Capitulo 20.

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La luz de unas lamparas arriba de mi cabeza ingresan por mis ojos hasta dejarme ciego por unos segundos.

Trueno esta a mi lado, sentando en una silla y atado como yo.

Estamos de igual forma que estaba el primo de Ali hace un día.

El viaje fue largo y en silencio, creo que nos están llevando a un lugar alejado, eso es una mala señal.

Frente a nosotros esta ese tal Oso que nos mira sonriente, fumando un cigarrillo.

La habitación es grande y húmeda, sus paredes están pintadas de verde ingles y el suelo es de concreto.Hay algunas manchas de sangre cerca de donde esta parado Oso.

La única puerta de la habitación se abre y de paso a un hombre de mediana edad, de tez oscura.

Su cabello es oscuro, su ropa es demarca y uno de sus ojos esta completamente blanco.

-¿Estos nada más? -Le pregunta el hombre a Oso, mientras se saca un chaleco marrón para quedarse vestido con camisa blanca y pantalón.

-Si jefe, había otros dos, pero fueron eliminados. -Contesta Oso.

Sin duda alguna este hombre frente nuestro es Ali.

-¿Ustedes mataron a mi primo? -Nos pregunta.

Trueno no dice nada y yo opto por seguir sus gestos.

El hombre comienza a desabrochar las mangas de su camisa con elegancia.

-¿No van a hablar? -Vuelve a consultarnos.

Nuestro silencio sigue firme.

Ali prosigue a desabrocharse la camisa y entregársela a Oso, quien la tiene en sus manos como si fuese una novia que es cargada en su noche de bodas.

Los músculos del hombre oscuro se hacen notar por el reflejo de la luz.

Se para frente a Trueno y tomando impulso, le incrusta un puñetazo en la mandíbula que le vuela un diente.

Mi compañero no dice nada.

-¿No tenes nada para decir? -Me pregunta sosteniendo el rostro de Trueno.

No digo nada, no me pagan para hablar.

-Muy bien, en ese caso...

La mano de Ali vuelve a tomar impulso y se junta en un choque estruendoso con la mandíbula de Trueno.

Dos dientes más salen volando y una catarata de sangre comienza a escurrirse por los agujeros de su dentadura.

Trueno escupe sangre al piso y con notoria fuerza lo mira a los ojos a Ali.

-Suplicaba que paráramos...No lo pudiste salvar...-Dice sonriendo.

La cara de Ali se transforma.

Se aleja del rostro de Trueno y patea su abdomen hasta tirarlo de espaldas al suelo.

Se acerca lo suficiente para arrodillarse a su lado y comenzar una lluvia de golpes a su rostro.

La sangre comienza a saltar en todas direcciones.

Trueno al principio se quejaba, pero solo al principio, no duro mucho consciente.

Ali sigue golpeándolo con voracidad.

Lo golpea hasta que siente que ya es suficiente.

El angulo donde están no me permite ver como quedo Trueno, pero puedo imaginarlo.

Ali se levanta y se limpia su puño lleno de sangre con una toalla que le da el Oso.

Se seca el sudor de su frente y tira la toalla sobre el cuerpo sin vida de Trueno.

-¿Tu nombre? -Me pregunta dándose vuelta.

Me gustaría seguir callado y morir con dignidad como Trueno, pero yo no estoy echo de su fibra.

-Ni...Nicolás-Respondo intentando no tartamudear.

-Muy bien Nicolás...Ahora hablas, eso es un progreso....¿Quién mato a mi primo?

A veces una mentira, es la mejor respuesta cuando nuestra vida pende de un hilo.

-Trueno. -Respondo con firmeza.

-Es lo que dijo la chica...-Le comenta Ali a Oso mientras se vuelve a poner su camisa blanca.

-¿Vamos a cumplir con el trato?-Pregunta Oso mirándome por encima del hombro de su jefe.

-Decime Nicolás...¿Hace cuanto trabajas para Leiva? -Me pregunta Ali.

-Hace poco, menos de un mes.

-Menos de un mes....Mira vos, pregunto por que me llego un rumor de que vos no estas con él por una fidelidad...¿Puede ser?

-¿A que se refiere?

-A que vos y yo queremos lo mismo, por distintos motivos.

-¿Y eso que seria?

-No te hagas el boludo nene...Sabes bien a que me refiero. Vos querés que Leiva reviente como un sapo yyo también. Por eso vos y yo vamos a hacer un trato, ¿Te parece?

-¿Qué clase de trato seria?

-Viendo tus condiciones en estos momentos...-Me dice mirándome atado- No te conviene negociar mucho,pero vamos a hacerlo así: Yo te perdono la vida y te dejo la vía libre para que mates a Leiva.

-Entiendo, ¿Y usted que obtiene a cambio?

-Yo me quedo con el territorio de Leiva y a vos te puedo conseguir un trabajito tranquilo, alejado de las balas y los tiroteos. ¿Qué decís? ¿Socios? -Pregunta extendiendo su mano, mientras el Oso me desata de la silla.

-Socios. -Digo estrechando mi mano con la gigantesca de Ali.

-Pero vos sabes como es esto pibe...No podes volver sin una marca, me harías quedar mal a mi y levantarías sospechas...Tranquilo, en unos días deja de doler. -Me dice Ali al verme levantar.

-Nada personal Nico. -Agrega Oso y enseguida comienza a golpearme.

El Oso me golpea las costillas, la cara, las piernas. Me da lo que se dice una verdadera paliza.

Termino tirado en el suelo, cerca del cadáver de Trueno.

En medio de mi golpiza lo veo y agradezco lo que me están haciendo ahora.

El rostro de Trueno solo vive en mi memoria.

Donde hubo una cara, ahora solo hay un hueco lleno de sangre y algunas moscas que comienzan a revolotear por encima.


Ali no solo desfiguro a Trueno, si no,que borro su rostro del mapa, para siempre.

El cuento del pibeWhere stories live. Discover now