42. Chase

4.2K 269 58
                                    

Tere

Ya era lunes. Hoy llegaba Chase al colegio y me encontraba muy emocionada. No lo veía hace muchísimo ni había sabido nada de él además de lo que me contaba mamá. Ella y la madre de Chase se volvieron muy amigas cuando él llegó a mi escuela y nos empezamos a llevar bien de niños y mantuvieron comunicación durante estos años.

Lucy se notaba nerviosa, las manos le sudaban así que se las secaba con regularidad, no veía en ningún punto fijo, sino a todas partes y no podía parar de moverse de un lado a otro. Ya había intentado calmarla, pero no lo había logrado, simplemente se sentía así por alguna razón aparente.

-¿puedes dejar de moverte tanto? Me estresa. -le pedí mientras me miraba en el pequeño espejo el cual sostenía en mi mano. Hoy me desperté algo tarde y mi coleta alta no había quedado bien, así que estaba haciendo lo mejor para arreglarla.

-perdona, es que siento que vomitaré en cualquier momento. -comentó observándome. Terminé con mi cabello y la observé también. Tomé sus manos tratando de que dejara de jugar con sus uñas.

-estás muy ansiosa ¿te encuentras bien? -le pregunté preocupada. Llevaba rato así y no me había notificado de nada anormal en su vida.

-no, estoy algo nerviosa por lo de Chase.

-¿Por qué? Es solo... Chase.

-es... complicado ¿sí? No sabría explicártelo. -comentó y la fulminé con la mirada. Finalmente solté sus manos y la dejé en paz un rato. Pronto se le pasaría.

El timbre estaba por sonar y él no aparecía. Ya me estaba estresando y más por Lucy porque aun así no se dejaba de mover. Tenía muchas ganas de pegarle un golpe para que se le pasaran esos nervios, pero yo no era una persona violenta.

Nicolás apareció por los pasillos, iba caminando al lado de Tomás y Alex. Si se lo preguntaban, Lucy se había quedado en mi casa la noche anterior, por eso habían venido por separado con sus hermanos. Yo seguía molesta con Tomás y los demás hermanos mayores de Lucy, así que cuando Tomás me sonrió, no le devolví el gesto y solo aparté la mirada mientras me cruzaba de brazos. Ellos no tenían el derecho de insultar a quien todavía considero mi mejor amigo. Tampoco me daban explicaciones de porqué habían dicho esas cosas de él, sus respuestas eran solo advertencias como: "sola te darás cuenta y nos entenderás".

Alex se retiró después de un breve saludo, Nicolás se acercó a mi mejor amiga para entregarle unas hojas que parecían de alguna clase mientras que Tomás se acercó a mí.

-¿sigues enojada? -me preguntó.

-¿qué no está claro? -arqueé una ceja.

Suspiró y vi tras su hombro hacia la entrada del edificio. Inmediatamente reconocí a la mamá de Chase y justo detrás, él se acercaba. Me sorprendió el cambio físico que había tenido en tan solo un par de años... podría aceptar que se había vuelto todo un galán.

Claramente había crecido... demasiado diría yo, posiblemente me pasaba por dos cabezas más o menos, su cabello esta largo como él siempre acostumbró a usar, sus facciones faciales se habían marcado bastante, venía sonriendo mientras hablaba con su madre y la ausencia de frenillos fue lo que más noté. Su sonrisa ahora se veía intacta. Ansiaba escuchar su voz y burlarme, recordaba perfectamente su voz infantil y ahora por razones obvias, no era la misma. Esperaba sorprenderme al escucharlo hablar. Así fue cuando corrí a abrazarlo y me saludó dejando a Tomás solo junto a su hermana y Nicolás.

-¿Tere? Por Dios, no puedo creer que eres tú. -dijo con su ronca voz. Aun recordaba su voz de preadolescente y compararla con la actual era muy gracioso.

Vida Entre Chicos (SC Libro #1) Where stories live. Discover now