70. Fobia

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¡Sorpresa! 7w7

Lucy

El regreso a clases fue de lo más normal. Aunque, varias cambiaron y nuevos profesores se veían por los pasillos como era de costumbre en cada cambio de semestre. He de decir que también el cambio de horario seguía confundiéndome, no me he acostumbrado a él. Ni tampoco me acostumbro al hecho de ya no caminar todo el día junto a Nicolás. Sí, compartimos una que otra clase, pero ya no es el mismo horario como en el semestre pasado.

Si se preguntan qué pienso acerca de lo que pasó en año nuevo... no hemos vuelto a sacar el tema porque aún no estoy segura de lo que siento o pienso al respecto. Una cosa he de decir y es que desde su confesión, siento que nos hemos unido un poco más. Al principio fue algo incómodo estar frente a su presencia, pero con el tiempo me di cuenta que el hecho de que yo le guste, no es razón para que las cosas cambiaran entre nosotros. Me agrada muchísimo su compañía y reírme estando a su lado. También, me gusta jugar con sus hoyuelos o juguetear con su cabello solo para fastidiarlo y ver su rostro molesto. Su siempre buen humor de alguna manera ayudaba a calmar mi mal genio y eso me gusta porque bueno, me alegra los días.

Probablemente divagaba un poco con mis pensamientos, pero no sé si eso es suficiente para decir: "él me gusta" incluso sólo pensar en decir esas palabras me causa una sensación muy extraña en el cuerpo muy parecida a un escalofrío. Mordí el interior de mi mejilla mientras veía el pizarrón. ¿Por qué estoy pensando en estas cosas en medio de clase? Sacudí la cabeza y seguí prestando atención.

***

-Hola cumpleañera. -escuché la voz del pelinegro en mi oído. Me causó escalofríos su cercanía.

-mi cumpleaños es mañana, tarado. -reí y me volteé después de meter mis libros en el casillero.

-Ya lo sé, solo quiero llamarte así. Igual es válido, ¿qué tal que muera hoy y no pueda felicitarte mañana? La vida es muy impredecible, lo sabes. -dijo y se encogió de hombros.

-No digas eso, las posibilidades de que mueras exactamente hoy son muy bajas. -incliné la cabeza hacia un lado y me recosté contra los casilleros a mi espalda.

-lo sé pero, algo me dice que tú eres la que menos quiere que muera. -dijo y dio un paso hacia mí.

-tal vez ya que si mueres, no tendré a quién fastidiar.

-o sea que solo para eso me quieres con vida. -llevo una mano a su pecho. -me ofendes. Si me muero, no habrá alguien que guste de tu mal carácter porque creo ser el único ser vivo tan chiflado como para hacerlo.

-No seas tan dramático. -dije y le propiné un buen golpe en el hombro. -por cierto, quería darte algo.

-¿de qué se trata? -inquirió curioso mientras yo buscaba en el fondo de mi mochila.

-de esto. -respondí y saqué una libreta negra. -me dijiste que necesitabas una nueva para terminar tu historia y yo quiero saber el final con Sol, así que ten. -dije y se la extendí.

-no creí que te llegaría a gustar tanto la historia. -sonrió y tomó la libreta entre sus manos. -gracias por cierto.

-No hay de qué y eres buen escritor, no creí que aquella libreta que me quitaste tu primer día aquí era una historia.

-Es solo un pequeño hobby que no le había mostrado a nadie. -comentó y rascó su nuca.

-¿debería sentirme privilegiada? -sonreí apretando los labios.

-La verdad que sí. -sonrío y como siempre, metí mi dedo en uno de sus hoyuelos, lo cual lo molestó pero, eso era lo gracioso de realizar esto.

-¿les he dicho lo adorables que son? -habló mi mejor amiga acercándose junto a mi hermano. Dejé mi jugueteo de lado y rodé los ojos al verlos. Desafortunadamente este semestre, a ambos les había tocado compartir varias clases seguidas, agh. El destino no está a mi favor.

Vida Entre Chicos (SC Libro #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora