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Jeongguk se encuentra en su último juego por esta temporada, se ha vuelto rutina que Taehyung venga a verlo, al igual que las miradas que le da el menor cuando logra anotar. El mayor ahora es capaz de animarlo más alto, aveces puede escuchar como grita su nombre cuando toma el balón, sabe que debe darle mucha vergüenza pero lo hace por hacer sonreír al pelinegro así que él lo aprecia y mucho.

Al terminar el juego se encuentra emocionado porque han logrado ganar, todos gritan y sonríen mientras entran en los vestuarios.

Jeongguk sale de la ducha dispuesto a cambiarse, no puede evitar el pensamiento que pasa por su cabeza, algo que lo lleva molestando desde aquella vez que peleó con Yugyeom en ese mismo lugar: A partir de ese día se dió cuenta que sus compañeros suelen evitarlo en los vestidores.

— Apúrate Jeon, quiero ir a comer, maldita sea. — La voz de Yoongi lo saca de sus pensamientos. — Taehyung y Seokjin nos deben estar esperando. — Jeon sonríe escuchando al mayor quejarse y cierra su casillero.

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Horas más tarde se encuentran comiendo en la misma cafetería de siempre, Yoongi dice que le gusta mucho como para no venir cada que puede.

Jeongguk ha pasado la noche tomando de la mano de su novio, ya Seokjin se había enterado de que eran pareja, al parecer Taehyung le había contado en sus clases en el receso después de estar harto del mayor preguntando.

Ve que Yoongi va afuera fumar un cigarrillo y Jeongguk lo sigue, toma asiento a su lado en la banca junto al local.

— ¿Sabes? Planeo dejarlo. — Dice sintiendo la mirada de Jeongguk, aunque éste no dice nada al respecto.

Ambos están en silencio cómodo mientras Yoongi fuma y Jeongguk juega con sus dedos.

— ¿Pasa algo? — Yoongi pregunta, sabiendo que es difícil para Jeongguk empezar las conversaciones.

— Cuando conocí a Taehyung, yo pensaba muy mal de la homosexualidad Yoongi, para cuando me estaba enamorando de él pensaba que estaba bien siempre y cuando yo no fuera gay. Cuando inevitablemente me enamoré de él, me odie, y mientras yo estaba ahí siendo un cobarde día tras día, Taehyung aprendía a amarme por quien era, incluyendo todo lo malo.

— La verdad es que... pues si eras un reprimido. — Dice riendo Yoongi, aliviando el ambiente.

— He cambiado, de verdad, miro atrás y ese no soy yo. — Dice Jeongguk sonriendo. — Por ello quiero hacer algo un poco... ridículo.

— Jeon Jeongguk ¿Sabes que esta no es edad para pedir matrimonio cierto? — Bromea Yoongi.

— No es nada como eso. — Ríe Jeongguk.

— Bueno... ¿Y en qué puedo ayudarte?

Jeongguk voltea y se consigue con la mirada expectante de Yoongi sonriendo de lado.