Capítulo 11

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                             CHICO.

Me encontraba contento por verla de nuevo, en los últimos años habíamos perdido todo tipo de contacto, no había mensajes ni llamadas de por medio, por ello le quité importancia al sentimiento que reprimí por mucho tiempo. Ahora sé que ya no podía afectarme su presencia como antes lo hacía.

Llegué a la sala de juntas sin ningún improvisto, toqué la puerta pidiendo el permiso para entrar, recibiendo un <<pase>> como respuesta.

-¿Me llamaron?-pregunté.

-Eres rápido-susurró Oliver- Ven hijo siéntate-pidió.

-¿Todo bien?-de alguna manera sentía un aura diferente por parte de ambos.

-Verás hemos recibido una visita algo inoportuna-se rascó la cabeza Adolfo.

-Se refiere a Armando ¿cierto?-solté.

-¿Cómo lo sabes?

-Hace un momento vi cómo entraba al edificio, se vino a disculpar ese imbécil- detrás de mí se abrió la puerta, dando paso a la persona antes mencionada.

-Vaya René, no creo haberte hecho algo para que me insultes de esa manera-replicó.

-Qué pésima memoria tienes, por tu culpa mi trabajo está en riesgo.

-¿Sólo es mi culpa? Ya veo... entonces quitas a la otra parte responsable-sonrió burlonamente.

-Con ella ya arreglé ese asunto, sólo quedabas tú-me defendí- No te compares con ella.

-Tienes razón después de todo, ella se está escondiendo como una cobarde-tomó una silla para sentarse- Siempre fue de esa naturaleza.

-¿A qué vienes?-preguntó Oliver

-Quiero que estén en nuestra rueda de prensa la próxima semana.

-Ni en sueños-negué-Sólo quieres hacer tu circo más grande y no seré parte de eso.

-De alguna manera se tenían que enterar, además si vamos los cuatro involucrados se terminará más rápido-se encogió de hombros.

-¿Levarás a alguien más?-preguntó mi jefe.

-Mi prometida irá también, daremos a conocer nuestro compromiso antes de tiempo, por todo lo que está pasando y poder negar la relación que mantuvimos Evelyn y yo.

-No seas cínico, ¡cómo se te ocurre llevar tu prometida enfrente de tu ex-novia! -dije asombrado.

-Créeme ella llegará a la misma conclusión que yo, lo mejor para todos es negar nuestra relación, mientras presumo la actual.

-Eres un...-me acerqué hacia él, sin embargo, Oliver me detuvo.

-Basta, por muy mal que suene esto René, es la mejor opción-lo respaldo.

-Estarían humillando a su editora mejor pagada ¿no le afecta? -farfullé

-No hay otra opción- se disculpó con la cabeza baja- Armando tiene razón, ella ya estará preparada para eso.

-Dime René, ¿la conoces tan bien como yo? -bufó Armando.

Esas palabras habían dado en el blanco, por más que quisiera defenderla no tendría los medios necesarios, no tenía idea en quién se había convertido, ni siquiera pude saber que pasaba en su vida. Me quedé en silencio.

-No es necesario que respondan, es su única opción-Armando se levantó para arreglar su saco-Los veré dentro de una semana.

Después de la discusión bochornosa decidí irme a casa dejando atrás a nuestros altos mandos. Al llegar me recibió una habitación oscura y con olor a humedad, la verdad es que no ocupo el departamento por las horas de trabajo, suelo dormir en una habitación que alquila nuestra aerolínea. Deje mis pertenecías en la sala y tomé una ducha, no tendría más vuelos por lo que resta del mes hasta encontrar una solución al problema.

"¿Cómo acabaron así? ¿Creí que serían una pareja de toda la vida? ¿Evelyn esta de acuerdo con esto?" llegaban a mi mente estas preguntas sin respuesta, la relación que recordaba de ellos en la preparatoria es muy distinta a lo que vi hoy. Armando no parece importarle que pase con Ev, lo contrario de ella por él.

-No tiene caso pensar en eso ahora-suspire- Piensa en cómo enfrentarás las cosas de ahora en adelante.-use una toalla y la amarre a mi cintura, para dirigirme a mi habitación saqué un pans deportivo y una playera de cuello color beige.

Proseguí a cambiarme y comenzar a preparar comida, prefiero la comida casera en todos los sentidos. Mi madre dice que el amor se refleja también en la cocina, si preparas algo con pasión saldrá bien, en cambio si estas molesto por algo el resultado no será el esperado. Relajé mi cuerpo y despeje mi mente, busqué una caserola en mi alacena, saqué un toper donde guardo el arroz limpio y vacíe una taza, pique un ajo y cebolla para moler en la licuadora con agua tibia. Coloque la caserola a fuego medio y comencé a mover el arroz con un poco de aceite para que se dorara. Después de unos 5 minutos vacíe el líquido que contenía la licuadora y lo deje reposar.

Saqué dos latas de atún, acompañado con verduras enlatadas. Hice un recordatorio mental de ir al mercado mañana a comprar comida orgánica. Pasado la hora serví el arroz blanco en un plato dispuesto a comer. No llevaba ni la segunda cucharada y sonó mi celular, al revisar la pantalla me sobe la sien. Es mi mamá.

-Hola mamá-contesté.

-Hijo ¿todo bien? En las noticias vi a Evelyn en un escándalo y te está involucrando.

-Lo sé ya me avisaron de ello, no te preocupes tanto-trate de tranquilizarla.

-Ay hijo no vaya afectar a tu carrera, con lo mucho que te ha costado.

-Ma* estaré bien, todo va estar bajo control

-Come a tus horas, no dejes que esto te quite el sueño, también no olvides apoyar a Ev.

Me quede callado, ella suspiro.

-Entiendo tu sentir pero ella necesitará un apoyo de ahora en adelante, para el otro chico no le será difícil pasar por esto ya que tiene un soporte. Eve estará sola, sé muy bien que es una chica muy fuerte, sin embargo un día caerá y no querrá volverse a levantar.

-Lo hará sin que yo esté ahí-la interrumpí.

-Todos necesitamos un empujón de vez en cuando hijo mío-rió-Pregúntale a tu papá aún no sabe agarrar una escoba.

-Nunca nos dejaste ayudarte con el quehacer de la casa, no te burles-sonreí.

-Fue un buen tiempo, ahora que tu papá se júbilo le estresa no ser nada de provecho.

-¿Cómo esta mi hermano?

-Ahí la lleva, ha tenido sus bajos con algunas materias, ya debes saber que no se le da matemáticas y física; deberías enseñarle un día de estos.

-Pronto iré a casa mamá.

-Trae a Evelyn contigo, tiene mucho tiempo que no la veo.

Deje el teléfono, en la mesa para seguir comiendo, el arroz me supo desabrido.


De vuelta a tiWhere stories live. Discover now