viajen para un tour promocional.
—¡Que alegría! ¿Jackson ya lo sabe?
—Aun no, tonto, no quiero que se entusiasme y luego decepcionarlo.
—Oh, en eso tienes razón. —Dice y me sonríe haciendo sus ojitos chiquitos.
Jimin me puede.
Me acerque suave y le deje un beso suave en los labios, el cual no rechazo. Si no, que se puso más intenso. Abrazo mi cintura de forma protectora y nos quedamos así un minuto hasta separarnos de a poco y luego de respirar Jimin volvió a unir nuestros labios en un ligero y despreocupado beso.
Comenzamos a caminar suavemente hasta no sé dónde, pero en los momentos en donde abría los ojos para ver las tiernas facciones de Jiminie podía notar que nos acercábamos lentamente a nuestra habitación.
En ese delicioso paseo olfatee algo preparado en casa, creo que Jimin cocino la cena. No pensamos más, yo me tropecé y caí en algo suave. Sí, esa era la cama. Me acomode mejor y Jimin se situó entre mis piernas mientras me iba recostando y repartiendo leves besos por mis mejillas.
Esto no está bien. Jimin me engaña. Pero... demonios se siente demasiado bien.
Jiminie continúo bajando, desabrocho los botones de mi camisa y bajo el cierre de la falda de tubo que traía puesta para después quitarla junto a las medias de nylon que tenía. Luego me dejo por un momento mientras se retiraba la camiseta dejándome apreciar su bonito abdomen, no está marcado, eso me gusta. Después continuo con el chándal para dormir, su ropa interior es graciosa, de unos ositos.
Yo reí.
—Oye, no te rías, tú me la regalaste.
—Lo siento, niño osos.
Reímos juntos y él se acercó para continuar con el trabajo pendiente. Fue besando mis piernas hasta mi entrada. Allí acaricio constante sacándome bastantes suspiros y jadeos como resultado de sus deliciosos movimientos y al final introdujo dos de sus dedos en mi interior.
Entre gemidos de mi parte Jimin me daba sexo oral con su fantástica lengua. No podía más.
—E-estoy en mi limite... ah, Jimin
Jimin no me respondió y solo aumento la velocidad llevándome al éxtasis bastante rápido. Él se recostó a mi lado, entonces yo lo mime. Me quite la ropa interior quedando nada más en la camisa que ya traía.
Eso le pone a Jimin.
Baje sus boxers lentamente y comencé haciéndole una felación de no más de tres minutos, luego lo monte e introduje su pene en mi interior con ayuda de las manos. Empecé a moverme muy suave y en círculos, trataba de acostumbrarme puesto que no hemos hecho esto en algún tiempo ya.
Cuando le tome tiempo pude saltar más encima de él. Jimin cogía mis caderas duro, de seguro mañana tendré una buena marca de sus dedos.
—Ah... —gimotee.
Jimin jadea mientras me muevo encima de él, pasa sus manos a mi trasero y lo aprieta entre sus manos para luego subirlas por mis brazos hasta mis senos, que se encuentran en un constante salto. Jimin los estruja y los acuna en sus manos, aprieta suavemente mi pezón sacándome chillidos por el contacto.
—M-me vengo. —murmuro a tres saltos de correrme.
En eso Jimin me recuesta y queda sobre mí. Mientras yo estoy gozando por el orgasmo él sigue embistiéndome hasta correrse sobre mi vientre y un poco de su esperma termina cerca de mis senos.
—Oh, Alex... me pones demasiado. —susurro dándome un besito en la mejilla mientras me abraza.
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