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Las clases han empezado para la tortura de Jeongguk quien sólo quiere graduarse, está harto de ese lugar, lo bueno es que sabe que sólo le queda este año. La peor parte de las es que ya no tendrá a sus amigos en el equipo, pero sabe que estará bien porque al menos Taehyung sigue acá con él.

El pelinegro ha mantenido su decisión de juntar sus manos en la escuela, y ahora pasa sus recesos únicamente con Taehyung. No piensa que sea la mejor idea ir a jugar básquet con Yugyeom y los demás. Aún así, siente que hizo tanto ejercicio en las vacaciones que su condición física ha mejorado, ahora que ni Yoongi ni Mark están presentes en el equipo quiere intentar ser la estrella.

— ¿Estás escuchando? — Le pregunta Taehyung frente a él.

— Sí.

— ¿Qué dije entonces? — Dice y levanta una ceja.

— Algo sobre... el piano. — Contesta y ríe.

— Cerca. — Taehyung acomoda su cabello. — Quería saber si irás a mi presentación de piano.

— Por supuesto. ¿Cuándo será?

— El mes que viene, iremos con mi mamá.

— Me parece bien.

Jeongguk se encuentra pasando la llave del estudio, detrás de él Taehyung quien tiene agarrada su mano en señal de apoyo.

— ¿Puedes hacerlo?

— Sí.

Sin mirarlo abre la puerta encontrándose con el viejo estudio con paredes blancas, intenta prender las luces pero parece que ya no sirven. Jeongguk entra y camina por el, los recuerdos de su madre se respiran en ese lugar.

Taehyung, quien viene justo atrás de él cierra la puerta y mira preocupado a Jeon que sólo recorre su mirada por todo el estudio.

Sin aviso, el menor se sienta en el piso. — Mi madre, ella me traía siempre acá, me enseñaba a bailar, me compraba helados en la tienda que está a dos calles. Esos helados eran muy buenos, de verdad los amaba más que nada en el mundo ¿Sabes?

En ese momento Jeongguk se da cuenta por primera vez que se encuentra llorando, Taehyung se ha sentado a su lado y lo abraza, el menor esconde su cara en su hombro.

Entonces recuerda el vago pensamiento que tuvo una vez: los abrazos de Taehyung le recuerdan a los de su madre, porque lo hacen sentir seguro y en casa.

Por otro lado, a Taehyung la escena también le recuerda algo un poco distinto: lo parecidos que son ambos, que es la misma razón por la que tuvo tanta paciencia con él. Sin importar si Jeongguk fue un idiota en el pasado, él siempre vió la persona detrás de ello, alguien real, tan roto, asustado y humano como cualquiera, sin nadie a su lado, al igual que Taehyung.

two boys » kookv / vkook Where stories live. Discover now