The Scorpion [ellefstaine] [dunior]

It's just desire... isn't it?

Gracias por su apoyo. Son los mejores!!!

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Despierto... ¡mierda son las 4am! Hay latas de cerveza en todas partes además de mis drogas. Me giro solo para encontrar una puta conmigo en mi cama. Una zorra rubia y bronceada que encontré en mi noche de juerga. Cuando la vi, supe que tenía que tirármela. ¿Por qué? Eso es más que evidente, esta perra me recordó a Junior. La follé toda la noche. La follé solo mirando su espalda. No quería ver su rostro, solo su espalda y su cabello rubio como la miel meciéndose mientras montaba mi pene. En mi mente, el que montaba mi pene es el cabrón rubio que huyó de este lugar hace casi dos días.

—Oh, sí... sí, bebé... He estado esperando todo este tiempo. Poseerte es lo que más he deseado, más que a mis malditas drogas, más que q nada... Estoy loco por ti.— Dije entre gemidos, totalmente entregado a mi pequeña fantasía.

—Yo también.— Esa perra trató de hablar.

—¡Cállate puta!— La interrumpí.

No dejaría que esta perra arruinara mi fantasía. La rubia que estoy follando entre mis piernas es Junior y nadie más. Me vine explosivamente gritando el nombre de Junior. A la zorra no le importó. Estaba demasiado drogada para pensar algo coherente. Entonces nos dormimos. Empiezo a sacudirla.

—¡Despierta perra!

La zorra abre los ojos y sonríe. —Hola guapo listo para otra ronda.

—¡Te quiero fuera de aquí!

—Pero...— Mira el reloj dramáticamente. —Son las cuatro de la mañana. Este lugar es peligroso.

—¿Me veo como que me importa?— Escupo enojado.

Podría ser medianoche y podríamos estar en Júpiter. Solo quiero que se vaya de mi casa. Cómo odio a estas perras que fingen ser santurronas. Se viste lanzando todo tipo de insultos. ¿Como si me importara una mierda? La zorra sale cerrando la puerta de un golpe. Salto de mi cama y hago lo mismo que he estado haciendo desde que Junior se fue: dormir en su cama.

Me deslizo entre sus sábanas enterrando mi cabeza en su almohada, todavía tiene su olor. La mezcla de su sudor y desodorante.

Junior, pequeño bastardo. Todo este deseo es solo porque escapaste sin entregarte a mí. Eso es lo que motiva mi roce contra tu cama todas las noches desde que te fuiste. Es solo eso, deseo, nada más. No siento nada por ti, solo deseo.

...

Me despierto casi a tiempo para ir al ensayo. Tomo un baño y voy por mis cosas. Me detengo un momento para mirar a mi maldito departamento. Desde que Junior se mudó conmigo, el lugar siempre estaba limpio. Poco antes de ir a un ensayo, él checaba nuestras cosas. Solo cuando estaba seguro de que habíamos tomado todo lo que necesitábamos, nos íbamos al ensayo.

Él siempre estaba tan preocupado por hacer todo bien. Después del ensayo, siempre iríamos al mercado de mierda frente a este edificio para tomar cervezas. Después beberíamos sentados en nuestro viejo sofá mientras tocábamos algunos acordes. Luego lo alimentaba con cervezas y drogas, y cuando estaba completamente perdido lo besaba y manoseaba. Debo dejar de pensar en estas tonterías e ir al ensayo.

Finalmente llego al sitio de ensayo. Este apestoso agujero es todo lo que podemos permitirnos. Siempre llego primero para asegurarme de que todo esté en orden. Algo que normalmente hacía con Junior. Pero hoy parce que no lo hice tan temprano, porque casi al instante aparecen Gar y Chris. Sin embargo Junior aún no viene... ¡Mierda! Él tiene que venir. No pudo haber dejado la banda... no.

—Alguno de ustedes dos idiotas, ¿saben dónde está Junior?— Yo pregunto.

—Quien vive con él eres tú, Dave—. Responde Chris. —¿Qué pasó?

Antes de tener el disgusto de tener que explicar por qué Junior no vive conmigo, el pequeño granjero llorón aparece. Suspiro con alivio. Solo espero que nadie se dé cuenta de eso. Lo miro por un momento que parece eterno. Mi rubio llorón está recién bañado. El aroma de su champú llega a mi nariz, invitándome a pasar mis dedos por sus mechones rubios.

Mis ojos parecen tener vida propia y se desvían hacia su cuerpo en esos jeans descaradamente ajustados. Parece que hoy está usando sus jeans más apretados. Es como si estuvieran pintados en sus piernas. Me pregunto si está tratando de provocarme o es solo mi deseo lo que me hace ver las cosas de esta manera. Él camina sin mirarme, lo veo mover su cuerpo rápidamente al lugar con su bajo en sus manos. De vuelta a mí... veo su trasero firme. Oh, mierda... este mocoso llorón me está volviendo loco.

El lugar se siente jodidamente caliente en este momento.

—¿Dónde diablos has estado?— Espeto enojado.

En respuesta recibo un gruñido. Mejor empiezo con el ensayo. O no descargaré todo el estrés que he acumulado todos estos días y me arrojaré sobre Junior frente a todos los presentes. Algo muy inconveniente. Tenemos un show este viernes, así que deberíamos estar listos. Pero cuando termine el ensayo, hablaremos. Está loco si cree que escapará de mí otra vez. Junior volverá a mi casa incluso si tengo que arrastrarlo.

Terminamos el ensayo y Chris y Gar desaparecieron mágicamente. Ambos comenzaban a tener un ataque de ansiedad durante el ensayo. Todos somos adictos, pero ellos están jodidamente perdidos en el vicio.

Me doy cuenta que Junior está algo frustrado con partes que no puede tocar correctamente. Él sabe que necesita mi guía, pero no quiere preguntar. Me acerco a él. Dos malditos días se han sentido como una eternidad desde que se fue.

—¿Dónde has estado?— Intento ajustar mi voz para ocultar mi ira. No quiero verlo escapar de mí otra vez. Lo quiero de vuelta a casa conmigo.

—Ese no es tu problema.

Y dicho esto, empieza guardar su bajo con calma. Dios que quiero matarlo. Actúa como si yo no existiera.

—Junior ya deja este maldito juego ya estoy harto...

Una vez guardado su bajo sale del estudio a toda prisa. Intentando escapar de mí nuevamente. Lo sigo. Junior va hasta su estacionamiento. Cuando llega a su van, lo atrapo.

—Regresa a casa.— Lo detengo tomando su brazo. Mi agarre es firme pero no doloroso.

—¿Por qué? ¿Por qué volvería?

La pregunta simplemente flota en el aire. Solo quería agarrarlo por el pelo y patearlo todo el camino a casa. Pero si hago eso, él huirá aún más lejos de mí.

—No voy a presionarte más.

¡Mierda! Me estoy rindiendo a los caprichos de este mocoso. Este no soy yo.

—¿Vas a esperar hasta que esté listo?— Pregunta, aún sin mirarme.

—Así es. Ahora vamos a casa, Junior.

Junior mira sus zapatos nerviosamente. Luego levanta la vista. Finalmente veo sus ojos. ¡Mierda! Su mirada es tan dulce, como un cachorro perdido. ¿Qué demonios estoy pensando? Junior me hace pensar y sentir cosas absurdas.

—Bueno.— Su voz es un susurro.

No puedo soportarlo más. Lo apoyo contra su camioneta y lo beso. El estacionamiento está vacío dándonos la privacidad para disfrutar este momento. Lo sostengo por su cintura con fuerza contra mi pecho. Empujo mi lengua en su boca húmeda y cálida. ¡Cómo había extrañado esto! Sus labios son deliciosos.

Finalmente Junior me devuelve el abrazo y nos besamos suavemente en el estacionamiento. No es fácil pero tengo que detener el beso. Aún estamos en un lugar público.

—¿Dónde has estado todo este tiempo bebé?— Yo pregunto.

—Aquí mismo.— Responde. —Le pagué al dueño del lugar para que me dejara estacionar mi van aquí. Desde entonces he estado viviendo en la parte de atrás de mi van. Solo paso por el departamento de un amigo para bañarme.

—Ya no tienes que hacer esto. Tu habitación te está esperando. Al igual que mi habitación... y yo—. Pasé los dedos por sus suaves mechones rubios. —Vamos a casa bebé.

—Si.— Él sonrió y fuimos a nuestro departamento en su camioneta.