Capitulo 2.

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-¡No sabes con quien te metiste pendejo! -Grito el hombre abalanzándose sobre mi.

Cuando el hombre vino a agarrarme, pase rápidamente por debajo de sus brazos y quede frente a su gigantesca espalda.

Lo que no me percate, es que se daría cuenta y embestiría mi nariz con su codo.

Trastabille hacia atrás intentando mantener el equilibrio, pero el golpe en la nariz me sacudió todo elcráneo y quede de rodillas en el suelo.

Lo peor de tener la nariz reventada,ademas de que parezca una catarata de sangre, es que mi visión esta nublada. Mis lagrimales no dejan de gotear y eso produce que solo vea sombras sin forma definida.

-Hoy no es tu noche pibe...-Me dice con su voz ronca mientras siento que se acerca.

-¡Dejalo Marcelo! -Grita ella y oigo un vidrio romperse.

-¡A vos te voy a enseñar con eso de venir por atrás yegua! -Grita el.

Esto se va a poner feo y yo ya estoy metido en la fiesta, necesito hacer algo.

Tanteo con mi mano el suelo mientras ellos siguen en su lucha.

Yo solo veo formas moverse y la puta lampara del comedor encendida que me deja ciego por momentos.

De pronto, mi mano siente algo robusto,duro.

Creo que es la pata faltante de la mesa que se encuentra tirada.

¡Si! ¡Eso es! ¡Es la pata!

Marcelo...Esta no es tu noche...Pienso para mis adentros.

Me paro un poco mareado y juntando fuerzas desde adentro suelto un grito con toda furia:

-¡Te dije que la sueltes basura!

Tomo impulso desde atrás y uso la pata de la mesa como si fuera un bate de baseball.

No puedo verlo con claridad, es cierto.Pero si puedo diferenciar una sombra pequeña de una grande.

La pata sigue su curso con total velocidad hasta estrellarse en algo duro que cae, casi al instante.

-¡Marcelo! -Grita ella con voz aterrorizada.

Poco a poco mi visión se vuelve más clara.

-¡¿Qué hiciste nene?! -Me pregunta con odio la mujer que acababa de salvar.

Normalmente en los cuentos y películas,cuando un hombre salva a una mujer de un simio sin cerebro, ella se enamora perdidamente.

Pero en este caso, creo que no es así.

Ahora logro ver con más claridad el por que de sus gritos.

Marcelo se encuentra en el suelo,inmóvil, con su cabeza encima de una charco grande de sangre y la pata de la mesa a su lado, bañada en sangre.

-¡Lo mataste! -Me grita ella viéndome con sus ojos celestes gigantes.

-¡Te estaba pegando! -Le grite para que entendiera mi accionar.

-¡No, no, no! ¡No te das una idea en el quilombo que nos metiste! -Me dice cerrando rápidamente la puerta.

-¡Te salve! ¡Eso hice! -Le dije con tono heroico.

-¡Nos hundiste! ¡Eso hiciste! ¡Nos hundiste! -Me reprocho.

Yo me queda mirando la escena sinentender nada.

-Pero...Te estaba pegando.

Ella se agarra la cabeza y se sienta en una silla que se encontraba en la punta del comedor.

Me queda mirando a la vez que mira el cadáver y enciende un cigarrillo.

Lo enciende con una paz que no logro comprender.

De pronto comienza a reír mientras miraba el cadáver de Marcelo.

Creo que de tantos golpes, perdió la cordura.

Yo permanecí inmóvil, viendo la pintura sin poder emitir sonido.

De pronto me clava la mirada con una sonrisa con la boca como de costado y me pregunta:

-¿Hace poco te mudaste al edificio no?

-Eh...Si..Hace unos meses. ¿Pero que tiene que ver eso con todo esto?

Ella ríe.

-Que no sabes donde te metiste pibe...¿No tenes idea quien es él no?

Yo negué con la cabeza.

-El hijo de puta este, así como loves, es la mano derecha de "El turco" Leiva.

-¿El turco Leiva? ¿Quien es?-Pregunte observando el cadáver.

-Créeme que es la ultima persona en la tierra que quisieras conocer.

¿En que me metí? Me pregunto mientras me veo la remera llena de sangre.

-Ahora me vas a tener que ayudar. -Me dijo tirando el cigarrillo al suelo y pisoteándolo con la punta de su zapato.

-¿Ayudar? ¿A que?

-A deshacernos del cuerpo nene, ¿O te pensás quedar acá hasta que llegue la policía? Asesino. -Sentencio con una sonrisa burlona.

"Asesino"

Esa palabra me queda haciendo eco en la mente.

Ahora si que la cague.

Hoy no tuve que haberme levantado de la cama. Definitivamente.

Ya no veo a una mujer asustada que lloriquea cuando es golpeada.

¿A quién defendí? ¿Por quién mate a un tipo?

Presiento que esta noche sera larga...

El cuento del pibeWhere stories live. Discover now