15: Lo que oculta la mentira

23 0 0
                                    

Bajaron del tren dos mañanas después. No se suponía que tenían que tardar tanto, en no mucho más que un día podrían haber llegado a Harrow, Londres. Pero luego del acontecimiento en esa estación, Frances lo obligó a detenerse varias veces y dejar pasar muchos trenes antes de seguir con el camino. Aguardaban en el andén por horas y en ningún momento ella dejaba de mirar atentamente a su alrededor. Tenía miedo, eso había comprendido él. Le fue muy difícil sacar esa conclusión, a ella no le temblaban las manos ni decía nada y aunque era pequeñita en tamaño y en edad, la mirada fiera de sus azules ojos —que él creía eran dulces e inocentes al principio, pero que resultaban tener una brutalidad implacable escondida —y la fuerza de su espíritu lo hacían agradecer su compañía, lo hacían sentir seguro. Sin embargo, ella mordía sus labios cuando le temblaban, intentando que él no lo notase, sin saber que Donnchad los había captado; no dormía, no comía y no dejaba de sospechar que los seguían: estaba aterrada.

La multitud los pasaba de largo, algunos volvían a observarlos sobre sus hombros cuando al pasar sentían sus aromas y sus caras pálidas. Mantenerse limpios era la última de las preocupaciones que los invadían y comer se volvió casi prescindible. El viaje en tensión hizo que Donnchad aprendiera algo de sí mismo, algo que había comunicado a Frances en un punto y ella se había negado a creer: tenía una ligera cobardía corriendo por sus venas. Cuando ella se lo pidió, no dudó en dejarla luchar sola mientras iba a encerrarse en el baño y las pesadillas de lo que suponía había pasado allí lo perseguían mucho más que a la mujer que se las había enfrentado. Era verdad que no comprendía demasiado la situación, pero estaba seguro que el que los vigilaba no era enviado por su madre y ella tuvo que hacer muchísimo más que hablarle para que desapareciera de su huida.

—Frances... —intentaba llamarla él, pero la muchacha seguía abriéndose paso entre la gente, casi corriendo. Repetía lo mismo desde que pisaron el andén:

—Estamos tan cerca, él nos espera... Estamos tan cerca, él nos espera... Estamos tan cerca, él nos espera...

Miraba al frente fijamente, murmurando aquellas palabras de una manera que no parecía que ella supiera que las estaba diciendo en voz alta.

— ¡Frances! —gritó más fuerte él, tomándola de la mano para que se detuviera.

Ella volteó y le regaló una expresión bañada en felicidad. Era la alegría de saberse en su destino, de pasar unos días que creía no poder atravesar viva.

— ¿Qué pasa? —preguntó ella, extasiada. No quería detenerse ni un segundo, así que hizo señas de que lo seguía oyendo, pero volteó al frente y siguió caminando.

—Me tengo que ir... No sé adónde, claro, pero tú tienes que encontrarte con tu primo y yo debo encontrar mi camino —decía Donnchad intentando que ella lo oyera. Una vez estuvieron en la vereda, miró los autos pasar rápidamente y los altos edificios blancos que le dieron la bienvenida a la ciudad —. Alguien me espera... —susurró. No sabía quién ni dónde, pero la urgencia con la que le latía el corazón lo hacía pensar que estaba llegando tarde.

Ella dio vuelta la cabeza sin pararse y le regaló una sonrisa ligera. La primera que le daba en los últimos dos días.

—Vamos a ver a Joseph, déjame que le pido un poco de ropa para ti, comes algo y luego veremos si te podemos ayudar a encontrar más pistas —suplicó. Cuando vio la expresión dudosa de él, le apretó la mano para reconfortarlo —. Por favor, Donnchad. Déjame ayudarte como tú me ayudaste a mí.

Él no contestó nada ni intentó volver a separarse, no obstante se quedó pensando en sus palabras, tratando de descubrir en qué forma él la había ayudado a ella. Lo único que había hecho en el viaje era haberle prestado el hombro para dormir; todo lo demás, lo había hecho Frances. Ella fue la que lo protegió a él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 14, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hidden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora