Simplemente una historia de amor, pero lamentablemente no el amor al que están acostumbrados a leer. Una historia honesta y sincera de amor propio, que a fin de cuentas es el que todos necesitamos ¿no?
Si te interesa leer una historia cursi pero bo...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
☀︎ Capítulo Veintiuno ☀︎
❝He finds another way to be the highlight of my day, it's hard to make a conversation when he's taking by breath away❞
Hartley ☀️
-¡Cole! Espera...- digo alcanzándolo a la salida del colegio. Me paro frente a él y me sonríe, dejándome ver un extraño brillo en sus ojos.
-Hola, Hart...- me saluda despacio.
-Lamento haberte ignorado. Sinceramente... perdóname. No es nada en contra tuya. Es sólo que necesitaba un poco de tiempo para procesar todo lo que había pasado, y todo lo que te conté.
-Está bien, no pasa nada. Lo entiendo. O sea, no quiero decir que lo entiendo entiendo, pero puedo comprender que necesitaras tiempo. Sólo quiero que sepas que estoy aquí para ti, y que siempre puedes hablarme de lo que quieras. Nunca te voy a juzgar ni te voy a dejar de lado...
-Lo sé, lo sé... -bajo la mirada a mis pies.
-Así que... ¿quién era la chica con la que te sentaste hoy? ¿Es tu amiga?
-Se llama Maytenne. Ella es... extraña. Pero me agrada; y siento que, de alguna manera, también le agrado. No sé si es mi amiga, pero confío en ella.
-Eso es asombroso. Me alegro muchísimo.
-Hoy le pegó un puñetazo a Camille en la nariz.
-Eso oí...- suelta una pequeña carcajada al igual que yo.
-¿Y tú y Matías? Sé que ha dormido con tu ex-novia.
-Creo que lo correcto es perdonarlo. No se lo voy a dejar tan fácil, pero lo haré. Es mi mejor amigo, y aunque lo haya arruinado, es parte de mi vida y lo necesito.
Asiento con la cabeza, con la mirada perdida. Me gustaría decir que lo entiendo, pero nunca tuve un mejor amigo o amiga. Simplemente me cuesta hablar con las personas.
-Ehm... bueno, tal vez debería irme a casa.- digo ante el silencio. No era un silencio incómodo, pero igualmente me pone nerviosa. El silencio me da tiempo para pensar, y cuando eso pasa, sólo cosas malas vienen a mi mente. Aquellas voces que me dicen que no soy suficiente y que no valgo la pena.
-Hart, me preocupan las cosas en tu casa. ¿Está... está todo bien?
-Sí... quiero decir, el novio de mi madre no parece tan malo. Pero siempre está ebrio, y eso me pone de los nervios. La gente borracha es inestable, nunca sé qué esperar ni qué va a hacer.- digo, aunque no es exactamente la verdad.
La verdad es que cada vez que ese hombre está en la misma sala que yo, me dan ganas de vomitar. Cada vez que se acerca a mí mis manos tiemblan ligeramente, y horribles recuerdos corrompen mi mente. Estar en esa casa me asfixia.
