Millian

Sólo papás

El campamento había durado una semana, y Kanat ya tenía más confianza con su padre. Al final, era muy parecido a su tío Blaise.

—Mami ¿Es verdad que podríamos vivir aquí? —sonrió subiéndose a la cama de su progenitora.

Liliana estaba acostada, ya era de noche, y ella estaba con su celular, hasta que llegó su hija con aquella pregunta.

—¿A ti te gustaría quedarte aquí?

—¡Sí! Así estaríamos siempre con los tíos, con Batiet, con Summy y con mi papá.

—Sí, sería lindo, pequeña —sonrió acariciándole el rostro—. Pero para que eso ocurra, primero tendría que conseguir un trabajo, mi amor. Y una casa.

—Podríamos vivir en casa de los tíos —sonrió acurrucándose junto a su madre.

—Mm, no, hija. No es lo mismo ir de visitas algunos días a la casa de los tíos, a tener que vivir con ellos. Pero si tú en verdad quieres mucho quedarte aquí, podemos buscar una solución —sonrió suavemente.

***

"—¿Podrías cuidarla un rato?

—Sí, ve tranquila. Sabes que ella y Bati se entretienen solos —Sonrió Corine."

Millian la buscó con la mirada, y encontró a Liliana sentada en una de las mesas de adentro de la cafetería. Sonrió suavemente y fue hasta ella.

—Hola, creí que vendrías con Kana.

—No, es mejor hablar esto a solas, para no generarle falsas ilusiones.

—¿A qué te refieres? —le inquirió curioso.

—Kanat quiere quedarse a vivir aquí, es por eso que quería pedirte ayuda con un trabajo.

—Es mí deber darles un hogar y mantención. No te preocupes por nada, yo-

—No, Millian, no quiero que tú te hagas cargo de nosotras —lo interrumpió seria—. Si tú quieres hacerlo de la niña, me parece perfecto, es tu hija después de todo, pero yo no quiero deberte nada a ti.

—Eres la madre de mi hija, y fuiste mi-

—Exacto, en tiempo pasado, ahora no somos más que los padres de Kanat. Si te pido a ti ayuda para encontrar un trabajo, es porque ya no quiero molestar a mi prima y a Blaise.

Millian suspiró y asintió con la cabeza.

—De acuerdo, déjame hablar con mi jefe, y luego te aviso.

—Bien.

***

—¡Te atrapé! —exclamó riendo, abrazando a la niña desde atrás, haciéndola gritar sorprendida y reír.

Corine observó a Batiet y Kanat y sonrió.

—Hijo despacio, que tu prima no es una muñeca.

—No, pero puedes ser mi caballito, ¡Arre! —rió la niña subiéndose en la espalda de Batiet, y que él la llevara.

Corine sonrió y negó con la cabeza, mientras no se cayeran, que jugaran como quisieran.

—¿Estás bien, mi amor?

—Sí, sólo hablo con Adrien —le dijo Summy saliendo de la casa con su celular en manos, tecleando.

—¿Cómo está mi hermoso ahijado? ¿Y Fleur?

—La tía Fleur bien, el problema es con Adrien.

—¿Por qué? —le inquirió la médica frunciendo el ceño.

El jovencito de catorce años suspiró y miró a su madre, dejando el celular de lado.

—Pues, tú sabes que el heredero original de las tribus del norte es Zat, por ser el primer hijo varón de Zato. Pero Zato había dicho que sería Adrien, luego la tía se negó, y por eso Zato dejó a Zat.

—Sí, lo sabía.

—Bueno, el idiota de Adrien quiere reclamar el puesto.

—¿Pero por qué? Si sólo es un niño. Recién tiene dieciséis años.

—Sí, pero él tiene otras ambiciones. Le dijo a Zato que si no le da la tribu entera, quiere la mitad.

—Que muchachito terco —suspiró Corine.

—Es que casi nadie lo sabe, pero... Adrien tiene una novia —pronunció bajo el joven rubio.

Corine miró a su hijo, y luego frunció el ceño.

—¿Y se cuidan?

Summy se encogió de brazos.

—Pues no lo sé, eso ya es problema de ellos. Pero sé que quiere que esa muchachita sea una de sus mujeres.

***

—Te lo dije desde un comienzo, las humanas son un maldito dolor de huevos.

—El problema no fue ella, Xeif, fui yo que hice las cosas mal, y la abandoné —suspiró Millian, tomando un trago con su amigo en el bar.

—¿Y qué harás entonces? ¿Estás seguro que la niña es tuya? Tú me contaste que ella estaba desesperada por tener un hijo, y de estar con un macho kanatita. Además, tú mismo admitiste que ella se comportaba extraño contigo en los últimos meses.

—Eso es porque estaba ocultando su embarazo, por temor a mi reacción.

—Yo digo que deberías sospechar igual.

—Yo digo que te hace falta una humana —sonrió divertido.

El rubio chasqueó la lengua y tomó un sorbo de cerveza, antes de hablar.

—Ni en sueños.

Macho del Este tenía que ser.

...

Me parece un perfecto "Macho" del este 👌♥️💕