Harto

7.1K 767 50
                                    

—¿No saben diferenciar un grito de auxilio a uno de placer? ¡Y no sé porqué mierda debo seguir repitiendo lo mismo! ¡Ya estoy harta! —bramó furiosa Liliana, poniéndose de pie—. Ya los exámenes demostraron que no fui violada, ni abusada ¡Ni nada! ¡Liberen de una maldita vez a Millian!

—Usted no dispone de nada aquí, señorita Roth, recuerde que sólo es una visitante en nuestras tierras, y que su permiso, caducó hace una semana. Considérece con suerte de seguir aquí y no haber sido enviada a su país.

Liliana tomó asiento nuevamente y miró angustiada al oficial.

—Nada de esto es justo, él es inocente, no hizo nada malo, no hicimos nada malo. Y... Qué me amenace con el permiso me parece muy bajo de su parte, después de todo, eso no tiene validez, porque yo soy la pareja de un kanatita.

—¿Participaron del Kok'ta?

—No, porque-

—¿Tienen el certificado de pareja? —la interrumpió.

—No.

—Entonces usted aquí aún es una extranjera visitante sin derechos a nada. Guárdese al silencio mejor —pronunció serio, poniéndose de pie para marcharse de allí.

—Al menos dígame como está él, por favor —le pidió angustiada.

—Bien —fue lo único que pronunció.

***

—No tienes idea de lo vergonzoso que es tener que hablar de mí intimidad —sollozó—. ¿Por qué debo contarles lo mismo a todos? No es injusto lo que están haciendo, no estábamos haciendo nada malo.

Corine la miró con pesar, y le acarició suavemente la espalda.

—No lo es, pero hace unas semanas hubo un ataque hacia la isla, antes de que tú llegaras, y muchas hembras perdieron la vida. Si a ti te dejaron entrar, fue porque yo había pedido el permiso hace meses, y a modo de favor por mí labor en Kanat'ma, lo aceptaron. Sé que parecen muy extremistas las medidas tomadas, pero ellos sólo quieren proteger a sus mujeres.

—Pero tú misma les diste el informe de mi examen, dónde dicen que no me hizo daño. ¿Cuántas más prueban necesitan? Qué lo liberen de una vez por todas, o mínimo me dejen verlo. Ni siquiera sé dónde está.

—Lili, debes ser paciente.

—No ¿Cómo me puedes pedir que sea paciente? ¿Tú serías paciente si no supieras dónde tienen a Blaise?

Corine suspiró y negó con la cabeza.

—No, no podría estarlo. Escucha, intentaré hablar con Kumi, pero no te prometo nada ¿De acuerdo?

—Está bien —pronunció sollozando—. Pero que al menos me dejen verlo, hasta que termine ésta estúpida investigación.

***

—Buenas tarde, mi nombre es Ketall, soy el jefe de oficiales ¿Entiendes el idioma? ¿Prefieres kanatita?

Millian lo miró y no dijo nada.

—Es el tercer día que estás aquí y no has comido nada. Toma agua aunque sea, te deshidratarás.

Al ver qué el azabache no iba a decir nada, continuó.

—Sé que es una mierda estar encerrado, tú no quieres esto, yo tampoco, nadie lo quiere, por eso estoy aquí, para ayudarte. A tu pareja le hicieron el examen y salió negativo por abuso o violación. Ella ha estado preguntando mucho por ti, quiere verte. Los resultados de la cabaña estarán para dentro de una hora, también se estaba buscando algún signo de violencia, pero aparentemente, no hay nada. Tal vez, si todo sigue marchando como hasta ahora, podrías salir mañana por la mañana.

Millian lo miró, y luego desvió la mirada, sin responder.

—Si tú me ayudas, yo puedo ayudarte. Ya declaró tu mujer, ya hicieron los diferentes tipos de exámenes, ahora sólo falta conocer tu versión. ¿Podrías hablar conmigo? ¿Contarme que fue lo qué pasó antes de que llegarán los oficiales?

—¿A cuánto más les interesa saber que tengo sexo con mi mujer? ¿Es algo que ustedes se cuentan cuándo lo hacen? —le preguntó sin mirarlo, apretando los dientes—. De seguro son tan mierda en la cama cómo oficiales, y por eso sus mujeres ni sonidos emiten —masculló mirándolo—. ¿O también se reprimen por miedo de terminar de éste lado de la jaula?

...

MillianWhere stories live. Discover now