P: Pensamiento

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Matsuri estaba observando al pequeño oso de peluche que hace unos días le había regalado su novio. Ese día él le hizo una visita sorpresa y llegó con el hermoso regalo, aunque claro, él había decidido cambiarlo por un beso de ella, sino no habría trato.

La castaña estaba fascinada con ese chico de misteriosa mirada aguamarina. Él, quien parecía tan distante, era en realidad la persona más tierna del mundo.

Ella simplemente se encontraba en un mundo de fantasía, en donde sólo podía pensar en él. Anhelaba oír su voz aunque sea por teléfono, sentir de cerca su aliento, o ver cómo el viento alborotaba sus cabellos rojos.

Nunca creyó llegar a tener un novio, pero mucho menos, que éste fuese justamente el chico que tanto le gustaba y al cual ni siquiera se atrevía a hablarle adecuadamente. Siempre se sonrojaba ante él y comenzaba a tartamudear como una tonta. ¿Cómo pudo Gaara fijarse en ella?

Realmente no lo entendía, pero agradecía a la extraña fuerza o entidad que lo había hecho posible.

Abrazando a su osito, ella se quedó lentamente dormida, pensando en Gaara, en sus abrazos y en sus besos, en la forma de sus labios y en cómo sería verlo de nuevo mañana y todos los días, por el resto de su vida.

—Gaara… –su nombre escapó involuntariamente de los labios de la castaña, pues ella ya se encontraba dormida, pero aún así, su corazón no dejaba de pensar en él, después de todo, así es el amor.

"Y aquella noche cerré mis ojos y pensé: Me alegra que exista un amor como el nuestro."

Momentos de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora