Capítulo 6

36 1 3
                                    


Armando y yo teníamos muchas cosas en común y a veces eso es malo en una relación, a tal punto de ignorar completamente las necesidades del otro.

Ambos escribíamos, amábamos leer, estábamos bien solo con la presencia del otro sin necesidad de hablar. Si actuábamos muy bien para no caernos mal. Cuando por fin nos dimos cuenta en que nos habíamos convertido, no fue nada divertido, sin tomar en cuenta nuestras prioridades idee ese absurdo plan.

12 de noviembre del 2023.

Nos dirigimos al restaurante para encontrarnos con el editor Mayen, encargado del posible proyecto de Armando con una editorial.

Eran las 14:15 cuando llegamos, nos sentamos de frente al editor que fue directo al grano.

-Vamos a ver seré muy sincero contigo-inicio con esa frase que ningún escritor desea oír, por el hecho de que trae malas noticias.

-Lo escucho-insistió Armando.

-El proyecto es una belleza de pies a cabeza, lo admito, pero nuestra editorial podría tener algunos conflictos si se publica.

-¿Cuáles conflictos?-preguntó.

-Se que puede ser muy ofensivo esto-cerró los ojos y soltó-La editorial no quiere trabajar contigo.

-¿Por qué motivo?-dijo me acompañante-¿Hay algún problema con mis escritos?

-Por llamarlo así-dio un sorbo a su jugo verde-Sospechamos de plagio por tu parte.

"¿Plagio? ¿A qué se referían con eso?"

-Jaja-soltó una carcajada-Mire señor Mayen tengo pruebas suficientes para demostrarles que todos mis manuscritos son de mi propiedad - enfatizó las últimas palabras-Ahora bien si ustedes dicen que mi trabajo es un plagio, significa que soy un escritor de excelencia y me necesitan ¿cierto?

-Lamento decepcionarlo, no podemos correr el riesgo de una demanda sobre ese tema, ya que, en el Código Penal se castiga al acusado pagar con una indemnización por daños causados ya sean físicos y/o morales. Créame la empresa quiere ganar ese dinero, no perderlo-se levantó de su lugar dejando un par de billetes de 200 pesos-Lo siento ya no pude hacer más-en silencio salió del lugar.

-Diablos-maldijo en voz alta, se encontraba de copiloto con un brazo a la mitad de la ventana del auto-No me gradué para estas jaladas.

-¿No crees que fuiste un poco engreído?-me anime a hablar, en todo el camino espere una oportunidad.

-¿Tu también vas a empezar? - me rezongo con evidente molestia.

-Oye en serio, bájale a tu tono-traté de tranquilizarlo-Bien sabes que las cosas iban a estar complicadas para una publicación a grande escala.

-Si lo sé, pero ya llevo un año en esta situación y en verdad me estoy desesperando de no ver algún avance-me miro-¿Sabes lo que me ha costado?

-Lo sé-suspiré y no aparte mi mirada del camino-Dame dos semanas para conseguirte a alguien más.

-Creo que hay que dejarlo hasta aquí-ambos guardamos silencio hasta llegar a su departamento.

De vuelta a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora