B R E A T H-Jasper Hale

●10●

Todos se movían tranquilamente de un lado para otro escuchando atentamente la televisión dónde tenían un programa de cocina. Zachary se había aburrido y se sentó a un lado de Clare quien había pedido un poco más de la maravillosa sopa de tomate para esperar el próximo platillo principal.

— ¿Se supone que eres de Miami y eres pálida como nosotros?— preguntó burlón el azabache a la castaña rojiza a su lado quién rodó los ojos.

— No me gustaba mucho el sol y no era cómo si pudiera salir mucho, mínimo una vez a la semana cuándo mis padres tenían libre el día. Así que por eso no tengo un bronceado de infarto.

Carlisle la miró divertido, para seguir cortando el tocino.

— Oh, de acuerdo Bambi.

Emmett hecho su cabeza hacía atrás soltando un fuerte carcajada por las palabras de su hermano adoptivo.

— ¿Acabas de llamarme Bambi?— lo miró con una ceja alzada ligeramente indignada, pero estaba completame divertida por lo que decía Zachary.

— Vamos, admite que esos gigantes ojos no parecen al de un bebé venado, además, eres tan pequeña— pellizco su mejilla cómo si la chica Sweety fuera una niña.

— Zachary, déjala comer tranquila— lo regañó Esme.

— ¿Y siquiera es italiana?— preguntó Rosalie confundiendo un poco a Clare por su pregunta.

— Se llama Bella— dijo como si fuera obvió Emmett.

¿Se referían a Bella, Bella Swan, su amiga Bella? Clare no podía estar más confundida, no había hablado mucho con ella estos últimos dos días, sólo para contarle como estaba de salud y como iban las clases, pero algo más allá de eso no.

— Seguramente le va a encantar— dijo Carlisle tratando de calmar a la rubia quién parecía cada vez más impaciente.

— Esperen, ¿están hablando de Bella Swan?— interrumpió Clare.

Zachary asintió a su lado, iba a hablar otra vez pero un quejido de Rosalie la interrumpió, pudo ver como todos habían parado por un segundo de hacer lo que estaban haciendo para después sonreírse los unos a los otros. Confundiendo aún más a la castaña rojiza.

— Huele diferente— murmuró con desagrado la rubia— Agh, ya llegó.

Por el umbral de la cocina aparecieron dos figuras, Edward y a un lado, Bella, quien miró a todos con una tímida sonrisa para detenerse en un rostro que le resultaba bastante familiar.

— ¡Bella!

A Clare se le formo una sonrisa de lado a lado y saltó de un brinco para trotar hacía la castaña y darle un pequeño abrazo que fue correspondió con una pequeña risa. Edward miraba a ambas con una sonrisa en sus labios, divertido por el entusiasmo de la chica Sweety.