Día de Mierda

2.4K 157 8
                                    

Segundo Capítulo, de diez. Perdón por los errores y gracias por leer.

****



Ally no sabía qué hacer con su mejor amiga. Lauren y ella habían dejado el hospital de Miami al día siguiente cuando la doctora Molina le dio de alta. La morena no había presentado más síntomas y los exámenes de resonancia magnética y la punción lumbar ya estaban hechos. Los resultados estarían disponibles en cinco días más y serían enviados a Camden cuando la pequeña familia de tres ya estuviera instalada en Maine.

Lauren en tanto sabía que su mejor amiga se mudaba de casa pero Ally no había hablado con ella aún y Lauren estaba muy nerviosa con ello. Ella no le había preguntado nada a Ally o a Will pero sabía que tarde o temprano tendría que saber su destino, volver a vivir en su escarabajo o tratar de encontrar un refugio en el cuál permanecer hasta encontrar un trabajo estable y no de medio tiempo en una tienda de discos y en una cafetería. Ni con esos dos trabajos le alcanzaba para arrendar algo así que estaba un poco desesperada pero decidió ponerse el parche antes de la herida para que el golpe no fuera tan doloroso.

Aunque el dolor, Lauren ya lo estaba sintiendo.

- "Tú sólo eres un estorbo..." - la chica se recriminaba a sí misma - "¿Por qué crees que Ally te llevará con ella esta vez?" "¿Porque te has enfermado?" "Ni siquiera sabes si tienes esa mierda que la doctora cree que tienes, pero con la mala suerte que llevas..." "No eres nada Jauregui, nada"

La desesperanza y la depresión estaban cavando un agujero profundo en la psiquis de la chica de ojos verdes pero ella no lo expresaba en voz alta para no molestar a sus amigos. Ella sólo esperaba el golpe final. Ese dónde Ally le decía que lo sentía pero que no podía quedarse en casa porque se irían a vivir a otro estado y no la podían llevar con ella. Lauren era como el perro viejo de una familia joven que tenía un hijo y no podían quedarse con el perro y lo devolvían al refugio de animales. Ella sería devuelta por tercera vez, con la diferencia que ya no tendría un orfanato al que volver sino a un viejo escarabajo turquesa que había visto tiempos mejores y ni siquiera tenía calefacción.

Su desesperación era tal que ella no pudo cerrar los ojos esa noche y al día siguiente se levantó temprano para ir a trabajar y evitar pensar que tendría que volver a recoger sus miserables pertenencias, sólo tenía una maleta y media con todas sus cosas que cabían perfectamente en su escarabajo, y que ya no vería a las dos personas que por cinco años ella ha considerado como su familia. La que ella eligió.

Excepto que su deseo de distracción ese día se vio interrumpido por una crisis, no de su cuerpo sino por una pelea que se suscitó aquella tarde en el café en el que trabajaba en Little Havana.

Dos hombres estaban discutiendo por una cuenta de café y pedidos de plátano frito y croquetas que ninguno de los dos quería tener que pagar en su totalidad porque no llevaban consigo todo el dinero que necesitaban así que se pusieron a pelear tratando de obligar al otro a pagar la cuenta.

Como ninguno de ellos parecía entrar en razón, el gerente de la cafetería intentó mediar con los hombres del conflicto pero ellos no querían interrupciones así que mandaron al gerente a la mierda. Literalmente. Cuando el jefe de Lauren amenazó a los hombres a llamar a la policía sino se calmaban ellos salieron corriendo de la cafetería sin pagar la cuenta pero uno de ellos le gritó que tenía más dinero en la cajuela del auto y que la irían a buscar. El gerente esperó en la puerta de la cafetería decorada con objetos alusivos a Cuba y los vio regresar a ambos, pero no con el dinero de la cuenta. Uno de ellos tenía un arma con el que amenazó al gerente para que no hiciera nada y que le entregase la llave de la caja fuerte.

Muñeca Rota - Parte UnoWhere stories live. Discover now