CAPITULO 117

260 9 2
                                    

El viento estaba frío, soplando en la cara de Chu Qiao. Sus pestañas eran largas y densas, como dos
pequeños abanicos. Sonriendo, ella dijo:

—Yan Xun, confío en ti.

Las cejas de Yan Xun se movieron ligeramente. Un pensamiento cruzó sus ojos, pero no dijo nada. La
abrazó y la besó ligeramente en la frente. Sus labios estaban fríos y húmedos. Chu Qiao se apoyó en su abrazo, en su pecho duro y ancho. Podía sentir el latido de su corazón a través de su gruesa túnica. Latido por latido, la determinación estaba allí. Sus acciones eran naturales, como lo habían sido estos ocho años. Ambos permanecieron en silencio, pero su química era como un vino viejo, liberando su aroma fragante de vez en cuando.

Habían dependido el uno del otro cuando los tiempos eran difíciles.

Muchas veces, los favores que se
hacían entre sí eran ordinarios y no parecían adecuarse a su edad. Sin embargo, sus experiencias dolorosas les habían permitido madurar. Aunque la emoción y la pasión seguían allí, había sido ocultada magistralmente.

—Yan Xun, ¿a quién enviará Xia para atacar a Yan Bei? ¿Meng Tian? ¿Zhao Che? ¿O alguien más?

—Meng Tian es viejo. —La voz de Yan Xun tenía un tono de seriedad. En medio de los vientos, sonaba ronca—. En cuanto a Zhao Che, pronto le sucederán grandes problemas.

—¿Oh? ¿Por qué?

Yan Xun sonrió y golpeó la frente de Chu Qiao. Frunciendo el ceño a propósito, dijo:

—AhChu, ¿estás haciendo esto a propósito? ¿Preguntándome sobre este tipo de cosas?

Chu Qiao gruñó, se frotó la frente, la nariz y dijo:

—Estoy contigo. No quiero usar mi cerebro.

Yan Xun se rió entre dientes.

Parecía que, por muy sabia que fuera una mujer, tenía su lado femenino después de todo.

—Durante la rebelión en aquel entonces, todos aprovecharon su oportunidad. Algunos gobernadores aprovecharon la oportunidad para probar qué tan fuerte era la familia Zhao. Además, hubo una plaga que se extendió en Zhen Huang. La familia Zhao se vio obligada a emigrar desde la capital. Esta fue la primera vez en
cientos de años en que la familia exhibió debilidades, convirtiéndola en un hazmeral del mundo entero.

Solo Zhao Che se quedó para defender la capital, protegiendo a sus ciudadanos. Fue heróico y se afianzó en el ejército y los sistemas políticos.

Pensando en ello, dado el carácter del Emperador Xia y sus hermanos hambrientos de poder, junto con el grupo de viejos compañeros del Clan de Ancianos, ¿todavía le permitirían flexionar sus músculos?

Chu Qiao asintió.

Al ver cómo Chu Qiao apenas podía abrir y mantener los ojos abiertos, Yan Xun se echó a reír.

—¿Por qué estás de acuerdo? Estás cansada.

—No. He estado escuchando atentamente. —Con un bostezo, respondió Chu Qiao.

Yan Xun se puso de pie, y con una rápida acción la levantó en sus brazos como una novia, y susurró
suavemente:

—No tiene sentido preocuparse por él. De cualquier manera, lo que venga, vendrá. Esperemos y
veamos quién será el primero en actuar.

Acurrucándose en el abrazo de Yan Xun, Chu Qiao murmuró una respuesta. Con sus brazos alrededor del cuello de Yan Xun, ella cayó en un profundo sueño.

Bajo la luz de la luna, el cuerno de las luces apagadas sonó en el distante campamento del ejército.

Con miles de luces apagadas casi todas a la vez, fue verdaderamente una vista espectacular.

Al mirar a la dama en sus brazos, Yan Xun se sintió repentinamente lleno de energía y motivación.

Continuara

🖤THE LEGEND OF CHU QIAO (TOMO 5,FINALIZED)Where stories live. Discover now