B R E A T H-Jasper Hale

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La vieja Chevrolet naranja tenía lugar para dos y medio, lo bueno era que Bella ocupaba su lado en el de conductor y Clare estaba en medio con Jake del otro lado, por más grande que fuera el moreno no molestaba ya la castaña rojiza apenas ocupaba espacio en medio de ambos por su tamaño y complexión.

Clare no estaba de acuerdo en ir, pero prefirió hacerlo y tener bajo su vista a la Swan y asegurarse que no se rompiera una pierna por subirse a alguna motocicleta las cuales estaban atrás tapadas por la lona.

Iban caminó a probar las motocicletas, Bella manejaba por la carretera que al lado tenía un gran vista al mar.

— Si hubiera dicho que no podía arreglar las motos, ¿qué hubieras dicho?— pregunto Jacob a Bella.

— ¿Dudas de tu habilidad?

Jacob sonrió divertido para responder con seguridad.

— No. Definitivamente, no. Las dejaré como nuevas— aseguró—. Es sólo que si fuera más astuto habría pospuesto la reparación. O no lo sé, tal vez tú me estás haciendo pensar bien las cosas— dijo esta vez mirando con una sonrisa a la pequeña chica que tenía a su lado.

— Es lo que sucedes cuando usas bien la cabeza— se burló Clare. Bella sonrió escuchando a sus amigos.

— Jake, si hubieras dicho que no arreglarias las motos, habría dicho que lo lamentaba, pero que tendríamos que buscar algo más que hacer— la castaña fijo su mirada en el acantilado que estaba más allá y pudo distinguir a cuatro personas con sólo unos pantalones cortos— ¿Ése es Sam Uley?

Los dos siguieron su mirada hacía el acantilado, Clare sonrió ligeramente al ver a sus amigos.

— Si, el y su culto.

— Jake— lo regañó Clare dándole un pequeño e imperceptible codazo que hizo reír al moreno.

— Lo siento, olvidé que eres fan de ellos.

Bella jadeo asustada y se hizo a un lado al ver que dos de ellos habían lanzado a uno por el acantilado.

— ¡Por Dios! ¿Vieron eso?— exclamó bajando rápidamente de la camioneta.

Jacob y Clare le siguieron saliendo con una sonrisa divertida.

— No se estaban peleando, Bella. Saltan acantilados, aterrador, pero muy estimulante.

— ¿En serio?

Clare miró entrecerrando sus ojos al ver la castaña había cambiado su tono de voz a pensativo, esperaba que no estuviera pensando en algo tan estúpido como saltar del acantilado.

— Muchos saltamos desde más abajo. Dejamos las payasadas para Sam y sus discípulos— ambas estaban al tanto del disgusto en que Jake hablaba de ellos en ese momento, pero Bella sabía sobre eso a diferencia de su amiga.