17. todos sus angeles

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palermo entra en una de las habitaciones con velez en brazos y la recuesta en uno de los sillones. velez se queja y se queda mirando a palermo revolver en las cajas de las cosas médicas, pero velez se da cuenta de algo y se sienta derrepente.

"¿en qué momento te cambiaste?" le pregunta velez observando que palermo tiene el mameluco rojo puesto.

"recien" dice de espaldas sacando todo lo necesario de la caja. velez trata de hacer cuentas en su cabeza.

"¿recien cuando?" vuelve a preguntar con el ceño fruncido.

"te quedaste dormida o desmayada como por dos minutos y aproveche y me cambié. y ahora estamos acá" explica y pone la caja sobre la mesa frente a ellos y se sienta frente a ella.

"¿osea que te cambiaste conmigo ahi desmayada?" pregunta mientras palermo le coloca un pequeño yeso en la mano. palermo asiente con la cabeza. velez larga una carcajada.

"¿que te causa gracia?" cuestiona palermo sin dejar de hacer su trabajo.

"nada. me parece bizarro nada mas" contesta.

"pasa que estaba mas lindo con el trajesito" velez se ríe burlona.

"parecias un payaso así vestido. cuando te vi salir asi del baño dije 'que hace este payaso'" sin querer palermo hace un movimiento bruto en su dedo. "ay pelotudo" se queja y retira su mano al instante. palermo se rie tentado. "despacio" le dice y le vuelve a entregar la mano.

"sos re maricona. es una luxacion no es para tanto" dice solo para molestarla y ajusta el yeso.

"me dolió como la concha de tu madre" dice velez y se tapa la cara recordando esos feos momentos. "no se para qué te hice caso"

"gandía se la re bancó" contesta palermo.

"gandía es jason statham. ¿viste como esquivó las balas de denver?" le pregunta sorprendida.

"¿te da miedo?" le pregunta palermo clavandole la mirada. velez se pone nerviosa.

"no. pero respeto sí" contesta y palermo vuelve a ajustar el yeso y se pone serio.

"quedate tranquila. antes de que se le ocurra hacerte... o hacernos algo a cualquiera de nosotros le meto un tiro en la frente" dice y finaliza con el yeso. velez sonríe ante sus palabras y un dolor punzante cruza por su cabeza, por lo que se queja y se lleva la mano a la cabeza. siente algo raro allí y cuando se mira los dedos tiene bastante sangre. velez mira a palermo al mismo tiempo que él. "¿con que te golpeó?" le pregunta ahora buscando mas cosas en la caja.

"con el rifle" dice y cierra los ojos. "me la re dió wacho"

"a ver" dice palermo y le separa un mechon de pelo. "tenes un corte. te voy a tener que cortar un poco el pelo para poder coserte" le avisa y velez se rie.

"ni en pedo" se niega. palermo suspira ya poniendose de mal humor.

"con todo el amor del mundo, no colmes mi paciencia" le pide cerrando los ojos. "tenes un corte asi de grande" le hace la seña con los dedos. "te tengo que coser y el pelo tuyo no me deja" dice y agarra una tijera.

"¿estas loco?" dice velez y se hace hacia atras. "deja eso ahí. tirame alcohol o lo que sea y poneme una curita, una gasa, nose, algo. se cierra solo el corte" dice con tanta dureza en la voz que palermo no tiene ganas de discutir. no le contesta y vuelve a poner la tijera en su lugar. saca de la caja dos botellas y algodon. comienza a curar la herida como puede mientras velez se queja de dolor. "¿quien te enseñó todo esto?" le pregunta velez. "a nosotros nos enseñó el profesor. ¿a vos también no?"

"no" dice palermo como si se acabara de acordar de algo que no queria.

"¿quien?" pregunta y palermo se pone tenso.

"berlin" responde y velez recuerda esa historia de amor y se sorprende de haberse olvidado por completo de eso. velez lucha por quedarse en silencio pero su curiosidad no se lo permite.

"¿llegaron a tener algo?" pregunta y se prepara por si palermo quiere matarla. pero para su sorpresa, reacciona distinto.

"un beso, nada mas" le responde sin dejar de trabajar en su herida. velez sonrie.

"que raro que no estuviste en el robo a la casa de la moneda..." dice velez pensando. palermo mira al techo sabiendo que los recuerdos lo volveran a lastimar.

"es que ese no era el plan original" responde y velez se queda callada porque no entiende. palermo se da cuenta y sigue. "yo a berlin le propuse fundir oro juntos. le propuse este atraco. él unió al profesor al plan. pero sergio... se dio cuenta de que yo estaba enamorado de berlín" dice y velez se sorprende de que palermo le este contando todo eso, por lo que decide no interrumpirlo y seguir escuchandolo todo. "y se lo contó. entonces berlín vino un día a mi casa" velez siente los dedos de palermo trabajando en la herida con delicadeza y su voz cada vez mas apagada. "y pasó. pasó el beso" velez sonríe. "pero por mas que haya pasado, no fue real. lo hizo para saber si lo que el profesor le habia contado era verdad, y lo comprobó. y entendió que este atraco nunca iba a ser posible por mis sentimientos y no era conveniente para nadie. entonces decidió irse con el profesor y llevar a cabo su plan del atraco a la casa de la moneda" velez se pone triste al oir la voz de palermo luchando por no quebrarse. "¿y sabes que me dijo antes de irse? marchate y curate la herida" dice y finaliza su trabajo en la herida de velez. se sienta frente a ella y la mira a la cara. velez lo mira con ojos tristes. "la distancia a veces es la unica manera de encontrar la paz" le dice y se levanta sin dejar en evidencia ningun tipo de emocion o expresion. palermo acomoda las cajas en su lugar. velez lo observa hacer todo en silencio y trata de asimilar todo lo que acaba de pasar. ahora entiende todo de palermo. desde su personalidad, su caracter hasta su forma de actuar y de pensar. solo puede imaginar todo su sufrimiento del pasado y el corazon se le rompe. entonces siente unas inmensas ganas de protegerlo de absolutamente todo y de que nada malo le pase. palermo camina hacia la puerta y velez se levanta de su asiento y se apresura hacia él. lo frena en el marco de la puerta y palermo se detiene pero no la mira. y velez sabe que no lo hace porque acaba de exponerse por dentro frente a ella, algo totalmente inusual en él. pero a ella no le importa.

"yo nunca te voy a abandonar" le dice sin soltarlo del mameluco. "me quieras de la forma en que me quieras. sea mutuo o no. si cuando termine este atraco te queres ir al otro lado del mundo sin mí, yo nunca te voy a soltar" le dice y palermo no se mueve ni un centimetro ni despega su mirada del suelo. velez lo abraza sin esperar respuesta y trata de darle todo su amor y seguridad. se queda asi unos segundos hasta que siente los brazos de palermo rodearle los hombros y la aprieta en un abrazo. velez sonrie.

"¿donde estan palermo y velez?" la voz de río en la habitacion del final del pasillo. "tienen que venir a oír su parte del plan"

"¡palermo!" la voz de denver. velez y palermo rompen su abrazo y palermo voltea a ver la puerta cerrada de la habitacion donde la banda se encuentra al final del pasillo. velez mira a palermo con atencion. "ven aquí" lo llama denver y palermo vuelve a velez, la agarra de las mejillas y se acerca para darle un corto beso en los labios. velez sonrie contra sus labios mientras lo agarra de los brazos. y palermo le da otro corto beso. y otro. y otro. y otro. uno mas suave que el otro. palermo la suelta y trota hacia a la habitacion donde se encuentra la banda, mientras velez lo observa alejarse sonriendo.

la casa de papel (palermo)Where stories live. Discover now