Forcing Smiles ©

☀︎ | Capítulo 11

☀︎ Capítulo Once ☀︎

❝I see sparks fly whenever you
smile, get me with those green eyes,
baby as the lights go down❞

Cole ☀️

La Marcha Imperial suena a todo volumen despertándome abruptamente de mi gloriosamente profundo sueño, e inmediatamente me maldigo a mí mismo por elegir ese tema como tono de llamada en mi teléfono.

Miro irritado al reloj que se encuentra frente a mi cama y veo que son las cinco menos diez de la mañana.

¿Quién diablos podría estar llamándome a esta hora de la mañana?

Tomo mi teléfono listo para mandar a quien sea que llame a la mierda... hasta que veo el nombre que se ilumina en la pantalla cegándome tal y como lo haría un... sol.

-Solcito- atiendo el teléfono sin rastro de enojo en mi voz. Y es entonces cuando la pregunta llega a mi mente. ¿Y si algo le pasó? ¿Por qué más me llamaría a estas horas de la mañana? -¿Está todo bien?

-¡Si!, si. Todo está perfecto. Sólo quería saber si te gustaría, ya sabes...¿venir conmigo a ver al amanecer? Dios, sí, sé que suena estúpido y probablemente estás enojado porque te desperté a esta hora de la madrugada y quieras mandarme a la mierda pero es algo que siempre he hecho desde pequeña y...

-Claro que iré, boba. ¿Cómo te voy a decir que no a vos? Contigo me iría hasta el infierno.- La interrumpo para que deje de hablar como una loca.

-¿De veras?- la esperanza en su voz no me pasa desapercibida.

-De veras.

☀︎☀︎☀︎

La playa a las cinco de la mañana se encuentra completamente desierta.

Sólo hay un alma aquí, y es una muy bonita de hecho. La de Hartley.

Ella se encuentra a varios metros de mí, mostrándome su espalda. Su cabello se mueve a la mano del viento, formando una preciosa melena dorada a su alrededor.

Cuando finalmente llego a su lado, me siento a tan sólo centímetros de ella. Despega la mirada del horizonte tan sólo un segundo para mirarme y dispararme una sonrisa capaz de pararme el corazón.

El sol comienza a asomarse por sobre el mar dándole a toda la playa un bonito color anaranjado, y lo único que hacemos es observar.

-Te pedí que vinieras,- Hartley rompe el silencio entre nosotros,- porque creí que sería lindo compartir mi momento favorito del día. Sé que es estúpido- ríe suavemente,- pero siempre encontré cierta paz en observar al amanecer.

»A veces... me gusta imaginar que soy como el sol, que aunque todas las noches es vencido y opacado por la oscuridad, logra volver cada día, tan brillante como siempre, e incluso más.

-¿Oscuridad?- pregunto en un susurro.
No se me olvida que Hartley sufre, ni que algo le sucede. -Puedes confiar en mí con lo que sea, ¿sabes?

Puedo notar su indecisión. No sabe si contarme o no.

-Hartley... a veces contar las cosas nos libera un poco, nos hace sentir mejor. Pedir ayuda nunca está mal. No tienes que avergonzarte por eso, nunca. Y si quieres contarme algo, yo escucharé con gusto.