© Rain; jjk

q u i n c e

— ¡Suni! —escuché como alguien gritaba mi nombre, suspiré.

— Haz que se calle, lo sacarán a patadas de acá por hacer tanto escándalo.

WooHyun salió de la habitación para ir en busca de Jackson, yo intenté acomodarme en la incómoda cama. Aún estaba conmocionada por como había actuado WooHyun, por primera vez en años, mostraba interés en lo que sucedía entre mi madrastra y yo. Cuando desperté, le cuestioné durante minutos el porque su cambio de actitud tan repentino, pero siempre cambiaba de tema o fingía no escucharme. A pesar de no tener comunicación alguna con él, del hecho de que solo hablaba con WooHyun para rechazar sus invitaciones para ir a comer en familia; sabía perfectamente que algo grave había pasado en su relación madre-hijo. WooHyun siempre apoyó a su madre en todo, la encubría y perdonaba, aunque ella hubiese arruinado la vida de sus ex parejas, aunque ella jamás le ha permitido trazar su camino por su cuenta, el siempre ha estado con ella.

— ¡Suni! ¿Te encuentras bien? —dijo Jackson apenas entró a la habitación, cuando vi sus intenciones para abrazarme, lo paré en seco.

— Espera, estoy hecha un asco.

— Déjate de tonterías —dijo irritado, apartó mi mano y me abrazó—, creí que algo peor te había pasado...

— Solo fue un desmayo. El doctor dijo que fue por el alcohol en su organismo, acompañado de su mala alimentación. Te recetó unas vitaminas, ya las compré —pude ver que sostenía una pequeña bolsa negra en su mano derecha, botó la bolsa hacia mi cama—, aquí están anotadas las dosis y recomendaciones que hizo, debo irme.

— WooHyun —le llamé antes de que saliera de la habitación, Jackson se separó de mí—, necesito hablar contigo.

— No tengo tiempo, será luego. —tomó el pomo de la puerta, tomé aire y difícilmente dije:

— Gracias. —pude ver como sonreía molesto.

— ¿Por qué? —salió de la habitación y cerró la puerta con un poco de fuerza.

— Woah, ese chico es realmente molesto —dijo Jackson mientras acercaba una silla a mi cama.

—sonreí— Lo es, pero aún así —cerré los ojos—, es la primera vez que actúa como un hermano. De no haber sido por él, en estos momentos estaría en la cárcel por dos cargos mayores, con al menos 30 años de condena.

— ¿De qué hablas? —tomé aire.

— Ahh, mi vida está llena de problemas.

[...]

— Por mientras te quedarás en mi casa, no es una mansión ni nada realmente elegante, pero es acogedora.

—sonreí— Realmente adoro quedarme en tu casa, mi supuesta mansión es un infierno —me quité los zapatos antes de entrar a casa, los guardé y observé todo a mi alrededor—. ¿Hace cuánto no limpias tu casa?

— No tengo tiempo de hacerlo, estoy ocupado trabajando —pasó detrás mío y fue a la cocina por un poco de agua. 

— Woah, eres un cerdo. —dije mientras alzaba su ropa interior con un zapato que había encontrado en la sala de estar, rápidamente me arrebató ambos objetos de las manos.

— ¿Qué haces? —dijo mientras recogía un poco.

— No puedo creer que en estas condiciones invites a chicas a tu casa.

— Hace tiempo que no lo hago. —abrí los ojos tanto como pude, coloqué mi mano derecha en su frente, verificando su temperatura

— ¿He escuchado bien? ¡Jackson! ¿Estás bien? —rió y apartó mi mano de su frente.